S| ❝WE ARE JUST STRANGERS
FOR YOU, WHY ARE YOU
HELPING US?❞
En donde Alanna se topa con un Alfa que tiene problemas para convertirse, con una cazadora que la persigue su tía muerta y con un chico hiperactivo que está poseído por un e...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
━━━━━━━━━━━━━━
Una cosa es despertar por la alarma en tu mesa de noche a las siete en punto de la mañana, avisándote así que empieza otro día más de estrés total por la escuela y por el lío de los dos Stiles que hay, junto con la desaparición de Lydia.
Otra cosa muy diferente es despertar en plena madrugada, descalza, fuera de tu cama, y peor aún, en medio de una carretera casi desierta con una camioneta en frente tuyo que casi te atropella.
Para ser sincera, no era la primera vez que caminaba dormida en medio de la noche inconsciente de lo que hacía. De pequeña ya había tenido unos pequeños casos de sonambulismo, nada grave. Sin embargo, esta vez sí era la primera en que caminaba dormida en medio de una carretera, a kilómetros lejos de mi casa y sin tener la mínima idea de cómo rayos había llegado hasta ahí viva y en una sola pieza.
-Uh, rubia, debe de tener dieciséis o diecisiete -escuché que decía el hombre una vez que salí del pequeño aturdimiento debido a lo que había sucedido minutos atrás-. No lo sé, apareció de la nada.
Miré a mi alrededor aún algo desconcertada mientras intentaba pensar con claridad en dónde rayos me encontraba y cómo es que había logrado caminar todos esos kilómetros descalza y sin haber caído en algún acantilado. De fondo, seguía escuchando al hombre, cerca de los cuarenta años, apoyado de su puerta abierta y hablando con alguien a través de su celular.
Proseguí a tantear los costados de mis pantalones de dormir por si encontraba mi celular, sin embargo, no había nada además de las envolturas de golosinas que se encontraban guardadas en mis bolsillos.
-Disculpa... ¿estás bien? -me preguntó el hombre una vez que cortó la llamada, acercándose a mí con sus manos ligeramente levantadas. Asentí-. ¿Cuál es tu nombre?
-Alanna Parrish -respondí vacilante después de unos segundos-. ¿Qué sucedió?
-¿No recuerdas nada? -inquirió bajando con lentitud sus manos hasta dejarlas a cada lado de su cuerpo-. Saliste del bosque caminando, casi te atropello -contó brevemente ante mi silencio-. ¿Segura que estás bien?
-Sí... sólo un poco confundida -afirmé algo insegura-. ¿Dónde estamos?
-Uhm, quizás a unos cuantos kilómetros de Oak Creek. No estoy seguro.
Fruncí mi ceño al no tener ni la mínima idea de qué era ese lugar ni dónde quedaba. Incluso la idea de que haya llegado a salir del condado de Beacon Hills se cruzó por mi mente.
