Loverboy ~ Nathan Sykes Fanfic (versión español).

loverboy capítulo 1 || "otra vez no..."

Abbeydale, Gloucestershire, Inglaterra. 

4 años antes. 

+ + + 

6:56am. Excelente. 4 minutos más temprano. Le eché un vistazo al reloj de alarma y suspiré mientras la luz de un nuevo día pasaba a través de las cortinas cegándome los ojos. Otro día de escuela, ¿o debería llamarlo infierno viviente? Me paré de mi cama y caminé hacia el baño. Capturé un reflejo de mi reflección en el espejo, no me molesté en voltearme de todas formas, ahora mirarme en el espejo se estaba convirtiendo cada vez más y más en algo suicida para mi. Como verás, me odio a mí misma, odio no poder ser flaca y hermosa como las otras chicas. Abrí la llave del agua caliente y esperé a que se pusiera un poco tibia. Comencé a desvestirme y me metí en la ducha. Amaba ese sentimiento, ese sentimiento que sentía cuando me estaba bañando. Siento que un peso enorme sale de mis hombros, siento que todos mis pensaminetos y preocupaciones se van por el drenaje por al menos un segundo. Murmuré una melodía cualquiera mientras salía de la ducha. Sequé mi cabello con el secador y me dispuse a colocar una toalla alrededor de mi cuerpo desnudo y fui a mi closet a ver qué me iba a poner en aquel radiante día de Junio en Abbeydale. Aunque no me importaba, tenía que elegir un atuendo, así que decidí ponerme unos blue jeans y una camisa simple. La única cosa buena sobre esto, es que casi termina, lo que significaba que pronto ya me iría de aquí. Me puse algunas pulseras en mi brazo izquierdo, agarré mis llaves, telefóno, bolso del colegio y bajé las escaleras para comer mi desayuno antes de irme a la escuela. 

- ¡buenos días mamá! - le dije y le di un beso en la mejilla. 

- hola cielo, tu desayuno está en la mesa. - me dijo, afirmé con la cabeza y me senté en la mesa.

Noté que mi hermano no estaba, lo que me pareció raro dado el hecho de que los hombres siempre tardan menos que las mujeres en arreglarse.

- ¿qué pasó con James? - le pregunté un poco confundida a mi madre. 

- oh, se fue al colegio más temprano con su amigo Steven. - me respondió. 

- oh... está bien. - simplemete comenté. 

El desayuno estuvo raro, considerando el hecho de que mi hermano no estaba, y él era el que siempre ponía los temas de conversación. Verás, no tengo una buena relación con mi madre, en realidad con nadie excepto mi papá, pero él usualmente no está en la casa y no suelo verlo muy seguido. 

Caminé hacia la parada del bus escolar y esperé por el mismo. No puedo quejarme del viaje hacia el colegio, fue normal después de todo. Llegué al colegio y caminé hacia mi casillero. Noté que una pequeña nota se desprendió del mismo. La agarré y leí "eres una total y completa imbécil". Mordí mis labios tratando de que las lágrimas no salieran de mis ojos. Arrugué el pequeño papel y lo metí en mi bolsillo. Agarré el libro correspondiente a mi primera clase del día y cerré mi casillero. Y ahí estaba, recostado del casillero al lado del mío, preparado para hacerme sentir como basura. 

- oh, hola. - fueron las únicas palabras que salieron de mi boca cuando traté de no hacer contacto visual con él. Tragué un poco de saliva y lo pasé caminando. 

- hey, hey, hey, ¿a dónde crees que vas señorita? - dijo él con un tono sarcástico, me imagino que tenía una ceja levantada pero no lo puedo confirmar ya que le estaba dando la espalda. 

- ¿a clase de Ciencia? - le respondí volteándome para poder estar frente a él. Lamió sus labios de una manera malvada.

- no. - dijo y me empujó, causando que mis libros cayeran al piso al igual que yo. - ¿quieres saber a dónde vas? - me preguntó mientras me veía como si fuera un animal indefenso. Me dispuse a afirmar con la cabeza, ya que sabía que si me quedaba allí sin hacer nada iba a ser mucho peor. - irás al closet de mantenimiento, estúpida. - dijo halándome el cabello hacia arriba para que me parara. Amarró cinta adhesiva alrededor de mi boca para que no gritara o algo por el estilo. Me llevó hasta el closet de mantenimiento, y cerró la puerta, pero antes de que se fuera, me pateó el estómago múltiples veces, haciéndo que me enrollara en posición fetal. 

Y ahí estaba yo, otro día típico en la escuela para Ashley Underwood. Lloré para mis interiores hasta que escuché la campana, la cual anunciaba el primer descanso. 

Si tan sólo él supiera lo que siento hacia él, cómo lo amo. Hay algo en sus ojos que era simplemente inevitable, como brillaban cuando se reía y sonreía con su grupo, hasta cuando se estaba riéndo de mi podía sentir ese calor que emanaban. Sólo espero que algún día se dé cuenta de que me rompe cada vez que pasa al lado mío, y que aunque me haga sangrar en el exterior, hace que mi corazón lata en el interior.