Capítulo 16

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Aleksandra llegó a casa bastante mojada, pensando en los sucesos del día. Aquel era el único lugar al que no quería regresar, pero no tenía a nadie más. Solo esperaba que Esme no se molestara por entrar así a casa, odiaba que dejaran sucia la entrada.
Sabía que el olor a perro mojado no se le quitaría del todo, pero aún así esperaba que nadie le preguntara nada, mucho menos estaba dispuesta a soportar malos comentarios de Rosalie.

—¡Aleksandra!

La susodicha levantó la mirada ante aquello. Jamás solían hablar tan fuerte dentro de casa, ya que solían escucharse aunque susurraran. Alice estaba frente a ella y se veía algo aliviada y molesta. Detrás estaba Carlisle, el cual dio un paso al frente bastante serio.

—¿Hola? —Aleksandra respondió sin saber la situación.

—¿En donde estabas? —Carlisle jamás solía ser tan brusco con ella, lo que la sorprendió por completo. A lo mejor estaba del lado de Rosalie.

—Fui al cine —Aleksandra le respondió con sinceridad. No estaba de humor para soportar otra discusión.

—¿Y por qué no pudiste responder tu teléfono? —Alice le preguntó con molestia.

—Ya les dije que estaba en el cine, no se que mas quieren que cuente.

—Intente verte y no aparecías —Alice se puso las manos en las caderas mientras la veía furiosamente.

—Pensamos que algo malo te había sucedido. Ha pasado algo en estos momentos y pensamos que te habían atacado —Carlisle le dijo un poco más tranquilo, pero aún así no se veía como normalmente se comportaba con ella.

—¿Qué fue lo qué pasó? —Aleksandra olvidó su enojo por un segundo.

—Un vampiro entró a casa de Bella. Edward viene con ella mientras Emmett y Jasper cuidan a Charlie.

Aleksandra no dijo nada más mientras pensaba en que podía haber pasado, o más bien en quien había sido el visitante. Había pensando en Victoria, pero Edward conocía su olor, así que de inmediato la descartó. Mientras habían pasado los años se habían hecho de algunos enemigos, pero eran inofensivos, así que no entendía que podía estar sucediendo. Una vez que Edward y Bella llegaron a casa, todos estaban alertados.

–¿Qué sucede? –quiso saber Edward en cuanto traspasaron la puerta.

Edward tenía los puños cerrados de ira. Fulminó con la mirada a Alice, que permaneció con los brazos cruzados fuertemente sujetos contra el pecho.

–No tengo la menor idea. No vi nada.

–¿Cómo es eso posible? –bufó él.

—Estuve intentando encontrar a Aleksandra primero porque era nuestra prioridad en el momento —Alice respondió con molestia.

–Edward —Bella lo llamó, en señal de reprobación. No le gustaba que se
dirigiera a Alice de ese modo.

Carlisle intervino con ademán tranquilizador.

–Su don no es una ciencia exacta, Edward.

–Estaba en la habitación de Bella. Quizá aún esté ahí, Alice, esperándola.

–Eso lo habría visto.

El alzó los brazos, exasperado.

–¿De veras? ¿Estás segura?

–Ya me tienes vigilando las decisiones de los Volturis, la llegada de Caius, el regreso de Victoria y todos y cada uno de los pasos de Bella —respondió Alice con frialdad—, ¿quieres añadir otra cosa? ¿Quieres que vele por Charlie? ¿O también he de atender la habitación de Bella, y la casa, y por qué no toda la calle? Edward, enseguida se me va escapar algo, se crearán fisuras si intento abarcarlo todo.

Cuando el amor llegó ⟨••Caius Volturi••⟩ (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora