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Lacuna

—No volverá. 

Tal cual lo escuchó lo ignoró, con una paz arrogante para el otro.  

Noruega observaba el final del sendero y el camino que había marcado con recuerdos, dando la espalda al resto. 

—Noruega —no se inmutó ante el llamado, pero Finlandia sabía que lo escuchaban—, tenemos que volver. 

—¿Y cuándo estén allá qué creen que harán? —Por primera vez en ese tiempo respondió—. ¿Qué tan eficaz es el plan que tienen? Porque tienen un plan, supongo. 

Todo quedó en silencio. Volvió a su antigua posición, sabiendo que no le darían una respuesta. 

El plan era improvisar el modo de salir de ahí. Y la mayoría ahí no confiaba en que él volviera. Sospechaban incluso de que ya los había dejado. 

—¿Y tú? ¿Acaso tienes un plan? 

—No, yo no. 

La voz grave de Noruega provoca un eco tosco alrededor, se giró a mirarlos una vez más, sabiendo que a quien esperaba había llegado.  

—Él sí. 

Giraron también. Se tomaron unos segundos en comprender lo que veían.  

—Demonios. —Todos se habían alzado al mirar en la dirección en la que el noruego tenía clavada la vista—. Es silencioso.  

No sabían cuánto tiempo llevaba ahí, pero bueno sería que recién hubiera llegado, porque no todos habían sido mínimamente cuidadosos con los insultos a su persona. 

Perú los miraba desde la copa de uno de los árboles que estaban detrás de ellos, de cuclillas, esperando a que hicieran algo, analizándolos de una forma aterradora y casi primitiva. Se alzó en su lugar y saltó, generando un ruido sordo y casi elegante con las hojas secas y el viento. 

Se tomó un segundo en verificar que estuviesen todos, y continuó. 

—Vinieron con un objetivo y se fueron sin él. —Perú pasó de largo—. Significa que van a volver.

Llegó al costado de Noruega y le preguntó algo que quedó entre ambos. 

—¿Entonces? —Uruguay preguntó, en un duro intento de que no le fallara la voz. 

Perú ladeó la cabeza en su dirección, sin dejar de dar la espalda. 

—Entonces no estaremos aquí. 

—Muy explícito —Alemania mencionó con burlas en la voz, aburriéndolo—. ¿Se supone que está es la parte en la que te seguimos como si confiáramos en ti? 

Perú se volvió para mirarlo, dejando de darles la espalda, tiró el arma por la ausencia de balas en ella y avanzó dos pasos hacia él, respondió rápido, observando al resto de tal manera que parecía amenazarlos. 

—Sí. 

¡Insertar escena de unión grupal forzosa!

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Había entrenado hasta romperse los huesos. Había perdido. Había ganado. Había gastado años en ese maldito contrato. Y era así como terminaba. 

Entrenando-cuidando a... esas cosas. No, no, esas bestias.  

Humanos. 

C A M B I O S [TodosxPerú]Where stories live. Discover now