11. Otra vez

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Solo tenía 6 cuando los golpes empezaron.

No fue tu culpa.

Yo debía comportarme mejor.

A veces me pregunto lo que es ser feliz.

Yo nunca lo he sentido.

Uno nunca sabe hasta que lo siente.

Días, meses, años y nunca mejoraba.

Amar es destruir, y ser amado es ser destruido

Los sentimientos son una mierda.

[...]

Un escalofrío recorrió mi espalda.

El piso estaba rocoso, ya no se sentían las hierbas y flores que había.

<<Mierda, la misión>> pensé

Abrí mis ojos y me senté en aquel lugar desconocido.

Sólo veía oscuridad.

Empecé a palmear a mi alrededor para poder descifrar mejor en dónde me encontraba.

Piedra.

Lo único que sentía era una superficie dura y rígida: piedra, nada más había en aquel lugar. El recuerdo de la misión se me vino a la mente.

—Mierda— mascullé para sí y empecé a analizar la situación. —No soy tan estúpida como para salir corriendo sin saber a dónde, eso solo lo hacían los estúpidos de las películas— dije irónicamente —No puedo ver nada a mi alrededor y las pardes son de piedra, eso me lleva a la conclusión de estar en una cueva, mi ropa...— y empecé a sentir la vestimenta que tengo puesta y se sentía diferente —esta no es mi ropa...Pero qué mierd-

Puede ser que alguien me haya visto y me secuestrara, pfff eso no es posible, ¿matarme? sí, pero no secuestrarme y dejarme viva, ¿quién haría algo tan estúpido como eso?... A menos que...Mierda.

Levanté mi mano a la altura de mi pecho y cerré mi palma.

Me relaje.

<Luz> pensé y volví abrir mi mano; salió una luz tenue de color naranja.

Era lo que pensaba.

Volví a viajar.

Mierda.

Me puse de pie y vi una especie de túnel a unos pasos de aquí, miré a mis alrededores y estaba en mi punto de llegada. Demonios, ¿cómo no se me pudo haber acordado?. Avancé más en el túnel cuando vi que la luz del sol se veía a unos metros y ahí fue cuando empecé a correr.

Ya afuera pude ver la silueta de un chico frente a mí.

<<Abel>> pensé, pero cuando se dio la vuelta vi que no era Abel.

—Hola Liz, cuanto tiempo sin vernos— sonrió y se empezó a acercar.

—Veo que te pintaste tu cabello de otro color

Se escucho una pequeña risa ronca salir de su boca.

—Me da gusto que notes mis cambios, quería que combinara con mis ojos y con algo que me fascina, corderito

La sangre, un gusto que compartimos; su cabello rojo y espeso como la sangre, sus ojos no eran completamente rojos, eran negros con una pisca de rojo. 

Odio que me llame así.

—¡No me llames así!, ¿entendido?— hice aparecer un cuchillo en la palma de mi mano y se lo puse en su cuello rápidamente, amenazándolo. 

Alzó sus manos como rindiéndose.

—¿Podrías bajar eso?— me dijo y me señaló con la mirada la cuchilla que tenía en su cuello, el alzó las cejas y rió para si —Si te quisiera matar lo hubiera hecho ya, corderito— las últimas palabras las pronuncio lentamente y sonrió.

Eso me enfureció más.

—¡Te dije que no me llames así!— le grité con rabia y podía sentir que todo mi cuerpo empezaba a cambiar, podía sentir el calor me empezaba a envolver.

Muy pocas personas me hacían perder la paciencia...¿qué?...bueno, la poca...la paciencia que no tenía hacia las personas era nula pero este chico, joder que me acaba la paciencia que no tengo.

—Yo te llamo como quiera— dijo con calma —Y cálmate de una vez, no queremos que pase algún "incidente"— y con sus manos hizo comillas —como la otra vez, ¿verdad?— y me miro con una pequeña sonrisa. Joder ¿qué tiene este tipo con las sonrisas?

Bajé la cuchilla de su cuello y la guardé en su funda que estaba en mi pierna derecha.

—Bien— dije irritada —Ahora, dime ¿qué haces acá?, habíamos quedado en claro que no nos volvamos a ver, cosa que rompiste cuando me fuiste a visitar en mi casa— escupí irónicamente y lo señale con mi dedo índice a su pecho, con cuidado de no tocarlo.

—Uno, te necesito para una tarea y por eso vine, Dos, nunca acordamos tal cosa, tú hablaste y yo me fui dejándote hablar sola, por lo que no cuenta, Tres y último, sabes que es imposible que alguien de aquí vaya hasta allí, ¿o acaso no lo sabías? . . .Vaya pensaba que eras lista— Mierda, este tipo me vuelve loca y no de la buena manera.

—Oh, entonces me estás diciendo que estoy loca y que me lo imagine, ¿no? porque no le busco otra explicación Demon

—Me encanta como se escucha mi nombre en tus labios y la palabra loca no debe ser algún insulto para nosotros, ¿no?— y las comisuras de sus labios se alzarón

Rodé mis ojos —No tenemos, mejor dicho, YO no tengo tiempo para esto; cuéntame qué quieres que haga

—Oh , créeme quiero que hagas muchas cosas conmigo—sus ojos recorrieron mi cuerpo de arriba y abajo —lamentablemente hay otra cosa más importante— me insinuó —ya sabes, cosas de vida y muerte— dijo sin darle mucha importancia

—¿Cuánto?

—10

—¡10!, el tipo se ve que es importante, ah

—Cuando lo mates te transferiré el dinero, los detalles te deben llegar en unas horas, pero sé que eres rápida y eficiente, siempre y cuando no estés con ese gusano de mierda.

—ja-ja-ja— cierto que Abel era un estúpido pero sólo yo lo puedo llamar así —No le digas así— lo amenacé —A mí no me afecta si trabajo o no con él, yo siempre soy eficiente

—Uh y dímelo a mí primor.

—Arrgh, tú si sabes cómo desesperar a la gente— dije irritada y sobándome la cien

—Por cierto, ¿él no está aquí verdad?

Mierda, se me había olvidado, no le pude decir dónde estaba y ahora menos.

—No— dije calmadamente

—Mejor, no queremos que se vaya a la mierda este trabajo

—Todos mis trabajos son perfectos— pude ver que me devoraba por la mirada —¿Podrías de ser un maldito pervertido por un minuto?

Vi que me miraba de arriba abajo de nuevo y se mordió el labio inferior para luego pasar su lengua por ellos.

—Es un poco difícil cuando se trata de ti. ¿Quieres que te lleve?— señalando a los lejos un carro

Rodé los ojos y acepté su propuesta.

—Mi lady— extendió su mano para que la tome e hice lo que quería. Me acercó más a él y colocó su brazo en mis hombros y rodeé su cintura con mis brazos —¿Quieres hacer antes una parada?...Ya sabes, como en los viejos tiempos— su cara estaba juguetona y el tono de su voz igual.

—No— dije fríamente y él sólo río

Nos subimos a su coche, encendió el motor y empezamos andar.

Puedes Ser Parte De Mí© [𝕰𝖓 𝖕𝖗𝖔𝖈𝖊𝖘𝖔]Where stories live. Discover now