Puedes Ser Parte De Mí© [𝕰𝖓 𝖕𝖗𝖔𝖈𝖊𝖘𝖔]

10. Una noche diferente

Abrí Spotify en la pantalla del coche y puse una playlist al azar.

𝖎'𝖒 𝖏𝖚𝖘𝖙 𝖆 𝖐𝖎𝖉|𝕻𝖑𝖆𝖞𝖑𝖎𝖘𝖙

Cuando me di cuenta ya eran las nueve de la noche. Había estado pérdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de la hora y se me olvidó ir al hotel.

Decidí aparcar a un lado de la carretera, supondría que nadie me vería ahí.

Caminé unos cuatro metros hasta alejarme del coche, me acosté en el pasto para poder mirar las estrellas que habían en el cielo; saqué mi teléfono y audífonos para seguir escuchando música en este hermoso paisaje.

No había ninguna nube en el cielo de color azul quemado, te transmite una gran calma.

Y ahí estaba ella, a la que todos juzgan sin conocer, a la que a pesar de haber tenido una infancia de mierda todavía logra poner una sonrisa, aunque no sepa lo que es la felicidad, la que durante por años tuvo que ver a su madre, hundirse en su propio infierno y cuando la trataba de ayudar lo único que recibía eran palabras hirientes hacia su persona.

Las lágrimas empezaron a brotar mientras recordaba.

Y creer que a los siete años intentó suicidarse, siete años, donde uno debe disfrutar su infancia, lo único que debes hacer es feliz, ser inocente, abrazos y cariño por parte de tu familia.

"—¿por qué no hablas con nosotros?—, —estamos para ti—, —una niña como tú debe saber que no estamos para sus berrinches—, —deberías concentrarte en tus estudios—, —no sirves para nada—, —eres una decepción—" todos los días las mismas frases.

¿Acaso no se daban cuenta que estaba muy jodida para querer morirme a los siete años?, me siento como una carga, una escoria más en este mundo de mierda. Todas las noches desde hace 56 años sólo se acostaba y prefería mirar al techo a que hablar con alguien y pensar: —no quiero ser un problema más en mi perfecta familia— para que solo me digan "contrólate, exageras"

Ataques de pánico, sólo respira y se te calmara, ¿no puedes salir de la cama? haz al menos un intento floja y haz algo útil, ¿depresión? es sólo una excusa para que te prestemos atención, dañarte a ti misma es sólo exageración, realmente no sientes nada, sólo eres una mierda; y muchas cosas más que siempre escuchaba que sólo empeoraba.

No, yo no me sentía parte de esa familia.

Las lágrimas empezaron a brotar más y más hasta que se fue convirtiendo en un llanto incesable.

Yo sólo quería ser una niña con una infancia feliz, no necesitaba que me llenaran mi cabeza con toda esa mierda.

Juzgaban sin realmente saber lo que pasa dentro de la gente, necesitaban que me viera perfectamente para no arruinar su imagen de padres perfectos, si sufrías no debías demostrarlo porque sólo te haces ver débil.

Sentía que le ardía el pecho, su corazón estaba bombeando muy rápido y nuevamente los temblores en su cuerpo aparecieron.

<<Lo siento por ya no ser una persona, soy un problema>>

Al pasar los años se puso cada vez peor la situación.

Aquel día que el intento de suicidio fallo me encontraba en una camilla de hospital con toda mi familia alrededor mirándome molestos, unos parecían querer gritarme, mi madre sólo me veía, trate de tomar su mano y ella la retiro rápidamente como si le diera asco. Al salir del hospital pude ver a los reporteros afuera haciéndonos preguntas, tomándonos fotos, sólo escuchaba a mi padre gritarles y hasta golpeo a uno, mi hermano me tenía rodeada para protegerme, después de entrar al coche empezaron los gritos, regañándome, culpándome, que era tan inmadura y necesitaba tanta atención que no me puse a pensar en los daños que podría hacerle a la reputación de la familia.

—¡ERES UNA ESTÚPIDA!— se encolerizó —¡NECESITAS TANTA ATENCIÓN QUE NO TE DAS CUENTA EN CÓMO NOS AFECTA— siguió —¿CREES QUE TIENES PROBLEMAS? PUES TRAGÁTELOS Y ENFRÉNTALOS, ERES UNA MALDITA NIÑA INMADURA— y me pegó una cachetada que escupí sangre, mi hermano se puso frente a mí cuando vio el segundo golpe que me iba a lanzar —TÚ QUÍTATE—

Y el recuerdo se desvaneció, la garganta le ardía como si mil cuchillos ardiendo los estuviera tragando.

<<Mierda, no debo llorar>> pensó secándose abruptamente las lágrimas

—Nunca pude hacerte feliz, todo lo que hacía era mal para ti, era un error más— balbuceo entre el llanto —quería tener una verdadera familia, ser feliz. Todavía lo quiero— y siguió llorando, se había puesto en posición fetal como si así se fuera a proteger de todo el daño causado.

No puedo evitar repetirme que no es mi culpa. Todavía últimamente empiezo a temblar sin razón alguna, tus palabras fueron de hace años pero siguen doliendo más que todos los golpes recibidos y jamás se va la sensación.

Mierda, odio sentirme así.

Sigo varada esperando a que ella diga algo, y no, creo que yo ya voy dudando de si algún día ella realmente me amo; ya me voy a rendir, pensaba <yo también quiero ser feliz>.

Ella volteó a ver a las estrellas y sonrió para sí.

—yo sigo estando para ti— le susurraron, el aliento de la persona era cálido, luego sintió un abrazo, un abrazo protector y pacífico.

El llanto nunca paró.

Y ahí estaba ella, se veía tan frágil, tan pequeña.

La que siempre llevaba cara seria, la que no parecía tener sentimientos; no sentía nada por nadie o por alguna situación, estaba acostada llorando todos los años de maltrato psicológico y físico, la que sin importar que había pasado se levantaba y luchaba por lo que quería.

Nadie podría saberlo mejor que él, él siempre estuvo para ella.

Los recuerdos duelen más que una bala.

Se quedó dormida en los brazos del desconocido.

—shhh, sólo duerme— murmuró aquella persona mientras le acariciaba su cabello con cariño.

Ella murmuraba sobre un cuarto blanco y de una señora que la quería atrapar para volverla a mandar a un lugar doloroso, donde la tristeza mana por todos lados y no descansaría hasta encontrarla. Las pastillas, una y otra vez repetía

Cerró los párpados lentamente mientras sucumbía a la oscuridad y extraña tierra de los sueños.