Loverboy ~ Nathan Sykes Fanfic (versión español).

loverboy capítulo 2. || "¿en qué me he metido?"

Ciudad de Nueva York, Nueva York, Estados Unidos. 

4 años después. 

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- está bien, estaré aquí mañana.- le sonreí a la dulce señora que estaba detrás del mostrador. Ella simplemente afirmó con su cabeza y me devolvió la sonrisa. Estaba tan emocionada. No podía creer que esto de verdad estuviera pasando.

Caminé hacia las puertas de cristal que se encontraban atrás de mi. Pulsé el botón del elevador y esperé a que llegara. Estaba lleno de gente, genial. La primera cosa que llegó a mi mente cuando comencé a sentir la incomodidad entre todos fue la canción de Taylor Swift llamada Ours. "Botones de elevadores y aire de mañana, el silencio de los extraños me hace querer tomar las escaleras, si tú estuvieras aquí estaríamos riéndonos de sus miradas vacías, pero ahora, mi tiempo es de ellos." Algo en mi mente me hizo acordar de él.

Mi primer amor verdadero, Nathan, Nathan Sykes. Era muy raro pensar en él, porque usualmente no lo hago. En Abbeydale, donde solía vivir, él era el rompe-corazones del pueblo. Y en realidad, era genial, porque nadie nunca se iba a enterar de que me gustaba, ya que él era mi bully. Lo sé, probablemente en este momento estés pensando "Diablos, ¿qué le pasa a esta chica?" pero sí, creo que secretamente mi bully era mi príncipe azul. Pero no te preocupes, desde que me mudé afuera de Inglaterra, para Miami y luego para acá a Estados Unidos no podría estar mejor, dejé de pensar en él y le sonreí a mi nueva vida, la nueva yo, la que rebozaba de alegría y amor. Ahora de tan sólo pensar en el simple hecho de que a mi me gustaba él en secundaria, me da demasiada risa.

Me sacudí de mis pensamientos mientras buscaba las llaves para abrir la puerta principal del edificio en donde vivía, 17ava Av. con calle 23 en la isla de Manhattan, o Ciudad de Nueva York, solo llámalo como quieras.

- buenos días Ashley. - dijo la vieja señora Josephine con una sonrisa atravesando su cara.

- hey señora J, ¡buenos días a usted también! - le devolví la sonrisa mientras chequeaba mi buzón de correo.

- wow, son las diez de la mañana y ya regresaste, ¿qué pasa contigo early bird? - me preguntó, causando que se me saliera una risita.

- bueno, ¿se acuerda del trabajo del que le hablé el otro día mientras tomábamos té? - dije, - ¡me lo dieron! ¡me contrataron en Wilhelmina Models! Aún no lo creo -

- ¡felicitaciones, cielo! ¿a quién no le gustaría tener una linda británica como tú en su compañía? - me dijo en tono de broma.

Le guiñé el ojo. - hey señora J, amo pasar tiempo con usted, pero me esto muriendo del hambre, ¿le importaría si me ausentara para ir a comer mi desayuno? - le pregunté.

- adelante, cielo. - me dijo con un pequeño gesto en sus manos indicando que me fuera.

- gracias. - comenté.

Subí las escaleras hasta el segundo piso, y saqué las llaves que daban paso a mi apartamento rentado mientras vivo aquí en NYC. Me dirigí directo a la cocina y puse la tetera a calentarse, estaba de humor para una buena taza de té casero.

Después de eso, me dirigí a mi cuarto y me quedé viendo mi pared que estaba repleta de fotos de mis amigos, familia y los sitios que he visitado. Cerré la puerta y me quité mis tacones, que me estaban matando por cierto, y me quedé mirando mi calendario que estaba colgando detrás de la puerta con una mirada vacía. Agarré el marcador rojo e hice una X grande en el 1ro de Agosto, que era hoy. "Dos meses más e irás a la universidad" pensé para después suspirar. La verdad era que no quería ir para allá pero, créeme, si debería. Recibir una beca en la Universidad de Harvard es algo por lo cual debería estar agradecida. "3 años más, 3 años más" dije, recordándome a mí misma que ahora me estaba convirtiendo en una adulta por completo. Ser modelo en NYC y estudiante en Boston no iba a ser fácil, pero sé que encontraré la manera de que sí sea, siempre lo hago.

