Amapola - Sueño

C68 - ¿Con quién?

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Sala de billar en la escuela de hembras 

Merlín siguió las instrucciones de Cilo y practicó el billar durante varias partidas. Cuando metió una bola en una tronera, levantó los ojos por un momento. Pensó en una escena similar durante la cita a ciegas, y le vino a la mente la forma en que Harvey le había mirado.

Como los ojos de una bestia que mira a su presa.

De repente, un rastro de calor subió desde el fondo de su corazón. Frunció el ceño, se levantó y se apretó la nuca. Al cabo de un rato, el calor seguía sin disiparse, sino que aumentaba a un ritmo lento. Bajó los ojos y bebió agua, con un aspecto muy tranquilo.

Estaba muy familiarizado con esta sensación, su celo estaba llegando.

La etapa inicial del celo era sólo ligeramente incómoda, tan mínima que las hembras que no estaban familiarizadas con ella, siempre la ignoraban. Dos días después de entrar en la etapa inicial, el celo se disparaba. Y por supuesto, si eran estimuladas en el proceso, pasaban directamente de la etapa inicial a la etapa media, a la manía.

―¿Qué tal si comemos en mi casa? ―, sugirió.

El resto del grupo no tuvo ningún problema. El Gran Duque Joop disfrutaba mucho de la vida, y el cocinero de su casa era especialmente bueno.

Los cinco volvieron a sus habitaciones para asearse antes de ir a comer a casa de Merlín y luego a sus respectivos hogares.

Merlín se sentó en el sofá con la mano en la nuca, con el pulgar frotándose la nuca inconscientemente, reflexionando sobre los 'machos agradables' y tratando de elegir uno para pasar el celo.

Sin embargo, después de eliminar un gran grupo de machos en su mente, no pudo encontrar el adecuado. La forma en que Harvey lo miró le vino a la mente de alguna manera. Se quedó pensativo, sujetándose la barbilla, y se sorprendió un poco al ver que no parecía estar muy disgustado con Harvey.

Reflexionó un momento, y luego sus ojos se iluminaron.

¡Los machos de otros planetas! ¡No había mejor macho para el trabajo que esta identidad! No hay que preocuparse de que te molesten en absoluto cuando termines.

¡Perfecto!

Mientras pensaba en ello, su terminal vibró ligeramente. Era un mensaje de Elou, una captura de pantalla del certificado de matrimonio acompañada de la palabra '¡Merlín!'.

Inmediatamente después, Kevin también le envió un mensaje.

Al momento siguiente, recibió otro mensaje de Kevin reenviado por Guy.

El mensaje de Kevin, obviamente, fue enviado a un grupo de amigos.

Merlín se quedó mirando la pantalla de luz durante dos segundos y se le ocurrió una idea.

Marcó el comunicador de Guy: ―Hermano, me voy a la villa unos días.

Guy preguntó: ―¿Por qué? 

―Estoy en celo ―, dijo Merlín directamente, ―y no es conveniente quedarse en la mansión.

Guy dijo con suspicacia: ―No vas a encontrar un macho con el que pasarlo, ¿verdad? 

―¿Por qué no? ―Preguntó Merlín: ―Los inhibidores están empeorando.

Guy tropezó y preguntó: ―¿A quién quieres? 

Merlín declaró: ―A Harvey.

―¡¿Qué?! ―La voz de Guy se quebró y luego dijo rotundamente: ―No. El abuelo no lo aprobará.