Loverboy ~ Nathan Sykes Fanfic (versión español).

loverboy capítulo 8. || "Oh por Dios"

- Heyyy - dije y lo abrazé. Extendió sus brazos y me dió el ramo. Lo miré con una expresión confusa en mi cara. - ¿para mí? - pregunté, aún confundida. 

- Sip - él dijo. - quería disculparme por lo que pasó ayer, y también por todo lo demás que te he hecho. - anunció. 

Lo miré a los ojos. - Nathan, no tenías por qué, en verdad no fue nada, sólo fue un malentendido y estabas ebrio, y eso está bien a veces nos comportamos un poco locos, y por las otras cosas, no importan, el pasado es el pasado. - 

- pero yo quería ¿está bien? - dijo a centímetros de mi cara. Mordí mi labio y me aparté. 

- Estas flores están muy lindas, muchas gracias - dije - déjame subir y ponerlas en agua, ya regreso. - dije y subí, agarré un contenedor de vidrio y le puse agua. Puse las rosas en mi cuarto. 

Volví a bajar y ya estaba adentro del asiento del piloto en el carro. Fui hacia el otro lado y me senté. 

- Lindo auto. - dije y sonreí. 

- Gracias, lo renté, aunque estoy pensando en comprarme uno en Inglaterra - dijo mientras prendía el motor. 

- Woah, perdón chico rico. - dije molestándolo.  

- Vamos, no soy así. - dijo manejando, dejándo atrás la calle de mi pequeño apartamento. 

- ¿Rico? Claro que sí - 

- No quise decir eso, sólo estoy diciéndo que no tengo la fama subida a la cabeza o algo así - dijo y me miró por un segundo. 

Reí un poco. - Como sea, tienes que manejar hasta Battery Park, que es en donde podemos comprar los tickets y montarnos en el barco. - comenté. 

- ¡er, er, capitana! - dijo y ambos reímos. 

El resto del viaje hablamos de lo que hicimos en ese día, me dijo que los habían invitado a participar en el show de Ellen DeGeneres la semana que venía. 

- ¡Genial! Ese show es muy popular aquí - dije felicitándolo. 

- Sí, lo se, nos van a dar la oportunidad de cantar Glad You Came en vivo - dijo - creo que vamos a viajar a Los Ángeles la semana que vienes por dos semanas. - me comentó.  

- Nunca he ido a L.A, hice un tour de la costa este de los Estados Unidos hace un par de meses, pasamos por cada ciudad importante desde Miami hasta Connecticut, fue una experiencia increíble, lo más oeste que he ido es hasta Houston. - dije y reí. 

- Sí, bueno, como estamos haciendo nuestro debut aquí, planeamos un pequeño tour al final del año y al principio del otro - dijo. 

- Debe ser increíble, hacer conciertos y ver a las personas cantar tus canciones, debe ser completamente asombroso. - comenté. 

- Exactamente. Es la mejor experiencia del mundo - 

- A parte, ¡puedes visitar muchas ciudades y estados! - le dije.  

- Si - afirmó. - Pero es aún más genial porque nos dejaron pasar las Navidades y Año Nuevo en nuestras casas. 

- ¡Yo también voy a pasar las fiestas en casa! - dije, un poco emocionada, creo, 

- ¿En Abbeydale? - me preguntó sorprendido. 

- Uhum - asentí con la cabeza y sonreí. 

- Eso es genial, te veré en Gloucester en Navidad - dijo. 

- Eso creo - sonreí. 

Finalmente llegamos a Battery Park, donde estacionó el auto y comenzamos a caminar hacia la marina para comprar los tickets. 

- ¿Me puede dar dos boletos para la Estatua de la Libertad por favor? - Nathan le dijo a la señora en la cabina de tickets. 

- Los boletos incluyen la Isla Ellis también ¿está bien? - dijo aburrida como si hubiera hecho esto todo el día. 

-Claro, no hay problema - 

- 34 dólares - la dama dijo y extendió su brazo para recibir el dinero. 

- déjame darte mi dinero - dije mientras buscaba mi monedero adentro de mi cartera. 

- No, está bien, yo invito esta vez - dijo agarrándome la mano para que parara de buscar. 

Volteé mis ojos en broma. - está bien Sykes - dije y él pagó. 

- Muchas gracias, que tenga una linda noche - dijo y tomó los tickets. 

- Ustedes igual - la señora dijo mientras nosotros nos alejábamos.  

- Entonces, ¿ahora qué? - me preguntó. 

- Creo que tenemos que esperar en la cola hasta que el bote llegue a recogernos. - dije y apunté a la línea de personas esperando en el muelle. 

Caminamos hacia allá y esperamos hasta que el bote viniera a recogernos. Cuando finalmente lo hizo, decidimos sentarnos en el nivel más alto del barco, para así tener una vista panorámica de la ciudad. 

- Esto es increíble - dije mirándo el cielo. 

- ¿Verdad? - Dijo mirándo hacia arriba también. 

Saqué mi cámara y comencé a tomar fotos del Puente de Brookly, la línea del horizonte de la ciudad y la Estatua de la Libertad. 

Cuando llegamos a la Isla de la Libertad, pasamos por la cabina en donde estaban entregándo los audio tours. 

- ¿Quieres uno? - Nathan me preguntó. 

- No gracias, no soporto esas voces. - dije.