Loverboy ~ Nathan Sykes Fanfic (versión español).

loverboy capítulo 20. || "no fue un error, fue una opción."

- ¿qué rayos estabas haciendo Ashley? - Nathan me gritó después de que cerró la puerta de mi habitación. 

- ¡lo mismo te pregunto a tí, Nathan! - le respondí, tan furiosa como él estaba conmigo. 

- ¿a qué te refieres? - 

- Te vi... Te vi besando a Mary... - Paré mientras formaba con su boca una perfecta 'o'. - Y ni siquiera trates de decir que ella fue la que te besó... Porque yo estaba allí antes y ambos se acercaron... - dije, frenando las lágrimas. 

- Ashley... Te puedo explicar... Por favor escúchame... - dijo en un tono de voz suave, pero ya me había volteado, y aunque me estaba agarrando por la muñeca, no me voltee de vuelta. 

- No tienes que explicar nada... Los vi... - suspiré. - Yo... Yo simplemente no quiero hablar de esto. - dije y me dirigí a las escaleras del piso, porque no quería tomar los elevadores en caso de que alguien estuviera allí. Quería llorar y no avergonzarme de eso. 

Fui hacia la piscina, y me senté en una de las sillas reclinables y lo saqué todo. ¿Por qué había confiado en él? ¿Por qué era tan estúpida? Nunca debí creerle. Creerle que había cambiado y que quería algo serio conmigo. Y Mary, oh. Ni siquiera sé si es mi amiga. Me dijo que me iba a apoyar no importa qué, aunque estuviera con Nathan Sykes, el amor de su vida. Me dijo que nos iba a defender a pesar de que sus celos y envidia la mataran. Ni siquiera sé si tengo amigos verdaderos. Nathan y Mary, ambos me traicionaron. Jay, bueno, Jay y yo nos besamos, y aunque él me debió parar, no lo hizo. No lo culpo, pero, vamos, soy la novia de tu mejor amigo. Max, Tom y Siva; Kelsey y Nareesha. Aún no los conozco tan bien. Ni siquiera confío en mí misma.  

La noche era oscura y fría, justo como mis emociones aquel día. No me importaba nada ni nadie. Nathan besó a Mary, yo besé a Jay. No quería sentir más nada, más nunca. Me odiaba a mí misma por haber hecho eso. Me odiaba por haber confiado en él. Era una tonta. Un intento fallido de ser humano. 

Me hizo recordar a todo lo que Nathan y yo habíamos pasado antes de esto, no en New York, pero en la secundaria. Me llevaba a mis límites sólo para verme romper, y nunca supe la razón por la cual lo hacía. Me hizo lastimarme a mí misma por cosas que el me hizo creer. Gorda, fea, nerd. Todos los recuerdos inundaban mi cabeza y sólo querían que pararan. Me dije a mí misma que lo hiciera, pero era más difícil de lo que pensaba. 

- deberías hablar con ambos. - dijo una voz a mi lado. 

Abrí mis ojos con un sobresalto y a través de mi visión borrosa pude notar una silueta. Max.  

- tú no viniste a besarme y a hacerme sentir peor, ¿verdad? - le pregunté, mi voz quebrándose. 

Se rió, haciendo que mi cuerpo se relajara un poco de su rigidez. - Ashley, tengo novia, ¿recuerdas? - dijo en un tono  de voz irónico. 

- sí, yo también pensé que Nathan tenía una. - dije y mordí mis labios. Decir su nombre me enfermaba. 

- estoy seguro de que tiene una buena explicación para eso, y una buena cause para hacer eso. - me aseguró. 

- ¿por romper mi corazóny jugar conmigo como su fuera estúpida? sí, claro. Hay una a buena causa para hacer eso.  Además, Jay me dijo que siempre lo hace, así que, ¿cuál es el problema? - le pregunté, ahora mirando su cara fijamente. 

- No. Pero él nunca te haría eso a tí. Estaba muy impresionado cuando me enteré de lo que hizo. Eres la útlima persona al que el le haría algo como eso. Conozco a Nathan desde hace tiempo, y tristemente, sí, él tiene el mal hábito de no saber lo que quiere, entonces siempre las deja. Pero tú, Ashley, lo he notado, y está actuando diferente contigo. Yo creo que él ha crecido en las útlimas, no lo sé, tres semana por tí. Ha madurado. Sé que quiere algo contigo, y está haciendo lo mejor por no arruinarlo. Eres diferente del resto. - Max dijo y medio-sonreí. No sé por qué pero mi corazón aún creía que había cambiado, aunque mi mente no estaba tan convencida en este momento. - ¿ves? Ashley, nunca te arrepientas de algo que te ha hecho sonreír, y en este caso, aún te hace sonreír. - palmeó mi espalda y se fue caminando con sus manos en los bolsillos.