Alternativo.

353 33 3
                                    

Drabble / 850 palabras.
AU! Universidad / Fiesta

(

Nombre) podía apostar que era la quinta vez en el día en que escuchaba a Hange Zoe hablando sobre historias de titanes y guerras, lo que ciertamente le entretuvo en algún momento pero había comenzado a disociar desde que Erwin Smith entró a la fiesta organizada por Zeke Jaeger, con quien de por sí tenía una extraña rivalidad. Ella bostezó un poco, al menos el alcohol que bebía le daba sueño y consideró por unos instantes irse a su dormitorio, pero estaba segura que si abandonaba a Ymir, la pecosa se encargaría de recordarle lo mala amiga que era.

Su salvación fue Levi, el estudiante de bellas artes, quien golpeó a la castaña para que detuviera su perorata y fuese a ayudar a Moblit, el chico que había invitado y que ahora se encontraba desmayado en el jardín por algún brebaje preparado por los más jóvenes. Y la muchacha le agradeció, sonriéndole bajo la escasa iluminación púrpura, quizás un poco tóxica de las lámparas, que contrastaba con las prendas blancas manchadas de pintura de los invitados, a lo que el azabache contestó con un gesto sutil en dirección al golden boy, que discutía sobre algún tema con Nile y Marie, el supuesto "centro" del triángulo amoroso en el campus.

— ¿Crees que debería acercarme? —preguntó la fémina, levantándose del sofá verde y parándose cerca de la barra libre con el hombre de baja estatura.

—Si fuese tú lo haría, ese Nile habla pura mierda y Marie piensa que puede tener a Erwin cuando quiere —contestó, su ceño fruncido mientras daba otra calada a su cigarrillo.

—Pensé que ellos no habían tenido algo que ver...

—No están enrollados, pero maldita sea, ella es demasiado insistente —exclamó de vuelta, dándole un trago a su cerveza alemana—. Al menos Smith no es un idiota que piensa con la polla.

Ella casi se ahogó con su bebida, aguantando la risa por el tono en el que Ackerman se había referido a la rubia que casi nadie soportaba por su personalidad volátil. Se limpió la comisura del labio, intentando arreglar el manchón carmesí que pintaba su boca y observó con detenimiento como el varón que se robaba su atención le regresaba la mirada intensamente, tal parecía que la había captado comiéndoselo con los ojos. Sin embargo, no todo fue negativo cuando Erwin le hizo un ademán al grupo, para caminar hacia donde estaba (Nombre) y ¿Levi? Pero cuando la chica se giró para decirle algo, este se esfumó como la niebla.

Era una redundancia decir que lucía delicioso, con esa camiseta negra ajustada en sus brazos, su porte majestuoso y refinado, las piernas musculosas y un buen culo que la pobre joven quería azotar mientras entraba en lo más profundo de sus entrañas... Sí, necesitó otro trago para dispersar el nerviosismo y los pensamientos lujuriosos, concentrándose en su sonrisa segura, los orbes oceánicos analizando como su piel se erizaba y su cuerpo reacciona ante su imponente presencia de alfa. Dios, tenía la certeza de que si eso hubiese sido una mal fanfiction, acabarían cogiendo en algún baño asqueroso de la fraternidad sin importarles nada, solo dejándose llevar por la tensión sexual que por mucho habían ignorado.

— ¿Te estás divirtiendo? Tienes una expresión desconcertada —dijo sobre la canción de Post Malone que resonaba en el lugar—. ¿Tus amigas no están contigo?

Se rió suavemente cuando pasó uno de sus fuertes brazos alrededor de su cintura, juntando su anatomía contra la suya y el bermellón no tardó en cubrir esas mejillas cuando estuvo a poca distancia de sus labios tentadores—. Ymir se fue a coquetear con Historia, y Mikasa debe estar cuidando a Eren para que no coma muchos brownies.

—Todavía no respondiste que si te estás divirtiendo —soltó el rubio, su boca cerca del oído ajeno, causando que se estremeciera por lo repentino del escenario.

—Ahora que estás aquí no tengo de que quejarme —afirmó, agarrando confianza. Las pequeñas manos rodeando su grueso cuello que tanto deseaba explorar.

— ¿Sí? Bueno, que mejor opción para sacarme a alguien de encima, si tú puedes marcar territorio —atacó, su perfume envolviéndote en una nube de atracción inevitable.

—Sabes que yo no tengo problema con sujetarte del cuello y besarte aquí mismo, pero ¿eso es lo que realmente quiere el gran controlador y calculador Erwin Smith? —interrogó, apegando sus pechos contra los pectorales del varón y reduciendo la distancia que había entre sí.

—Es tiempo de dejarnos de juegos —sentenció, sellando el argumento con un acalorado beso en medio del ambiente retro de la fiesta.

Los murmullos, algunos chillidos y comentarios no tardaron en llegar, ni siquiera cuando muchos estaban bajo los efectos de cierto tipo de sustancias. Así que se podrán imaginar la ira que sintió Marie cuando vio esa escena, donde Erwin la mantenía encerrada en sus brazos, acariciando la cintura y sujetándola del cuello para profundizar el movimiento de sus labios con los contrarios, aspirando y probando la dulzura de su bálsamo de coco, aventurado en la calidez de su lengua que no le daba tregua en la batalla por la dominancia. Mientras que (Nombre) tampoco se quedaba atrás, enterrando sus dedos en la nuca del hombre y dejándose llevar por el ritmo salvaje de sus corazones latiendo en la misma sintonía.

Despiértame | Erwin Smith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora