Capítulo 11

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Trabajar, trabajar y trabajar. Conciertos, sesiones fotográficas, comerciales, entrevistas y ahora una gira a los Estados Unidos de Norte América. Es que acaso Xue Yang no se daba cuenta del mal estado en el que estaba Wei Ying, era evidente que había bajado mucho de peso, su piel estaba pálida y sin vida, y su música cada vez era más oscura, reflejo del dolor que guardaba en su alma.

Wen Ning estaba preocupado por la salud tanto física como mental de su amigo, pero aunque trato de hablar con él para que le pidiera a Xue Yang que le diera unos días para recuperarse, su amigo se había negado ya que la gira era muy importante para su marido y no se atrevía a pedirle que la pospusiera, sin embargo esperaba que al finalizar esa gira se pudiera tomar unas semanas para visitar a su familia ya que su hermana estaría dando a luz en esos días y quería conocer a su sobrino, además Jiang Cheng tomaría posesión como nuevo director de la compañía Jiang, en sustitución de su tío que se retiraría de su puesto y con esto su hermano pensaba pedirle a Wen Qing que fuera su esposa.
Así que Wei Ying quería mantener contento a su esposo para que lo dejara tomarse esos días sin problema.

Wei Ying estaba por terminar de preparar el equipaje que llevaría al viaje, la maleta de Xue Yang y la de A-Yuan estaban ya listas, viajarían con todo su personal, la niñera, Wen Ning, Wen Chao, sus músicos y por supuesto su maquillista, así que tenían que estar temprano en el aeropuerto para documentar todo el equipaje y el equipo que llevarían.
Xue Yang estaba más que molesto, él no estaba de acuerdo en llevar al hijo de Wei Ying, pero esta fue la estúpida condición que su querido esposo puso para hacer la gira, le había costado tanto trabajo conseguirle el contrato para servir de telonero del grupo de K-POP que estaba de moda, los BTS. Abrir los conciertos de la gira del grupo coreano le serviría para darse a conocer en el extranjero y no lo iba a estropear por el capricho de Wei Ying. Así que sin más opción tuvo que ceder y llevar al crio.
La gira estaba siendo un éxito, desde su primera presentación Wei Ying capto la atención de varios medios de comunicación, que pidieron que se les concedieran entrevistas, y Wei Ying cautivo con su talento y belleza al público americano. Al término del viaje Wei Ying se había convertido en una sensación para el público anglosajón y de ahí había trascendido a otros países del continente y también algunos de Europa.
Pero el precio había sido alto, Wei Ying cayó enfermo casi al momento de aterrizar de regreso en China. Todos se llevaron un buen susto al verlo desplomarse sin sentido, Xue Yang corrió a revisarlo y pidió que llamaran a una ambulancia, en verdad estaba preocupado.
Ya en la sala de espera del hospital y con un niño llorando por ver a su madre desmayado y la preocupación, Xue Yang perdió la poca paciencia que le quedaba y le dio al niño un bofetón que lo dejo enmudecido unos segundos para después soltarse a llorar con más fuerza, tanto del dolor del golpe, como del miedo.
Wen Ning corrió a sostener al niño mientras le gritaba a Xue Yang por lo que hizo, los dos se pusieron a discutir hasta que personal del hospital los amenazo con echarlos si no se controlaban, además de que le advirtieron a Xue Yang que si volvía agredir al menor lo remitirían a las autoridades, así que Xue Yang envió al niño con la niñera al departamento acompañados de Wen Ning a quien le prohibió regresar al hospital.

El diagnostico no era nada alentador. Según el doctor que atendió a Wei Ying, el joven estaba en una posición delicada, tenía un alto grado de desnutrición y padecía anemia, su cuerpo estaba sufriendo un colapso por la fatiga y el poco descanso que tenía, también estaba severamente intoxicado con sustancias utilizadas como pseudoestimulantes, pero que no eran otra cosa que drogas para no dormir y además se encontró también rastros de alcohol en la sangre. El tratamiento no era otro que una rehabilitación y desintoxicación en una clínica especializada y cuidar su alimentación y descanso, o si no su cuerpo colapsaría y podría perder hasta la vida.
Xue Yang se negó rotundamente a internarlo en una clínica, ya se imaginaba los titulares de las noticias si se filtraba su problema. Definitivamente Wei Ying tendría que dejar sus malditos vicios por sí mismo o él lo obligaría. Ya tenían varios contratos firmados para los próximos meses y si no cumplían perderían mucho dinero en indemnizaciones, además de que ya había pagado el alquiler del estudio de grabaciones donde grabarían el nuevo disco.

