· E x t r a 2 ·

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NARRA JAX.


PRIMER DÍA DE CLASES

12 AÑOS

12 AÑOS

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Odiaba el instituto.

Apenas lo acababa de comenzar y ya era un hecho.

Igual que el colegio, la escuela secundaria solo era un vano intento de socializar con gente estúpida de mi edad, sin problemas reales. Una forma que tenía la vida de obligarme a estar separado de mi madre aunque yo no quisiera.

Aunque ella se estuviese muriendo, y cada segundo que pudiésemos pasar juntos, fuese interrumpido.

En aquellos momentos, mientras toda la clase estaba metida en algún estúpido juego de conocerse, yo solo esperaba el mensaje de respuesta de mi madre, diciéndome que aquella mañana todo iba bien.

Y quizás a cualquier persona pudiese parecerle una tontería, pero no lo era para mí. Si mi madre no me decía que todo iba bien, ¿qué narices podría pasar? Nunca fallaba, menos hoy.

¿Y si algo iba mal?

Estaba de los nervios.

—Hola.

Una voz sonó por encima de la pantalla de televisión y de los gritos de mis estúpidos compañeros. Una voz suave y alegre. Demasiado suave y alegre para mí.

Ni siquiera quise mirar a la voz.

—¿Cómo te llamas?

Imaginé a una compañera pesada, y repliqué un simple:

—Déjame en paz.

Ya podía darse por enterada de que me molestaba. Se iría y me dejaría en paz.

Sin embargo, eso no pasó.

La estúpida niña (porque a juzgar por su voz, era una niña), continuó insistiendo.

—Yo me llamo Olivia —mierda, ¿no podía callarse?—. Tu teléfono es el mismo que tiene Taylor Swift.

Lo que faltaba. ¿Y a mí qué mierda me importaba si Taylor Swift tenía ese teléfono o no? Me lo había regalado mi madre al cumplir los doce y eso era lo único importante del dichoso aparato.

Levanté la mirada hacia arriba, molesto por la intervención, y me encontré con unos ojos oscuros que me miraban con simpatía.

No sé que me molestó más, si lo animada que ella parecía mientras yo moría de angustia por dentro, o la cálida sensación que me embriagó por dentro al notar la calidez de su mirada. Como si algo dentro de mí gritase que debía pegarme a esa chica, en lugar de alejarla de mí... que es lo que al final hice.

Una Perfecta Equivocación © YA EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now