loverboy capítulo 32. || "pero no te quiero herir."

5.4K 134 18
                                    

Así que básicamente estos días he estado notando que Nathan y yo nos hemos tentado muchísimo el uno al otro, y cada vez que pasa, me he dado cuenta de que lo llevamos cada vez más lejos, y no sé si este es el momento adecuado para que eso pase. 

Pero incluso si más lo dudo, más me doy cuenta de que debería pasar: él ha estado dándome toda esta clase de regalos lujosos últimamente, y quiero decir, estamos en París por él, y no me deja darle dinero o algo por eso. Así que honestamente, la culpa está aquí, esparciéndose, desde mi pecho hasta las otras partes de mi cuerpo, y yo siento que debería agradecerle de alguna manera. 

Esta es la clase de cosas de las que no quieres estar pensando, porque estar involucrado sexualmente con una persona solo porque esa persona te regaló un viaje es ridiculamente malo, y específicamente estúpido, porque deberías estar haciéndolo por amor, no por interés. No es que me considere como una persona atractiva o nada, ni tampoco pensé que mi primera real acción sexual iba a ser prostitucional, pero no iba a dejar que eso se quedara así. Y por supuesto, no iba a vivir con la culpa en mi pecho. 

Y por el amor de Dios, él es un chico, todos (bueno, no todos, pero la mayoría de ellos, ya que aún quedan algunos chicos buenos en la Tierra) quieren eso así que ¿qué rayos? 

Vi mi reflección en el espejo y traté de no verme tensa ni nerviosa. Hacía unos minutos había enviado a Nathan a preguntar en la recepción si habían sábanas extras para la cama. Debía de estar regresando ya. Solté mi cabello y miré cómo rebotó en mis hombros. Muy desprolija, me dije. Volví a atarme el cabello en un moño medio hecho. Sentí una repentina brisa fría que pasaba por mis pantorrilas. Sólo estaba en panties negras, con una camiseta de tirantes blanca y por debajo un bra strapless negro. Me sentía desnuda, básicamente.

Pasé mi lengua por mis labios en el vago intento de humedecerlos. Pasé los siguientes minutos mentalizandome frente al espejo. Soy sexy. Soy seductora. Soy hermosa. 

Por el amor de Dios, cállate, suenas como una perra infeliz. 

Suspiré y, aunque no quería estar nerviosa, rayos, sí que lo estaba. 

Escuché la puerta de la suite abriéndose aunque la entrada estaba alejada del dormitorio. Pronto Nathan vendría. Había apagado todas las luces y afuera no se veía nada, aparte, ni siquiera la tele estaba prendida. Sólo se desprendía un halo de luz de la ranura que se encontraba bajo la puerta del baño, en donde yo estaba.

- Ashley, ¿en dónde estás? - preguntó Nathan desde la sala. 

- En el baño, estoy lavando mi cara. - mi voz salió como un chillido entre nervioso y de miedo. Aclaré mi garganta. 

Escuché unos pasos venir hacia el dormitorio, y mi pulso se comenzó a acelerar. Tomé un gran bocado de aire. - me dieron esta sábana, pero no sé si quieres que la ponga en la cama o... - dijo Nathan al acercase al baño, ya que la puerta estaba entre-abierta, pero se detuvo cuando la abrió por completo. 

Sus ojos me estudiaron por completo de arriba hacia abajo, y de abajo hacia arriba. Mi piel se erizó. - maldición. - 

- te estaba esperando... - susurré. Nathan y yo estábamos tan cerca que mis labios rozaban los suyos cuando hablaba. 

- ¿de verdad? - susurró de vuelta antes de colisionar sus labios con los míos, haciéndo que mi cerebro fuera a cien millas por hora. 

El beso se intensificó y lo próximo que supe fue que sus manos estaban colocadas en la parte trasera de mis muslos expuestos, su toque gentil haciéndome quererlo más y más. Sus manos se pusieron duras y eso me dio el sosporte para hacer lo que él estaba planeando: tomé un pequeño impulso y envolví mis dos piernas alrededor de su torso. Sentí mi corazón latiendo en mis oídos, pies y en las puntas de mis dedos. Todo lo que sabía era que en ese momento lo único que quería era él, desesperadamente. Con un movimiento sutíl, me colocó en el mostrador del baño, en donde estaba el lavamanos. Me senté en el mármol blanco, mis piernas aún enrolladas alrededor de su cuerpo. Coloqué mis manos en su cuello, rodeándolo mientras él corría sus dedos por mi cabello, en donde se detuvo en el moño. Boscó la tira elástica que lo sostenía junto y deshizo el peinado, haciendo que mi cabello cayera en mis hombros. 

Moví mis manos lentamente desde su cuello hasta sus hombros, siendo cuidadosa y sintiendo cada una de las partes de sus clavículas. Las metí debajo de su chaqueta negra de cuero, sintiendo la suave camiseta de algodón con cada contacto. Sin mi intención -o tal vez un poco- la chaqueta se deslizó de su cuerpo y cayó al piso con un cling del cierre de metal. Lo sentí sonriendo dentro del beso, lo cual me dio escalofríos. ¿De verdad esto iba a pasar esta noche, con él? El pensamiento me hizo perder los sentidos mientras me daba cuenta del mucho miedo que tenía. 

Loverboy ~ Nathan Sykes Fanfic (versión español).Where stories live. Discover now