Capítulo 16 "Habla conmigo"

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Recuerda el sonido de las aves aquel día, recuerda la calidez del sol de primavera en el periodo de inicio de clases. Había comenzado su segundo año en la escuela secundaria y su inquietud era creciente pues, Nayeon se había graduado, la coreana ya no estudiaría con ella en aquel instituto.

La sensación de nostalgia en su cuerpo no se iba, miraba de un lado a otro tratando de ver a alguien familiar, y aunque vio muchos rostros, ninguno le quitó esa sensación de soledad.

Para Mina, haber conocido a Nayeon el año pasado había sido maravilloso, la chica se hizo su amiga tan rápidamente. A pesar de los dos años de diferencia de edad, ambas se complementaron tan bien. Nayeon era divertida, alegre y sociable, no solo eso, también era muy amable y considerada, incluso podía ser muy madura y ayudarla a tomar decisiones. Mina por su parte era responsable, calmada y sensata, el tipo de chica ideal para muchos.

Eran tan contrarias y eso las hacía complementarse de una forma fabulosa que las tenía tan contentas y plenas, al menos eso pensaba Mina.

Y una nueva preocupación surgía en su pecho, que Nayeon encontrará otra amiga que la llenará y se olvidará de ella. De cualquier forma, solo era una pequeña de ahora 14 años y Nayeon ya tenía 16, ¿Qué clase de diversión encontraría alguien de 16 años con ella? Seguramente Nayeon ya estaría interesada en otras cosas, dejando atrás los juegos de pubertas; y comenzarían los intereses más maduros, como maquillarse, usar ropa linda para que le llamen linda y salir con chicos...

Ese pensamiento hizo que Mina se sobresaltada y detuviera su andar. ¿Nayeon interesada en salir con chicos? Diablos, aquella idea no le gustó en absoluto, la sensación que le provocó en el estómago fue tan desagradable que la obligó a acariciar levemente su estómago sobre su uniforme. Por un momento creyó haberse mareado de repente y se decidió por ir a un lavabo a refrescarse, quizá podría despejar sus dudas.

Una vez que llegó al baño más cercano, se miró en el espejo frente al lavabo, miraba su rostro; fino y blanco, se preguntaba si podría considerarse linda con todos esos lunares en su rostro. Después observó detenidamente su cabello, corto y negro. Quizá era momento de cambiar su peinado y deshacerse de su flequillo, aquel que cubría la mitad de su rostro.

Finalmente, tocó su estómago, mirando las áreas esponjosas en el. Nayeon era delgada y delicada, cuidaba su alimentación y su apariencia, eso mientras ella era sumamente sedentaria y comía diversidad de golosinas mientras jugaba videojuegos por horas. No se consideraba gorda, pero tantas golosinas no le estaban haciendo bien a su cuerpo.

"-Quiero ser atractiva para Nayeon Unnie...-" aquel pensamiento cruzo por su cabeza sin permiso alguno. Y tan pronto descubrió lo que acababa de cruzar su mente, soltó un fastidiado suspiro.

-Por el amor de Dios ¿Por qué querría ser atractiva para Nayeon Unnie? Se supone que los chicos deberían parecerle atractivos, no yo- sus palabras llenas de frustración se escucharon por todo el vacío baño.

Nuevamente levantó su rostro hacia el espejo, mirando su reflejo en el.

-Estás pensando demasiado, Mina... no importa cuán bella te veas, para Nayeon Unnie siempre será más atractivo un hombre-

No estuvo del todo segura en ese momento, pero, sus palabras y sus pensamientos comenzaban a tener un camino, uno que no le estaba gustando para nada.

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La hora de salida fue solitaria, no había alguien lleno de energía acompañándola y haciéndola reír, así mismo, la parada de autobús también fue solitaria y nostálgica, no había alguien a su lado compartiendo el calor de sus manos o una bebida. Solo era ella, mirando los autos pasar y la calidez de la tarde caer sobre sus hombros.

Quédate a su ladoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz