C A M B I O S [TodosxPerú]

[5] Medio vuelo de despedidas y golpes

'Washington', 'Asistencia', 'Imprescindible', 'De lo contrario', 'Dificultades'. 

Y "Carta". 

Fue como un zumbido robusto que tronó su alrededor y lo volvió difuso. 

Porque esperaba con paciencia todos aquellos golpes que sabía lo harían retorcerse de agonía; pero, claro, terminó siendo una palabra inesperada y un acto no imaginado lo que lo tiró al abismo. 

Como solía ser, lo que no esperaba terminaba acabando con él. 

Perú aún recuerda esa letra a la perfección. 

Tiempo atrás no se dio cuenta, pero siempre marcó fases indescriptibles y violentas de su historia. 

Cada inclinación, cada curva, las imperfecciones de los puntos y los escapes de la tinta podía contarlos con las manos, la separación invisible entre las vocales y las consonantes. 

Así que fue como concluyó que la carta era suya. 

De la ONU. 

Y consigo, que había algo urgente en un asunto desagradable. 

Noruega se tensa cuando Perú cierra los párpados, como necesitando alguna ayuda extra para poder realizar un mínimo pensamiento. Su expresión le confirma al hombre que lo que más le importa en ese instante va a cometer un acto que estuvo evitando por décadas. 

—Falta poco para la reunión. 

Perú habla tan de pronto, susurrando con voz seca. 

—No me esperan temprano. —Los pasos se arman en su cabeza, al mismo tiempo que consulta al único apoyo que tiene a su costado—. Noruega, ¿cuándo es tu vuelo? 

—Pasado mañana —masculla, igual de pocamente feliz. 

—Iré contigo. 

—Niños, ya hablamos de esto —Perú suspira, mientras sus hijos reclaman y sueltan testamentos tras otros—. Esta es solo una excepción, porque nos moleste no significa que no deba hacerlo. 

—Ellos no hicieron excepciones. ¿Por qué tú sí? 

—Deben haberlos obligado por los últimos contratos... ¡Tú... tú sabes que son mucho más importantes que cualquier otro que hayamos hecho en años! 

—Eso es lo más seguro. Papá... —Arequipa observa el rostro de su padre y su voz se apaga, interpreta la información tan rápido que es incapaz de no enfurecerse—. No te puedes ir así de nuevo. ¡La... ! 

Sus hijos son listos en muchos aspectos, sino genios; pero siguen siendo pobres criaturas que no pueden evitar temblar ante la ausencia de su padre. 

—Niños.  

Una palabra, una expresión y un tono es suficiente para que todos callen. 

—Estaremos bien. 

Su padre apunta al exterior, donde reina un ambiente biodiverso que mezcla cada parte de lo que son. 'Es inicio de temporada' significa, porque no hay flores y los árboles permanecen rígidos y estáticos, tratando de sobrevivir a las circunstancias. 

Sus hijos reconocen al jardín con cariño, cuya naturaleza era la calma. 

—Volveré antes del siguiente karpa, mucho antes. Y suele llegar más pronto que antes, ¿o no? 

Tacna es la más valiente, y asiente con la cabeza una y otra vez con rapidez para que las lágrimas no se notasen. 

La niña se aferra al cuello de su padre ni bien la alzan en brazos. 

Segundos después, puede sentir como el ambiente se entibia, probablemente, porque todos abrazan a su padre ahora. 

—¿Cambiará quién se queda a cargo? —preguntan de repente los muy conchudos. 

Perú no se mueve ni responde; y aunque era obvio quién, no podía evitar dudarlo. 

Cusco estaba entre feliz y triste, porque no quería cuidar a los demonios que tenía por hermanos, pero que dudaran de su capacidad era en verdad humillante y lo ofendía sobremanera.  

—Cusco. —Él se endereza como soldadito y mira a su padre—. ¿Crees que puedas ayudarme, por favor? 

—Siempre estoy a la altura, papá. 

—Gracias... 

Cusco se acerca a su padre, como el mayor, y acepta con tranquilidad el abrazo extra y la sonrisa dulce que le dedican mientras trata de no llorar como un niño pequeño por la melancolía. 

—Los llamaré cada tanto para asegurarme de que estén cumpliendo con ayudar a su hermano, ¿bien? 

Todos asienten, Cusco aprovecha el momento para sacarle la lengua a los que menos le simpatizan mientras los más pequeños se burlan. 

—No crucen la línea, no hablen con extraños. 

Las clásicas advertencias causaron revoltijos y cierto miedo que menguó a raíz de la creencia de su exageración. Pero son sobrenaturales y sus intuiciones no fallan, así que asienten, aceptan las caricias chistosas de su padre y se despiden, sabiendo que lo intentaron. 

Sabiendo que nadie podía evitar que inventaran planes e ideas secretas. 

Noruega se perdió en sus pensamientos durante la interacción, solo alcanza a despedirse de forma general mientras promete que cuidará de su padre y pide que se cuiden ellos con tono de acusación burlesca y familiar, porque los niños se ríen y mofan de su antepenúltima oración sin vergüenza y, algunos, con cara decepcionada de "Para ti no hay esperanza, traidor robapadres".  

𝟷𝟽/𝟶𝟻/𝟸𝟷

𝙴𝚍𝚒𝚌𝚒ó𝚗: 𝟸𝟼/𝟶𝟾/𝟸𝟹