S| ❝WE ARE JUST STRANGERS
FOR YOU, WHY ARE YOU
HELPING US?❞
En donde Alanna se topa con un Alfa que tiene problemas para convertirse, con una cazadora que la persigue su tía muerta y con un chico hiperactivo que está poseído por un e...
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Como le habíamos prometido a Kira, Scott y yo la ayudamos a meterse a hurtadillas a la comisaría para buscar su celular.
Con la excusa de que la asiática tenía unas fotos íntimas en su celular que necesitaba eliminar en caso de que alguien las llegase a ver, Helena y Stiles no tuvieron problema en ayudarnos, quedándose afuera del establecimiento haciendo guardia por si se aparecía algún oficial o incluso el mismo sheriff.
No tuvimos muchos problemas, si no mencionamos el hecho de que Rafael McCall se apareció y que casi nos descubre de no ser por el par de amigos que se encargaron de distraerlo lo suficiente como para que Kira borre las fotos de su teléfono y poder salir los tres de ahí sin ser descubiertos.
Después de eso, Scott nos ofreció ir todos juntos a la fiesta de Danny aquella noche. Sinceramente, no era como si tuviese otros planes, así que no me tomó mucho aceptar.
—Sólo apareció en mi llavero esta mañana —siguió diciendo Stiles alzando su voz para que podamos escucharlo por sobre toda la música del lugar—. Le pregunté a mi papá si él la había puesto ahí, me dijo que no sabía nada.
—Sólo es una llave, ¿cierto? —hablé mientras intentaba no chocar con ninguna persona.
—Sí, pero no es mía. Y no sé de dónde apareció ni cuál puerta abre.
—¿Quieres ir a averiguarlo?
Stiles abrió la boca para responderle a Scott, de no ser porque una chica con una peluca naranja y que también brillaba se acercó a él y plantó un beso en su mejilla, manchándola al instante de pintura naranja. Le lanzó una mirada coqueta justo antes de desaparecer entre toda la multitud bailando.
—Sí... puede esperar —balbuceó sin apartar su vista del tumulto de personas por donde se había ido la chica—. Yo estaré por ahí.
No esperó una respuesta cuando ya se había adentrado en la multitud, desapareciendo a los pocos segundos de nuestro campo de visión. Mi mirada recorrió todo el apartamento bien decorado con luces de neón, hasta que finalmente di con la barra de bebidas a un extremo del lugar, un poco lejos de donde nos encontrábamos.
—Bueno, yo me iré a pintar mi cara —anunció Helena cuando su vista bajó hacia las manos entrelazadas de Scott y Kira.
—Y yo a tomar algo —notifiqué señalando con mi dedo pulgar la barra detrás nuestro.