Wei Ying fue dado de alta ese mismo día y Xue Yang lo llevo inmediatamente al departamento, al llegar A-Yuan corrió a los brazos de su madre y se puso a llorar desconsoladamente, el corazón de Wei Ying se rompió al ver el estado de su bebe. No solo era el llanto, también noto el moretón en su mejilla y supo sin necesidad de que se lo digieran que el responsable había sido Xue Yang. Wei Ying estaba que hervía por dentro, ya era bastante aguantar los abusos de su marido hacia él, pero lo que no permitiría era que lastimara a su niño. Trato de consolarlo y lo envió con la niñera a su habitación. En cuanto se quedó a solas con Xue Yang ya no aguanto más. Se puso a temblar. Se le subieron los colores, y la adrenalina hizo que el corazón le latiera más deprisa que de costumbre.

—¿Cómo te atreviste a lastimar a mi niño?  Si he permitido que me trates mal ha sido porque pensé que solo sería por el estrés que tienes por la carga de trabajo, pero no te permito que toques a mi hijo. No quiero que esto se vuelva a repetir. ¿Entendido?

Xue Yang no esperaba un arrebato de este tipo de parte de Wei Ying, y no lo toleraría, esta vez le dejaría bien claro quién era el que mandaba en esta relación.

—Tú no me vas a venir a gritar. Entiende de una vez por todas que yo soy quien manda aquí. Tu solo eres un parásito. Ya he soportado todo este tiempo que cada vez que ves a ese mocoso tu corazón suspire por el imbécil de su padre. Ese niño es un recordatorio constante de tu pecado. ¿Crees que no me doy cuenta de que aún no has olvidado a ese Lan Wang Ji. Pero ese chico nunca te quiso porque se dio cuenta de que no vales nada. Por eso no le importas un cuerno a tu familia. Por eso nadie nunca te ha querido.

Wei Ying temblaba de coraje, sus ojos se llenaron de lágrimas pero luchaba por no dejarlas caer, nunca pensó que el hombre que decía amarlo le hablara de ese modo.
— ¡Eres un malnacido Xue Yang! ¡Te odio!

Xue Yang le dio una bofetada tan brutal que le volvió la cara del revés. Wei Ying oía un zumbido muy estridente en los oídos. Trago saliva penosamente y se llevó la mano a la mejilla.

—Dijiste que nunca más volverías a hacerlo —murmuro con voz ronca.

Xue Yang respiraba entrecortadamente y tenía la mirada de un loco.

—La culpa es tuya por sacarme de mis casillas. Maldita sea, te enseñaré a comportarte como es debido. — Agarró a Wei Ying de un brazo y con la otra mano le cogió del pelo y se lo llevó por la fuerza a la habitación. Una vez allí lo dejó tendido boca abajo encima de la cama, sin dejar de soltar juramentos.

— ¡No! —Chillo Wei Ying, la voz ahogada por la colcha— ¡No, por favor!

Pero Xue Yang le bajó de un tirón los pantalones y la ropa interior y metió su miembro en el sexo sin preparar de Wei Ying,  la penetración le produjo un dolor tan intenso que se convirtió en fuego líquido, y supo que Xue Yang había roto algo dentro de él. Luego empezó a embestirlo más deprisa, cada vez más fuerte, reduciendo la ferocidad de sus primeras acometidas únicamente cuando Wei Ying dejo de murmurar que no y se quedó callado mientras las lágrimas resbalaban hacia el colchón. Trato de pensar más allá del dolor, se dijo que aquello pronto habría acabado. «Tú sólo aguanta, aguanta, se correrá enseguida.»
Hubo una última acometida devastadora y sintió que Xue Yang se estremecía dentro de él, y Wei Ying se estremeció también mientras pensaba en el líquido que llenaba su interior. Xue Yang no había usado preservativo, Wei Ying no quería quedar embarazado de esta bestia. No quería tener nada que ver con él.
Dejo escapar un suspiro de alivio cuando Xue Yang salió de él. Noto que un hilillo caliente le resbalaba por los muslos. Lo oyó subirse los pantalones y cerrarse la cremallera.
—Estas sangrando, límpiate —dijo Xue Yang con brusquedad.
Wei Ying no dijo nada, y se limitó a levantarse de la cama para limpiarse, se puso en pie y torció el gesto ante el intenso palpitar del dolor, luego se encamino hacia el cuarto de baño con paso vacilante.

