Capitulo 28

1K 104 7
                                    

Decir que no habían estado antes en aquella posición sería una completa mentira. Desde que ambos se habían conocido no solo había una chispa entre ellos, sino que había algo que iba más allá. El amor que ambos se tenían era único, era completamente diferente a todo lo que antes habían conocido y eso hacía las cosas mucho más interesantes.

En algún punto aquellos sentimientos subían de tono y el deseo de hacía presente, pero Aleksandra jamás había comentado nada sobre ello. Estaba segura de que Caius también lo notaba, pues en las últimas semanas sus besos llegaban cada vez más lejos y aquel día no fue la excepción.

Ver películas en la madrugada era algo a lo que se habían acostumbrado. El hogar de Caius se había convertido casi en su segunda casa, así que se sentía mucho más libre. Ambos estaban acurrucados en el sofá con una manta encima, lo cual no era necesario, por supuesto, pero hacía más real sus pijamadas diarias.

La mano izquierda de Caius se movía sobre su brazo. Ella tenía la mirada puesta en el televisor, pero el rubio no lo hacía. Podía sentir la mirada penetrante que la recorría de pies a cabeza. Sabía que era algo que en el pasado la pudo hacer sentir incómoda, pero en ese momento solo sentía la necesidad de estar mucho más cerca de él.

—¿Que sucede? —preguntó Aleksandra, levantando una ceja con gracia. Había despegado la vista del televisor para centrarse por completo en el rostro de Caius. El hombre pareció vacilar por un segundo.

—Linda, ¿puedo hacerte una pregunta acerca de ti misma? —Caius tensó la mandíbula por un momento— espero que no te moleste, claro. Si no deseas responderme está bien.

Aquello la hizo sentir nerviosa, pero al mismo tiempo la llenó de curiosidad. En el tiempo que se habían conocido sabían bastante el uno del otro y pasaban todo su tiempo juntos, así que era extraño que le preguntara aquello.

—Claro, no hay problema —Aleksandra respondió algo tensa. Esperaba que no fuera sobre algo malo.

—¿Alguna vez estuviste con un hombre? —Caius respondió con algo de incomodidad. Por supuesto que estaba enterado de las razones por las que Aleksandra había sido convertida, pero también era bastante curioso por si había conocido a alguien más a lo largo de los años.

—¿En qué aspecto? —Aleksandra levantó las cejas.

—Ya sabes, en el modo bíblico —Caius sonrió con incomodidad. La tensión del momento era lo que lo hacía sentir de esa manera, no que ella hubiera estado con más personas.

—Oh... nunca estuve con nadie —la chica hizo una mueca. — Bueno, a menos que cuente esa vez...

Recordaba muy poco todo lo que había sucedido la última noche en que estuvo viva, pues estaba consciente de todo lo que había pasado. Por alguna razón, su inconsciente había bloqueado casi por completo lo sucedido. Había hablado con Carlisle sobre ello, pues le parecía algo muy curioso, pero solo había dos cosas por las cuales pudo suceder. La primera opción era que no recordaba mucho debido a que ahora era inmortal, pues según tenía entendido, casi nadie recuerda muchas cosas de su vida humana. La segunda, debido al trauma.

—Muy bien, linda. Lo siento si te incomodé —Caius sonrió tranquilizadoramente, lo que aligeró por completo la situación.

—¿Y tú? —Aleksandra sonrió con burla.

Caius sonrió con dientes y se rascó la nuca mientras de encogía de hombros. Aquello le había dado una respuesta. La chica comenzó a reírse a carcajadas debido a la incomodidad, lo que causó un atisbo de curiosidad por parte del rubio.

—¿No estás molesta? —Caius preguntó, curioso por la respuesta.

—Sinceramente no. Tienes muchos años, hubiera sido extraño que no hayas hecho eso jamás, tonto —Aleksandra le dio un golpe en la cabeza en forma de broma— mientras sean antes de mí, entonces no tengo porque molestarme.

Cuando el amor llegó ⟨••Caius Volturi••⟩ (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora