· C u a r e n t a & C u a t r o ·

103K 9.1K 4.7K
                                    

Último capítulo oficial de la novela.

Después vendrá la portada de la segunda parte y los extras.

Mil gracias por acompañar a Olivia y a Jax hasta aquí, Andrea.

Mil gracias por acompañar a Olivia y a Jax hasta aquí, Andrea

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El viaje a Los Ángeles no estuvo mal.

En realidad, estuvo bastante bien.

Demasiado bien. Y a pesar del dinero, jamás me arrepentiría de nada. Porque hay cosas, como las experiencias vividas con amigos, que el dinero no podría nunca comprar.

Como ver a Heeijin tomar su primer café.

O a Isabella besarse con Lydia Stevens.

O a Carla mandarle un corte de manga en un vídeo a su hermanastro.

O a las cuatro bailando hasta casi quedarnos dormidas en una habitación de hotel, a las tantas de la madrugada, celebrando lo mucho que nos queríamos.

Y sí, quizás Los Ángeles no fuese Europa. Quizás estuviese a unas horas de distancia de nuestra ciudad natal. Quizás pudiésemos volver cualquier año... pero nunca así.

Nunca en una despedida como aquella, diciéndole adiós a una etapa especial de nuestra vida, de nuestras vivencias.

Todas juntas, como el equipo que siempre formamos. Que siempre formaríamos.

Y quizás Heeijin e Isabella se fuesen a otro estado al terminar sus estudios.

Quizás solamente Carla y yo nos quedásemos en nuestra pequeña ciudad estudiando.

Quizás Jax ya estuviese sobrevolando el océano hacia Italia.

Quizás la vida no tuviese marcha atrás y todo lo vivido solamente pudiese congelarse en nuestros recuerdos...

Pero eran únicos.

Irremplazables.

Inolvidables.

Y nadie nos los arrebatarías.

Regresamos a casa con una mezcla de cansancio, felicidad y resaca que no pensaba explicar a mi tía. Solamente tenía ganas de dormir unas cuantas horas más, fundirme con mi cama y soñar con las aventuras vividas.

De levantarme al día siguiente para reírme con mis amigas de nuestras travesuras en Los Ángeles y planificar las que estaban por ocurrir en los años universitarios, cuando visitásemos a Heeijin e Isabella en sus residencias estudiantiles.

Ya habíamos hecho un pequeño plan de vuelos económicos para poder conseguirlo todo. No nos daríamos por vencidas.

—¿El viaje bien? —Preguntó mi tía camino a casa, tras recogerme en la de Isabella, donde había pasado la noche.

Una Perfecta Equivocación © YA EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now