—Tampoco hace falta que le eches tanto melodrama al asunto, caramba —le oyó decir a Xue Yang.

Wei Ying guardo silencio mientras entraba al cuarto de baño. Entro y cerró la puerta. Abrió las llaves de la ducha, espero hasta que el agua salió lo más caliente que podría aguantar, y entonces se desnudó y se metió en la bañera. Se quedó inmóvil bajo el chorro de agua durante lo que le pareció una eternidad, hasta que sintió el cuerpo limpio, dolorido y lleno de escozores. Su mente flotaba en una nube de perplejidad, y no dejaba de preguntarse cómo podía ser que su vida se hubiera convertido en esto. Tal parecía que el dolor de Wei Ying, ya fuese emocional o físico, simplemente no existía para Xue Yang. Pero Wei Ying había creído que Xue Yang lo amaba. ¿Tanto había cambiado Xue Yang desde que se casaron, o había cometido Wei Ying un error fatal a la hora de enjuiciarlo?
Cerró las llaves de la ducha, se envolvió el cuerpo dolorido en una toalla y fue al espejo. Utilizo la mano para limpiar un círculo en el espejo empañado por el vapor. Vio que tenía la cara enrojecida, y uno de sus ojos había empezado a hincharse.
La puerta del baño vibró.

—Llevas demasiado rato ahí dentro. Sal ya tenemos que arreglar este asunto de una buena vez.

—¿A qué te refieres? Wei Ying sintió miedo de que Xue Yang quisiera seguir con la discusión, se avergonzaba por ser tan cobarde pero cuando su marido se ponía furioso lo aterraba.

—Abre la dichosa puerta y deja de hacer berrinche.

Wei Ying quito el cerrojo y abrió la puerta, se quedó inmóvil ante Xue Yang, aquel hombre enfurecido que parecía dispuesto a hacerlo pedazos en cualquier momento. Wei Ying le tenía miedo, pero por encima de eso, se sentía completamente vencido. Siempre había hecho todo lo que estaba en su mano para seguir sus reglas, pero él las cambiaba continuamente.

—Esta vez sí que no me voy a disculpar —dijo él—. Lo estabas pidiendo a gritos. Sabes de sobra que no debes hablarme así, además ya estoy cansado de que me estés engañando con cualquier hombre que se te ponga enfrente.

— ¿De dónde sacaste eso? Yo nunca te he faltado —dijo Wei Ying con incredulidad—, ¿Cómo puedes pensar eso de mí? Yo siempre te he respetado, por que te amo.

Una nueva oleada de ira empezó a enrojecerle la cara a Xue Yang.
—Cierra la puta boca. ¿Crees que no sé qué te revuelcas con ese imbécil de Wen Ning?  Además no creo que Wen Chao te diera esas pastillas de a gratis, eres como una perra en celo, pero a mí me niegas mis derechos y eso ya no lo voy a tolerar. De ahora en adelante vas a obedecerme en todo. Empezando con ese mocoso al que voy a llevar a un orfanato, no lo quiero volver a ver nunca más.
— ¡Nunca! A mi hijo no lo toques —grito Wei Ying presa del pánico— Mi bebé nunca ira a un lugar así, primero te mato. ¿Entiendes? Te mato, a mi niño no lo vas a alejar de mi lado.
La falta de toda reacción por parte de Xue Yang lo asustó. El silencio se hizo tan profundo que el sonido de la respiración agitada de Wei Ying era lo único que se escuchaba. El ambiente tan frio hizo que Wei Ying sintiera escalofríos. Xue Yang lo miraba sin pestañear, con los ojos relucientes como un par de pozos sin fondo. Los segundos seguían pasando. Se le puso carne de gallina en todo el cuerpo, cubierto apenas con la toalla fría y mojada.

— ¿Dónde está? —preguntó abruptamente, y pasó junto a Wei Ying.
— ¿Quien? —pregunto Wei Ying mientras el corazón se le disparaba a mil por hora. El terror le estaba corroyendo las entrañas como ácido. —No sé de qué estás hablando.

Xue Yang tiró al suelo un vaso vacío, haciéndolo pedazos, y luego se dirigió hacia la salida.

—Sabes muy bien de quien estoy hablando. Me voy a llevar a ese escuincle y si te opones le diré a Wen Chao que lo desaparezca y sabes a lo que me refiero. Si no quieres que mate a tu hijo lo enviaras al orfanato inmediatamente. ¿Entendiste?
Una sensación enfermiza fluyó por debajo del miedo, y el pulso se le acelero aún más. La cabeza le daba vueltas y se estaba quedando entumecido de terror.
— ¡Por favor no! —dijo dejándose caer de rodillas, Wei Ying se abrazó a las piernas de Xue Yang evitando que este siguiera avanzando hacia el cuarto de A-Yuan. — ¡Por favor no! ¡Te lo suplico!  ¡A mi niño no!  ¡Te lo pido, hare lo que quieras por favor! Wei Ying comenzaba a hiperventilar, sentía que le faltaba el aire y su visión se oscurecía, pero tenía que sobreponerse, tenía que impedir que Xue Yang se llevara a su hijo o nunca lo volvería a ver. Pero a su mente se agolpaban los recuerdos de una habitación donde se entraba y no se salía con vida. Hambre, frio, miedo…No podía permitir que su bebé fuera enviado a ese lugar, si era necesario mataría a Xue Yang.

Xue Yang se soltó del agarre de Wei Ying y salió de la habitación. Wei Ying Fue rápidamente hasta la cómoda, saco unos pantalones y ropa interior y una camiseta. Mientras terminaba de vestirse, Xue Yang regreso al dormitorio nuevamente y lo hizo a un lado de un empujón. —Xue Yang, estaba como enloquecido.
— ¿Dime dónde está el escuincle?

— ¿Que? ¿Dónde está mi niño? ¿Qué le hiciste?

—Que no escuchas lo que digo, el escuincle no está en la habitación y tampoco está la niñera.

—Yo no lo sé ella estaba con A-Yuan en su habitación. Yo no he salido de aquí en todo este tiempo. —Dime la verdad ¿Qué le hiciste a mi bebé? ¿Dónde está?

—No está en su habitación y ya los busque en el resto del departamento, la mujer desapareció con el chiquillo. Si tú tienes algo que ver con eso lo vas a pagar, te lo juro en cuanto los encuentre me encargare de que no vuelvas a saber nada de tu hijo.  Xue Yang estaba determinado a encontrar la prueba de que lo había traicionado y a castigar a Wei Ying hasta que viviera siempre con miedo. Xue Yang llevaba dentro de sí un monstruo que necesitaba ser alimentado, y no se detendría hasta haberlo saciado.
Wei Ying fue agarrado y lanzado contra la pared, y la cabeza se le llenó de un zumbido cuando chocó contra la dura superficie. Xue Yang le pegó más fuerte que nunca, esta vez con el puño cerrado, y sintió crujir su mandíbula. Wei Ying sólo entendió unas cuantas palabras de lo que le dijo. Xue Yang le dio un puñetazo en el estómago y Wei Ying se retorció de dolor, y entonces lo arrastró por todo el apartamento hasta el cuarto de las lavadoras.
Wei Ying se vio arrojado al suelo. Choco con el borde del mueble donde se guardaban los artículos de limpieza  y un instante después una llamarada de agonía le atravesó el cuerpo cuando Xue Yang le dio un puntapié en las costillas.
—Te quedarás ahí hasta mañana —gruñó—. Ve pensando en lo que has hecho.
La puerta se cerró con estrépito.

