Loverboy ~ Nathan Sykes Fanfic (versión español).

loverboy capítulo 11. || "Lo siento mucho Nathan / dormir, dormir y dormir más."

¿Cómo fue que nuestro odio evolucionó tan rápido a una amistad, y nuestra amistad a amor?

Espera, ¿él me gustaba? 

Oh. 

Sentí que el beso se intensificaba, y antes de que lo supiera, eramos una de las muchas parejas en el club comiéndose la cara. 

Estábamos apoyados de una pared. Sus manos viajaban hacia arriba y hacia abajo en mi espalda, y las mías estaban jugando con su cabello.  

Nos besamos más y más, pero de repente, me di cuenta. 

No estaba enamorada de él, sólo estaba ebria, muy, muy ebria. Me sentí mal por hacerl eso a él, así que me dí marcha atrás.  

Mi visión estaba borrosa, pero lo podía ver mordiéndose los labios de una manera muy sensual. 

- ¿qué pasó hermosa? - me preguntó apoyando su frente contra la mía. Lo empujé. 

- Lo siento Nathan, no puedo hacer esto. - Siento que lo decepcioné, que me decepcioné a mí misma. No sé la razón, pero algunas lágrimas salieron de mis ojos. Siento que nos decepcioné a ambos. 

Después de eso, salí del hotel y llamé un taxi. Mientras lo estaba esperando, traté de permanecer de pie, había bebido mucho. Uno vinoy le dije al chofer que me llevara a mi dirección. 

Llegué a mi casa y entré a mi apartamento. No me molesté en quitarme la ropa o mi maquillaje. Sólo me metí en mi cama. 

No podía dormir.  

Nathan... 

- - - - - 

La mañana siguiente me desperté sientiéndome horrible. 

¿Debría estar orgullosa de mí misma porque tengo mi primera resaca o me debería dar vergüenza? 

Me cabello se parecía al de un león, tenía las peores ojeras alrededor de mis ojos, y el maquillaje arruinado no ayudaba en nada. Eché un vistazo a mi reloj de alarma y ya eran la una de la tarde. 

- Santo Dios - dije mientras pasaba mis dedos por mi cabello. 

Inmediatamente me paré y abrí la llave del agua caliente. Comencé a desvertirme y me metí en la ducha. 

Comencé a pensar en todo lo que había pasado la noche anterior. El show, las sonrisas, los abrazos y por supuesto el beso. Me encontré a mí misma sonriendo a mis pensamientos. Y se hizo evidente para mí, necesitaba aclarar las cosas con él. 

Salí de la ducha y tomé mi teléfono para mandarle un mensaje a Nathan. ¿O debería llamarlo? No,  le enviaré un mensaje. 

Para: Nathan. 

"Nathan, siento mucho lo que pasó ayer. Tenía miedo. ¿Podemos hablar hoy? Por favor.". 

Suspiré y mandé el mensaje. 

Me vestí y saí a la cocina para prepararme una taza de té. Cuando estaba listo, me regresé a mi cuarto y ví que tenía un mensaje nuevo. 

De: Nathan. 

"Claro. ¿Qué tal si nos encontramos en el café que está cerca de mi hotel como a las 3 hoy? Xx" 

Para: Nathan.

"Suena bien x." 

Suspiré una vez más y me recosté en mi cama. De verdad estaba cansada. Cerré mis ojos y antes de notarlo estaba dormida de nuevo. 

Desperté una vez más y ya eran las 3 de la tarde. Me cambié y salí. 

Cuando llegué al lugar que Nathan me dijo que fuera, ordené un vaso de agua mientras lo esperaba. 

Aún me sentía horrible. 

Cuando lo ví dirigirse hacia mí, comencé a temblar. Diablos, no sabía lo que le iba a decir. Ni siquiera pensé en eso. 

¿Qué siento por él? Obviamente, aún le tengo un poco de miedo. Eso es lo único que sé. El resto de mis sentimientos por él era una bola de estambre enredada en mi cabeza. Estaba todo tan mal. 

- hola - él dijo. 

Aclaré mi gargante, aún temblando.  

El silencio nos abrumó. 

- entonces... - él dijo rompiendo el hielo. 

- ummm - dije. Estaba muy roja, completamente congelada ante él. Como la primera vez. 

Levantó una ceja esperando que dijera una oración completa que tuviera sentido.  

- básicamente, Nathan, quería decir que ayer fue un total y completo error, ambos estábamos muy ebrios, no estaba pensando bien y - finalmente comencé a decir pero Nathan me interrumpió. 

Con un beso. 

Mis ojos se abrieron cuando su nariz rozó la mía. 

CLARAMENTE no estaba esperando eso. 

Lo empujé mientras avanzó con el beso. 

- ¿qué crees que estás haciéndo? Te dije que fue un error - dije alterada. 

Lo que me dio más miedo fue que esta vez el no estaba ebrio, para nada. 

Me vió confundido, como si eso era lo que yo quería.  

- pensé que... - tartamudeó. 

- No, Nathan. No pensaste en eso. Lo siento, me tengo que ir. Por favor, no me llames o me mandes mensajes. De verdad perdóname - dije mientras las lágrimas se escapaban de mis ojos. Afortunadamente, estaba usando lentes de sol. 

Agarré mi cartera y salí del lugar. 

Me odio a mí misma.

Me odio a mí misma.

Me odio a mí misma. 

Odio no saber cuáles son mis sentimientos. 

Odio pensar mucho las cosas. 

Odio que no puedo dejar el pasado en el pasado. 

Soy una persona tan estúpida.  

A Nathan de seguro se le rompió el corazón. 

Que estúpida Ashley, ni siquiera mereces estar viva. 

Mis pensamientos se tornaron tan intensos que pensé que iba a perder mi conocimiento y me iba a desmayar allí, como usualmente me pasa. 

Espera, ¿en dónde estoy? 

Estaba en esta calle sucia, algún lugar cerca de Times Square. Wow, debí haber caminado mucho. 

Llamé un taxi y me fui a mi casa. Me dirigí directo a mi cuarto y comencé a llorar. 

Mucho.  

Mi teléfono comenzó a sonar. 

- ¿hola? - dije sin nisiquiera mirar el identificador de llamadas. 

- ¿Ashley? suenas horrible - escuché a Mary decir. 

- gracias, que halago tan hermoso. - dije de manera sarcástica. 

- ¿qué pasó? - me preguntó. 

- nada, sólo estoy viendo una película - mentí. 

- ¿segura? - 

- sí - traté de reír, pero fallé en el intento. - ¿podemos hablar después? La película está buena - dije. 

- sí claro... Como quieras, adiós. - dijo de una manera confundida y terminó con la llamada. 

Me sorprendió que me haya creido, porque usualmente no digo mentiras, y si las digo, apesto haciéndolo. 

No me sentía bien, para nada. 

Y antes de saberlo, estaba dormida... De nuevo.