06. Escuela

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Lizbeth se levantó de golpe por tercera vez, ahora en su cama, verificó la hora en su teléfono: 6:06 am; todo había sido un sueño.

Su madre probablemente ni se haya dado cuenta de su ausencia, su verdadera madre.

Sintió un fuerte dolor punzante en sus costillas cuando se trató de levantar de la cama, estaba un poco débil y mareada, se dirigió a su tocador y se dio cuenta que tenía moretones por todos lados, tenía marcas como si la hubieran ahorcado, su labio inferior estaba partido y su abdomen tenía un gran hematoma.

Mierda.

Eso significa que no fue un sueño, ¿o sí?.

Acostumbrada a ver los golpes se empezó arreglar para no llegar tarde a la escuela.

Se puso la típica blusa blanca de botones, con el logo de la escuela privada que iba en su hombro derecho, una falda de cuadros color verde que le llegaba arriba de sus rodillas, y finalmente se estaba haciendo el nudo de su corbata azul; hoy decidió llevar su chaleco amarrado en su cintura.

Pasaron unos 40 minutos cuando vio su madre salir de su habitación, ¿acaso había...? maldita estúpida, había vuelto a la casa borracha y con uno de esos tipos que encontraba en los bares. Sabía que siempre salía mal eso, así que mejor decidió salirse de la casa y vagar unos cuantos minutos.

Sentía el peso de las miradas sobre ella, unas personas adelante de ella platicaban y se empezaron a reír, tal vez se reían de ella o la estuvieran criticando, probablemente las dos cosas.

Caminó dos cuadras más cuando vio la típica tienda de todos los días, por afuera tenía unas cuantas bancas esparcidas en el local, se sentó ahí por un rato y para no aburrirse sacó un libro que tenía en la mochila para leerlo: Artemisa.

Escucho un pop y luego una vibración en su chamarra, era su madre: —te has ido sin despedirte— wow ni siquiera unos buenos día o un ¿cómo estás?, la madre del año: —si mamá igual ni te has dado cuenta después de hora y media— y silencio el celular; continuó leyendo.

<<Necesito un café>> pensó

Se levantó y entró a la tienda, fue a la sección de los cafés y escogió uno negro solo, tal y como le gustaban, luego fue a pagarlo.

—Oh, hola Liz, ¿lo de siempre?— le saludó aquella amable señora

—Sí, lo de siempre Dril— no se sentía del todo bien así que tenía una cara seria —ah y esta vez dame unos cigarrillos—

—¿Sólo eso linda?— asentí y ella me cobró mis dos artículos.

—Gracias, ten un lindo día— Dicho esto ella salió de la tiendita y empezó a caminar de nuevo para llegar a la escuela.

Saco su teléfono y verificó la hora. <8:30am>

Llegaba media hora tarde, bueno se tendrá que aplazar más, no hay qué preocuparse era su primer reporte...del día.

Se sentó en la banqueta sacando su libro y dándole un buen sorbo al café que al cabo se lo terminó en dos sorbos más, transcurrido unos 10 minutos decidió sacar un cigarrillo y fumárselo.

<<Dios como amaba el sabor>>

Terminó el cigarrillo y el libro igual, botó el cigarrillo en la acera y guardó su libro en la mochila, se levantó de la banqueta y se dirigía a la escuela.


9:10am

—Señorita Lizbeth, un placer verla acá, nos alegra que nos haya honrado con su presencia— el profesor de matemáticas me dio una cálida bienvenida cuando entré por el portón, como lo odiaba, creía que era el mejor profesor y contaba unos chistes del culo, que no tenían sentido del humor y ni los entendía.

Puedes Ser Parte De Mí© [𝕰𝖓 𝖕𝖗𝖔𝖈𝖊𝖘𝖔]Where stories live. Discover now