Wei Ying se quedé tendido en el piso, inmóvil. Pasado un rato se sentó, escupió la sangre que le llenaba la boca y evaluó los daños. Notaba dolores en el estómago, las costillas y en el interior de su zona íntima, y en la parte posterior de la cabeza. Le sangraba la boca, e intensas punzadas le desgarraban la mandíbula.
Su mayor temor era que Xue Yang encontrara a la niñera con A-Yuan. Seguramente la niñera los escucho discutir y saco al niño del departamento, ya la vez anterior cuando Xue Yang le pego, Wei Ying le había dicho que si las cosas se ponían difíciles se llevara al niño con su amigo Wen Ning. Tenía que comunicarse con su amigo y pedirle que se llevara a A-Yuan lejos de aquí, si tenía que alejarse de su hijo para protegerlo lo haría. Pero nunca dejaría que lo enviaran a un orfanato.
Trato de pensar, aunque el pulso le latía dolorosamente en las sienes, considero sus opciones. No tenía teléfono, estaba encerrado y el tiempo estaba en su contra.  Miro hacia la pared y vio la pequeña ventana que servía para ventilar la habitación, se levantó del piso y busco algo con lo que subirse y ver si podía salir por ahí. Después de varios intentos por fin pudo salir de la habitación y callo hacia el jardín posterior del edificio, rápidamente se incorporó y salió corriendo rumbo a la calle. Se detuvo a unas calles para tomar aire mientras se ponía a pensar que hacer. Sin dinero. Sin celular.  Tampoco traía zapatos. Se miró los pies descalzos, y no pudo evitar hacer una mueca de dolor ya que se había lastimado las plantas de los pies al correr. Mierda, lo cierto era que su situación no podía ser peor. Tenía que llamar a Wen Ning y verificar que la niñera hubiera llegado con él. Wei Ying llego hasta un teléfono público y llamo a la operadora para pedir una llamada por cobrar, esperaba que su amigo la aceptara.
El timbre sonó varias veces y por fin la operadora le contesto. —Por favor señorita necesito hacer una llamada por cobrar al número ********* con el joven Wen Ning de parte de Wei WuXian. —Si, gracias aquí espero. Después de unos minutos por fin escucho la voz de la operadora que le indicaba que su llamada había sido aceptada y que lo enlazaría en un momento.
—Bueno, Wei Ying ¿Eres tú? Wen Ning se escuchaba preocupado.
—Si soy yo. A-Ning ¿Esta A-Yuan contigo? —Wei Ying estaba desesperado.
—Sí, la niñera llego muy angustiada con el niño que no paraba de llorar y preguntar por ti, ahorita está dormido — ¿Pero qué es lo que está pasando? La mujer no me supo explicar, solo dejo al niño y se fue, dijo que no quería tener problemas y que renunciaba. Te estuve marcando a tu celular pero no contestabas. — ¿Estás bien? —Wen Ning sabía que algo muy grave debía de estar pasando para que la niñera trajera al niño sin el conocimiento de Wei Ying.
—No, no estoy bien—Wei Ying comenzó a sollozar mientras trataba de explicarle lo que había pasado. — Necesito pedirte un enorme favor.
—Claro ¿Qué necesitas? ¿En qué puedo ayudarte? — Wen Ning escuchaba la desesperación en la voz de su amigo y eso lo llenaba de angustia.
—Escúchame bien A-Ning, tienes que salir de tu departamento cuanto antes, estoy seguro de que Xue Yang va para allá, llévate al niño por favor. Escóndelo bien, si Xue Yang lo encuentra lo va desaparecer. No puedes llevarlo con mi familia, ahí será el primer lugar donde lo buscará, y no puede quedarse contigo porque te estará buscando y si te encuentra hasta podría matarte, está loco, no sé lo que le está pasando. Esta enloquecido de celos porque A-Yuan se parece a su papá, ahora me acusa de que yo nunca he olvidado a Lan Wang Ji y que nunca lo voy hacer mientras tenga a mi hijo conmigo, y quiere llevarlo a un orfanato. Eso nunca lo permitiré antes me muero o lo mato.
—Tranquilízate Wei Ying, no vayas a cometer una locura, no creo que él sea capaz de hacerle daño al niño yo…
— ¡No! Te digo que esta como loco, me golpeo y me encerró, en este momento es capaz de cualquier cosa y sé que va hacia tu casa por el niño, sácalo de ahí ¡Por favor! ¡Te lo suplico! Me está matando pedirte esto y no poder ni siquiera despedirme de mi bebé, pero su seguridad esta primero que cualquier cosa.
—Está bien, en este momento estoy recogiendo algunas cosas y me iré a un hotel por esta noche. No sé a dónde iré, pero — ¿Y tú? — ¿Qué va a pasar contigo?
Wei Ying sentía que el alma se le estaba rompiendo en mil pedazos pero tenía que ser fuerte para salvar a su hijo. —Yo estaré bien, no puedo irme con ustedes o con mi familia porque si lo hago me cazara como a un animal y los pondré en peligro. Xue Yang ha perdido la razón y tengo miedo de lo que es capaz de hacer. Ahora vete por favor y cuídalo mucho, te lo encargó, él es mi vida y si algo le pasa yo estoy muerto.
—Esta bien Wei Ying, no te preocupes lo dejare en buenas manos y veré que puedo hacer para ayudarte, no permitiré que ese desgraciado te haga más daño. — Te juro que regresare por ti. — Te lo juro. —Wen Ning colgó el teléfono y tomo en brazos al niño, miro por última vez su departamento y salió dejando todo atrás, tenía que ayudar a su amigo y tenía que darse prisa, antes de que fuera demasiado tarde.

