Morelli [2] ✔️

Capítulo 13

Rituales

Acaricio los hombros tensos de Massimo mientras él habla por teléfono, o más bien discute, con uno de los hombres que dejó a cargo de los hoteles que ahora sé que posee en Grecia y que son la base de la fortuna Morelli junto con los clubes de Malakai.

Durante una semana en la que mis destinados y yo hemos estado residiendo en el palacio Rimaldi, los demonios han cumplido su promesa de mantenerme al tanto de todo y de incluirme cuando sea posible.

En estos siete dias, el vínculo no ha hecho más que crecer y volverse casi asfixiante, al punto de no poder estar demasiadas horas separados sin que comience a molestarnos la distancia. He aprendido tanto de ellos como ellos lo han hecho de mi.

Día a día, sus personalidades tan diferentes y a la vez tan igualmente abrasivas, no han hecho más que corroborar que tomé la mejor decisión de mi vida al unirme a ellos. Las continuas muestras de amor y admiración de Massimo llenan mi corazón de ternura y amor a cada hora que pasa, al igual que lo hace la personalidad explosiva e intensa de Malakai, la cual se complementa con la personalidad calmada y apasionante de Massimo.

En ambos encuentro todo lo que alguna vez soñé y que me tiene en una nube de la cual nunca quiero aterrizar. Mis destinados son tan atentos y protectores, tan complacientes y cariñosos que solo puedo imaginar la hora de que todo esto termine y podamos vivir en paz para seguir conociéndonos y viviendo juntos.

En esta semana, me han explicado todo lo que necesito saber y he aprendido tanto de ellos como he podido. Como que Massimo tiene una cadena hotelera billonaria que se extiende por toda Europa y a la cual le encanta dirigir, porque las finanzas y los negocios le apasionan, cosa que demuestra en su personalidad al ser un demonio autoritario y exigente, el cual se muestra dominante y vehemente cada vez que me hace suya en donde le plazca.

Malakai, por su parte, tiene una cantidad más reducida de clubes y que solo se extienden por Grecia. Me contó que le gusta tocar el piano en ellos, al igual que lo hace con el que hay en una de las habitaciones del palacio y en el cual ha intentado enseñarme algunas canciones cuando no estamos ocupados atendiendo los problemas que los cazadores siguen causando en todas las sectas del mundo. A veces me canta al oído con su gruesa voz y todas esas veces termina haciéndome suya sobre la tapa del piano o sobre las mismas teclas de este.

Durante todos estos días, he explorado sus cuerpos y sus pensamientos de tantas formas que mis dedos se sienten ansiosos cuando no les tengo cerca por varias horas seguidas. Que mi corazón late agitado cada vez que les tengo cerca y mi piel reconoce su tacto sin siquiera verles.

Sin embargo, al igual que nuestro vínculo se ha ido fortaleciendo a lo largo de esta semana, también lo han estado haciendo los cazadores. Dos destinados han muerto en estos siete días y un demonio puro se ha suicidado a causa de ello. Los ataques se vuelven cada vez más violentos y los líderes de las sectas cada vez están más furiosos.

Los Maxwell han estado tan tensos en cada una de las tres llamadas que hicimos en estos días, que su tensión me ha dejado más preocupada que nunca antes. Y, para empeorar la situación, Massimo y Malakai a veces se ausentan por demasiadas horas en la noche y, al volver, sus camisas siempre están hechas girones y sus puños están ensangrentados.

Sus expresiones son sombrías cuando salen de la ducha y vienen directo a la cama conmigo, y no se atreven a tocarme hasta la mañana siguiente, cuando ambos se encuentran seguros de que la furia que fluye por sus venas no les hará perder el control y lastimarme a la hora de tocarme.

Ninguno de los dos me dice exactamente qué es lo que hacen cuando se van, pero tampoco me mantienen a ciegas en una totalidad, ya que me informan de todo lo que pasa en cuento ataques y contraataques por parte de las sectas y los cazadores. También me explican sus métodos de ofensa y defensa contra ellos, dejándome quedarme cuando planifican bombarderos a iglesias pertenecientes a los grupos cazadores o a simples miembros que localizan de forma individual.