Cuando el amor llegó ⟨••Caius Volturi••⟩ (REESCRIBIENDO)

Capitulo 18

Ambos habían quedado en un punto medio, así que Aleksandra no tenia idea de lo que harían. Los vampiros eran mas nocturnos que nada, pero aun así no le gustaba mucho hacer algo en aquellas horas, pues no había mucho que hacer además de cazar.

Le tomo por sorpresa ver a Caius acercarse a ella corriendo. Había imaginado que llegaría en auto, pero de inmediato recordó que Caius estaba acostumbrado a andar a pie. Según lo que había contado Carlisle, los Volturis rechazaban la tecnología actual la mayoría del tiempo por miedo, pues para ese punto de la historia ya habían suficientes armas que podrían acabar fácilmente con un vampiro, así que por eso mismo no se metían mucho con cosas que no les correspondían.

Nunca pensó que un vampiro tan odiado y temido podía ser tan agradable al mismo tiempo. Aleksandra tenia que admitir que se sentía extrañamente complacida con la simple idea de pasar tiempo a solas con él. A pesar de que habían pasado solo un par de días desde la ultima vez que se vieron, sentía un extraño revoltijo en su estomago. Aquella era la primera vez que estaban completamente solos, lejos de la sociedad por varios kilómetros.

—Pensé que no ibas a querer venir —Caius le dijo mientras le abría la puerta del auto para ayudarla a salir. Aunque no lo necesitaba, fue un acto bastante lindo y atento.

—Me quede con ganas de charlar un poco mas. El día que nos vimos no pudimos hacerlo bien —Aleksandra le sonrió con dientes mientras cerraba la puerta del auto con cuidado. Estaba nerviosa, pero sabia disimularlo bastante bien.

Caius sonrió bastante complacido al mismo tiempo que la miraba fijamente. A pesar de que tenían poco tiempo de conocerse, especialmente contando la cantidad de años que tenia cada uno de ellos, el ambiente se sentía como si se conocieran de toda la vida.

—¿No te da miedo estar en un lugar tan solo con un vampiro malvado? —Caius se paso la lengua por los dientes.

—La verdad no. Me siento con mucha confianza el día de hoy —Aleksandra se rio mientras estiraba los brazos como si estuviera cansada.

—Me parece perfecto —Caius sonrió mas anchamente que antes— te hice venir hasta acá porque quiero mostrarte algo, Tal vez ya hayas estado en este sitio, pero me pareció agradable. Puede que lo adores, puede que lo odies, pero espero que solo sea lo primero.

Aleksandra lo miro con curiosidad. A pesar que ya había estado en Forks antes, no conocía todo el territorio como se hubiera esperado. Era tan solitaria que ni siquiera le daban ganas de explorar, hasta ese momento. Su cuerpo hormigueaba de la emoción mientras caminaban a paso lento por una empinada montaña. Su caminata era tan cómoda y constante, lo que los hizo disfrutar el viaje.

—Siempre me ha impresionado como puede cambiar tanto la naturaleza dependiendo del lugar en que este. Es la primera vez que estoy en Forks y creo que es mi lugar favorito —Caius comento con confianza.

Aleksandra solo asintió con la cabeza mientras miraba a sus alrededores. Caius tenia razón y era la primera vez que prestaba atención a todo. Forks era tan diferente a su lugar de nacimiento. Aunque tenia vagos recuerdos de aquello podía encontrar las diferencias. Mientras crecía se acostumbro a ver flores de diferentes colores y aun paisaje bastante colorido dependiendo de la época en que se encontraba. En cambio, en Forks todo era mas oscuro y tranquilo a la vez. Los arboles eran altos y delgados, con ramas que apuntaban para arriba en comparación con los que tenia en casa, los cuales apuntaban para los lados.

—Llegamos...

Caius, el cual se encontraba justo frente a ella, hizo una enorme rama a un lado, dándole una espectacular vista desde la cima. A pesar de que la niebla estaba un poco mas baja de lo normal, se podía ver bastante bien todo. Justo frente a ella había un pequeño claro.