Wei Ying escucho cuando la llamada se cortó y aun así, siguió con el auricular en el oído, las lágrimas corrían sin cesar por sus mejillas y los sollozos eran apenas contenidos mientras se mordía el labio haciéndolo sangrar más aún. Su bebé…Estaba perdiendo a su hijo. Esto lo estaba matando, él era su luz, su alma, su vida entera. Sin él, Wei Ying no era nada.
Wei Ying no tenía a donde ir, ni le importaba tampoco. Quería hacerse un ovillo y llorar. Si de él dependiera, se tiraría de un puente y acabaría con todo, pero no podía renunciar mientras la vida de su hijo dependiera de él. Por la mañana tendría que regresar con la cabeza gacha, derrotado y escarmentado. Sabía que el castigo que Xue Yang le diera no sería benévolo y que al terminar desearía haberse arrojado del puente como lo deseo.
Wei Ying durmió a ratos recostado sobre el césped del parque que estaba a dos cuadras del edificio de departamentos donde vivía con Xue Yang. Cuando el sol comenzaba a salir se despertó y como pudo se levantó y se dirigió a su departamento, esperaba que su marido no hubiera encontrado a Wen Ning y hubiera regresado a casa. El vería la manera de tratar de convencerlo para que se olvidara de su hijo y si era necesario haría todo lo que él quisiera para que se calmara.
Cuando llego al estacionamiento del edificio vio con alivio que el auto de Xue Yang estaba estacionado en su lugar de siempre, eso quería decir que ya estaba en casa. Aun con el dolor que estaba sufriendo por el maltrato del día de ayer, subió rápidamente las escaleras y toco el timbre, unos minutos después Xue Yang abrió la puerta y cuando lo vio ahí de pie lo jalo del cabello y lo introdujo con violencia, lo arrojo contra el suelo y cerró la puerta.

— ¿Quién mierdas te dejo salir? ¿Es que tú no escarmientas? ¿Dónde está ese bastardo y tu amiguito? —Pídele a Dios que no los encuentre por que no los volverás a ver. —Xue Yang estaba aun con la ropa del día anterior, cuando regreso sin haber encontrado a Wen Ning y al chamaco, estaba dispuesto a moler a golpes a Wei Ying en cuanto lo tuviera enfrente. Pero cuál fue su sorpresa de ver que este había escapado por la ventana del cuarto de lavado. Xue Yang estuvo despierto toda la noche esperando que el inútil regresara para darle el castigo que se merecía.

—Por favor, déjalos a ellos en paz, hare lo que me pidas, no volveré a desobedecerte te lo juro, pero por favor ya déjalos tranquilos, nunca volveré a ver a mi hijo. ¿No es ese el peor castigo que puedas darme? He renunciado a él, ni siquiera sabré donde está. Wen Ning lo entregara a una familia que lo pueda cuidar. Wei Ying trataba de sonar resignado para que Xue Yang entendiera que ya no tenía que preocuparse de que Wei Ying buscaría a su hijo y tal vez así dejara el asunto por la paz.

—Por ahora lo dejare así, pero te juro que nunca tendrás paz, nunca sabrás si los estoy buscando o no, y mucho menos sabrás si los encontré y que fue de ellos. Y si me entero de que trataste de ponerte en contacto con ese chico o si le cuentas de esto a cualquiera de tu familia, atente a las consecuencias. —Ahora has las maletas, nos iremos de este departamento, he rentado una pequeña casa lejos de aquí y en cuanto termines los compromisos que están pendientes despareceremos por un tiempo.

— ¿Que les vas a decir a todos cuando pregunten por mi o el niño? —Wei Ying sabía que no le iba a gustar la respuesta.

—Les diré que tuve que internarte para que te recuperaras de tus adicciones y que el niño está en un internado por que no podías hacerte cargo de el por ahora. Ya después veremos que les decimos del niño, tal vez finjamos un secuestro y digamos que algo salió mal y lo matan. —Xue Yang disfrutaba de ver la palidez en el rostro de Wei Ying con cada una de sus palabras, este sería su castigo, nunca tendría paz, nunca volvería a burlarse de él, porque Xue Yang no descansaría hasta romperlo completamente.
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Estamos entrando a la recta final del segundo arco de esta historia. Me gustaría saber que prefieren como castigo para Xue Yang.
1. La muerte?
2. La cárcel?
3. El Manicomio?
Como adelanto les aviso que próximamente estará de regreso nuestro Lan Zhan.
Gracias por sus comentarios y sus votos. Nos leemos el próximo lunes.

Soul BrokenWhere stories live. Discover now