Loverboy ~ Nathan Sykes Fanfic (versión español).

loverboy capítulo 3. || "muéstrame la ciudad."

- ¡lo siento mucho! por favor, ¡no me mates! - dije después de perderme en sus ojos por una eternidad. Agarré las servilletas de inmediato y empecé a limpiar su camisa con ellas. 

De repente agarró mi mano, causando que parara. Leventé la mirada para ver su cara nuevamente.

- no tienes por qué, la verdad es que no me gustaba mucho. - dijo en un tono de voz dulce y compasivo, y ese acento, oh por Dios, ya me estaba acostumbrando al acento americano. 

- ¿pero dijiste que era un regalo y que era nueva? - dije confundida después de deshacerme de mis pensamientos. 

- nah, lo que importa es la intención. - una sonrisa cálida se notó en su cara, la cual me hizo derretir.

- entonces, ¡que sorpresa verte por aquí! ha pasado mucho tiempo.... - logré decir después de recuperar mi aliento. Todos los recuerdos de la secundaria, todas esas noches, toda la sangre, todo.... Me mordí los labios al recordarlos. 

- ¡lo sé! digo lo mismo, ¿pensé que vivías en Miami? - me preguntó, mientras se dirigía a una mesa. Hizo una pequeña gestura con sus manos indicando que me acercara. Vacilé antes de dirigirme al lado opuesto del pequeño cubículo. 

 - jaja si, estudié allí, pero recibí una beca en Boston, ahora esto trabajando o algo así aquí en Nueva York, ¿qué hay de ti? ¿qué haces aquí? - le pregunté. Ya estaba temblando y tartamudeando. Aún le tenía a miedo. Miedo a él. Encontrármelo era una de mis peores pesadillas... ¿y adivina qué? era realidad ahora. 

- yo también estoy trabajando aquí. - 

- ¿en serio? ¿en qué trabajas? - comenté, realmente sorprendida. No quiero ser pesimista pero nunca pensé que él llegaría a algún lugar, era un inútil en secundaria. 

- ahora estoy en una banda. - dijo. Mi mandíbula se cayó. Estaba más sorprendida ahora, una vez ganó un concurso de Karaoke y pudo besar a Britney Spears, pero nunca pensé que significara tanto. Estaba perdida en mis pensamientos cuando me preguntó - ¿te sientes bien? estás muy pálida.... -

- ummm, no, nada. - traté de sonreír pero fallé en el intento. - escucha, necesito irme. Fue genial verte de nuevo. - me paré y me digné a caminar hacia la puerta. Pero algo me detuvo. Me volteé y vi a Nathan agarrando mi muñeca. 

- ¿al menos me puedes dar tu número? - dijo mientras se rascaba la parte trasera de su cuello con su mano libre, que, en un hombre, pienso que es la cosa más tierna que puede existir. 

Lo miré confusa. Mordí mi labio. ¿Para qué el querría mi teléfono?

- ¿para qué quieres mi teléfono? - se me escapó una risita nerviosa. 

- sabes, no te había visto desde hace mucho, y sería bueno si alguno de estos días nos encontramos para ponernos al día o algo, tal vez sólo para permanecer en contacto contigo. - dijo un poco tímido para ser honesta.  

No voy a mentir, probablemente suena estúpido pero me sentía tan intimidada por él que sentí que no tenía otra opción que darle mi teléfono. - Está bien. - sonreí incómodamente mientras sacaba un pequeño papel y bolígrafo de mi cartera y anotaba mi número en él. Se lo entregué. 

- gracias, ahora déjame darte el mío, pero no tengo un pedazo de papel así que si quieres lo puedes agregar directamente al directorio de contactos en tú teléfono. - me dió mi teléfono, no me di cuenta de que él lo había agarrado del piso. 

- oh por Dios... - me sonrojé de la pena, me olvidé por completo de mi teléfono. - ¡ni siquiera me di cuenta de que se me cayó cuando tropecé contigo!  - dije. ¿No me di cuenta probablemente porque me perdí en sus ojos? Incómodo... - okay, déjame agregarte. - desbloqueé mi celular evitando el contacto visual con él.