S| ❝WE ARE JUST STRANGERS
FOR YOU, WHY ARE YOU
HELPING US?❞
En donde Alanna se topa con un Alfa que tiene problemas para convertirse, con una cazadora que la persigue su tía muerta y con un chico hiperactivo que está poseído por un e...
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—¿Quieres que vaya en esa cosa? —pregunté con indignación y señalando el auto de policía de Blair estacionado afuera de nuestra casa.
—Puedes ir en el autobus de la escuela —propuso Jordan sin problema alguno y encongiéndose de hombros. Negué frenéticamente ni bien aquellas palabras se deslizaron por la boca del ojiazul y guardé las llaves de la casa en uno de los pequeños bolsillos que poseía el bolso que colgaba en mi hombro derecho.
—¿Qué hay de malo con el auto? —habló Blair a nuestras espaldas.
—Nada —me apresuré en responder. La mujer se dirigió hacia el asiento del piloto después de haber cerrado la puerta de la casa bajo llave, y luego de soltar un suspiro de rendición por no querer ir a la preparatoria, me subí a los asientos traseros.
—¿Lista para tu primer día de clases? —preguntó mi prima viéndome desde el espejo retrovisor.
—No tienes ni idea —murmuré con una sonrisa fingida y con cierta ironía.
Dejé que todo mi cuerpo cayese en el respaldar a la par que sentía cómo el vehículo se ponía en movimiento con destino hacia el peor lugar que alguna vez ha podido existir, y mucho más si no conoces a nadie: La preparatoria.
El fin de semana se había pasado más rápido de lo que hubiese querido, y por ende, el día de ir a clases también había llegado demasiado rápido para mi gusto. Y a pesar de que por fuera intentaba disimularlo, por dentro estaba muerta de los nervios y quería fingir que tenía un resfriado para no ir.
—Oh, vamos. No tienes por qué estar nerviosa —volvió a decir Blair al verme jugar con el elástico en mis manos—. También es el primer día en el trabajo para Jordan.
—No estoy nerviosa —negué.
—Claro, dile eso a la goma que tienes en tus manos —se burló mi hermano desde el asiento del copiloto conociendo a la perfección las costumbres que tenía.
—¿Ya te dije que te ves ridículo con ese traje de policía? —intenté cambiar de tema. ¿Y qué mejor manera que molestar a Jordan por lo ridículo que se veía con uniforme y con su cabello bien peinado?
—¿Ya te dije que te ves ridícula abrazando osos de peluche mientras duermes? —contraatacó dejando a la vista su perfecta dentadura.
Hice una mueca.
Lo cierto es que no era la primera vez que iba a una nueva escuela, de hecho, era la cuarta vez que tenía que pasar por algo así. Pero la diferencia era que por lo menos, en los otros cambios, tenía gente conocida y el hecho de adaptarme no era tan difícil. A diferencia de Beacon Hills, que era un nuevo pueblo y no conocía a nadie. Jordan era suertudo. Iba a trabajar en el mismo lugar que Blair, y ella de seguro le iba a presentar a sus amigos, lo que le ahorraba el hecho de hacer vida social por su cuenta.