Escuché que la tetera estaba hirviendo, lo cual hizo que despertara de mis pensamientos. Agarré mi taza que dice "I love NYC"

Caminé hacia el balcón y me quedé viendo los árboles, me estaba preparando mentalmente para el día que yacía ante mi, iba a tener mi primera sesión de fotos desde que me contrataron en la agencia de modelos y wow eso era grande. Tomé un poco de té, seguido de un mordisco al pan. La brisa jugaba con mi cabello, me sentí en calma.

Me habían dado ganas de salir, tal vez a comprar, por lo que me dirigí hacia mi cuarto, me puse zapatos cómodos, amarré mi cabello en un moño desordenado y me vi en el espejo. "Ugh" dije mientras veía mi reflejo.

Bajé las escaleras y puse mi iPod en aleatorio, la canción que se puso de primero fue "Use Somebody" de Kings of Leon, que interesante canción. La escuché hasta que estaba en Times Square propiamente. Entré a Forever 21, American Eagle Outfitters y H&M, tres de mis tienda favoritas para ir de compras. Compré un par de blusas bonitas, unos lindos pares de pantalones, camisas y un vestido. Ya estaba muy cansada. Decidí ir a Starbucks para comprar uno de sus refreshers o bebidas naturales energéticas, la verdad es que me encantaban.

- ¡buenas tardes! Bienvenida a Starbucks, ¿puedo tomar su orden? - dijo una chica detrás del mostrador, con una de esas sonrisas falsas.

- hey, umm, me gustaría tomar un Very Berry Hibiscus refresher por favor. - dije devolviéndole la sonrisa.

- ok, ¿me puedes dar tu nombre para llamarte cuando esté listo? - me preguntó.

- Ashley. - la chicá sonrío y asintió con la cabeza. Le di el dinero y me alejé del mostrador.

Saqué mi telefóno de mis pantalones y noté que tenía una nueva mención, lo desbloqueé y le di al ícono de Twitter.

"@MaryHerzig901: @woahashley te extraño tanto compañera, ¡nos vemos en dos meses! Xx"

Tomé el teléfono con ambas manos para poder contestar.

"@woahashley: @MaryHerzig901 aww ¡te extraño mucho más Mary! No puedo esperar para verte cielo xxxxxx."

Mandé el mensaje justo a tiempo ya que me estaban llamando. Caminé hacia el mostrador y noté a una chica que no fue la que tomó mi orden en primer lugar, dándome mi bebida con una cálida sonrisa en su cara.

- gracias, déjame darte una propina, pero espera, la tengo que buscar, está por alguno de estos la- - no pude terminar la oración ya que mi teléfono empezó a vibrar justo en mis manos, lo que significaba que alguien me estaba llamando. Le eché un vistazo a la pantalla y vi que era del trabajo. - oh, lo siento, tengo que contestar, es del trabajo. - le dediqué una mirada tipo tú-me-entiendes y sonreí.

- ¿Señorita Underwood? Hola, es Stacey, la asistente del señor Ferguson de Wilhelmina Models. - dijo la voz de una chica en el otro lado de la línea.

- buenas tardes, un placer en conocerla. - fueron todas las palabras que se me ocurrieron para decir en ese momento, me volteé para marcharme de la tienda.

- el Señor Ferguson quiere- - no pude escuchar el resto de la oración ya que me había tropezado con alguien. Mi teléfono se cayó al piso. Vi como mi camisa se empapó con la bebida, y vi como la de la otra persona se arruinó completamente por mi culpa.

- ¿qué rayos? ¡era un regalo y era nueva! - dijo la voz de un hombre, sólo por eso se notaba que estaba bravo.

Agarré servilletas inmediatamente.

- ¡lo siento tanto! ¡estoy muy avergonzada, de verdad! - dije mientras mis mejillas se pusieron de todos los colores. Levanté mi cabeza para verlo.

No podía creer lo que mis ojos veían. Fue como si nuestros mundos se conectaran por un momento. Fue como hablar sin palabras.

- ¿Na-n-nathan? - al final pude decir.

- ¿¡Ashley!? - dijo tan sorprendido como yo.

oh Dios, ¿en qué me he metido?