Capítulo 5 "el roce de la indecisión"

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Ambas chicas estaban en silencio, cada una tratando de encontrar las palabras adecuadas. Por una parte, Dahyun tenía demasiado que preguntar a la artista y esta última tenía mucho que explicar consiguientemente.

Se había metido en una situación difícil por un descuido tan simple que fue dejar su medicamento a la vista de su amiga, quien claramente sabría reconocerlo. Su mejor amiga había descubierto su tortuoso y doloso secreto. Los segundos seguían pasando y aún no había el valor suficiente para poder decir algo al respecto, pero tenían que hablar, se supone eran mejores amigas y se contaban todo, sus vivencias eran sabidas por la contraria siempre ¿Por qué una de ellas le había ocultado algo tan importante a la otra? Y no solo eso, aún había más… mucho más.

Chaeyoung trataba de tomar el valor suficiente, no solo debía confirmarle a su mejor amiga que, efectivamente, volvía a tener leucemia; sino que una metástasis estaba matándola sin remedio ni retorno y aunado a ello, venía la decisión de entregar a Mina y Tzuyu a alguien más. No sabía qué sería lo más difícil de decir, pero ya era momento, pues Dahyun cada vez parecía más inquieta.

-Ha sido muy difícil estos últimos días… he pensado en tanto y en nada al mismo tiempo. Es frustrante- Comenzaba a hablar Chaeyoung mientras miraba el suelo, evitando por momentos la mirada de la mayor.

-Bueno, una enfermedad de esta magnitud siempre es difícil de llevar, yo tengo que lidiar a diario con pacientes así, pero sé con certeza que podrás recuperarte, igual que la primera vez- comenzaba a hablar Dahyun, completamente ajena a la realidad.

Chaeyoung simplemente apretó sus manos una contra otra, mientras buscaba la mejor manera de decirle la verdad a su pálida amiga, pero tras cada palabra parecía más y más difícil lograrlo.

-No es así, esta vez es diferente Dahyun…- comenzaba, tratando de encontrar las palabras adecuadas para trasmitir el doloroso mensaje. La coreana mayor prestó atención a ella, como impulsándola a continuar.

-¿Qué lo hace diferente?- preguntó guiada por la incertidumbre.

-Tú sabes más que nadie que la leucemia mieloide es de las peores leucemias, a pesar de que ya cursé con ella, no hay posibilidades para mí esta vez… ya no…- Las palabras de la rubia inquietaron aún más a Dahyun quien no lograba decir nada todavía, esperaba el mejor diagnostico posible. -Dahyun… hizo metástasis a mis pulmones, el médico dijo que el pronóstico es fatal. Voy a morirme- por fin lo dejaba salir.

Para Dahyun fue como un golpe al estómago que rápidamente esparció su dolor por todo su pecho, subiendo hasta su garganta, lugar donde un nudo doloso también comenzaba a formarse. No podía ser verdad, su mejor amiga, alguien joven y alegre… alguien que apenas comenzaba a vivir, se le limitaba la vida de esa forma y era injusto.

Chaeyoung no escuchaba respuesta de su amiga y por lo que poco a poco fue levantando la vista, temerosa de encorarse con los ojos de Dahyun; cuando por fin los vio, una nueva punzada en su pecho se hizo presente. La expresión de la coreana mayor dejaba ver lo incrédula y dolida que estaba con la noticia, sus rasgados ojos oscuros pronto se cristalizaron y en un parpadeo, las lágrimas por fin cedieron, corriendo por sus mejillas.

-No puede ser verdad… no puedes decirme de la nada que voy a perderte- dijo primeramente. Chaeyoung entonces desvió la mirada un momento luchando por contener las lágrimas. -¡No puede ser un hecho que vaya a perderte!- repitió mientras caminaba presurosa hasta ella y la envolvía en sus brazos.

Por fin Chaeyoung dejaba caer sus lágrimas…

La rubia apreciaba demasiado a Dahyun, siempre estuvo con ella, ante cualquier situación, incluso en la preparatoria cuando se enfermó de aquel mal por primera vez. Cada día Dahyun estaba ahí, al lado de su cama en el hospital, sosteniendo su mano y diciéndole que todo estaría bien, ella estuvo ahí cuando lloraba al mirarse al espejo, perdiendo el cabello, y también estuvo ahí, feliz meses después cuando volvió a crecerle. Jamás la abandono… en ese momento podía sentir lo doloroso que sería esto para ambas, ya que el cariño era inmenso, estaba tan preocupada por su familia que no se detuvo a pensar en lo doloroso que sería también para su mejor amiga. Y ahí estaba envolviéndola entre sus brazos, buscando una forma de apaciguar el dolor que ambas estaban experimentando en ese momento.

Quédate a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora