CAPÍTULO 14

248 44 9
                                    


Wei Ying saltó de la esquina como una liebre, asustada, obligando a Lan Wang Ji apartarse o a arriesgarse a ser embestido por él. Como un animal salvaje, cegado por el miedo, chocó contra las paredes, las sillas y luego se giró hacia la ventana. Lan Wang Ji se abalanzo sobre Wei Ying y lo agarro abrazándolo por la cintura, ambos cayeron hacia el suelo y Wei Ying empezó a dar patadas y puñetazos. Lan Wang Ji lo sujeto por las muñecas y lo inmovilizo debajo de él. Le dio un vuelco el corazón cuando vio su rostro lleno de angustia cubierto de lágrimas y aterrorizado, mirándolo con sus enormes ojos como si hubiera sido testigo de algo demasiado terrible para soportarlo. Se le escapó un sonido; un lamento desgarrador, como el gemido de un ciervo agonizante.
—Calla. Calla. No te haré daño. ¿Cómo podría hacértelo? ¡Wei Ying! Deja de pelear. Te vas a hacer daño. Para. ¡Para!
— ¡Wang Ji! —Gritó Wen Qing detrás de la puerta, golpeándola con el puño — ¿Estás bien?
—No te preocupes. Déjanos solos.
—Detén esta locura antes de que se lastimen. Sal de ahí. Ya.
—Estaremos bien.  Vuelve a la cama. La puerta se abrió y entró Wen Qing; el camisón caía desde sus hombros en pliegues de delgadísima seda. Se congelo al ver a Lan Wang Ji sentado a horcajadas sobre Wei Ying, su pecho subiendo y bajando con el esfuerzo, Lan Wang Ji sentía el escozor de los arañazos que él le había hecho en la cara al aterrizar contra su mejilla. Wen Qing jadeó y se cubrió la boca con una mano. —¡Dios mío! iré a llamar a XiChen. Lan Wang Ji levanto la cabeza y miro fijamente sus ojos horrorizados. —No es necesario que llames a mi hermano por favor solo déjanos solos, te aseguro que la situación está bajo control. Se perfectamente lo que estoy haciendo, Wen Qing. Más de lo que crees.
—La situación de Wei Ying es delicada, su cuerpo está muy dañado por el abuso de sustancias, el maltrato físico y las privaciones de que fue objeto. Así que se muy cuidadoso… Recuerda que su mente también esta muy dañada y cualquier pequeño error podría hacer que empeore su estado. —declaró sin aliento. —Ahora me retiro, pero si se pone más violento debemos sedarlo, ¿entendido?
— De acuerdo. Tendré cuidado te lo prometo. Cuando Wei Ying dejó de luchar, pareció sumergido nuevamente en su mundo, para desesperación de Lan Wang Ji. La poca cordura que había demostrado por unos minutos desapareció como si, una vez más, se hubiera retirado a ese extraño vacío donde él no podía alcanzarlo. Con cuidado Lan Wang ji lo levanto en sus brazos. Lo coloco cuidadosamente en la cama, lo apoyo sobre las almohadas y lo cubrió con la sábana. Parecía poco más que un frágil niño, entre las sábanas que se pegaban a sus delgadas curvas. La imagen hizo que le diera un vuelco el corazón. Quedaba muy poco del chico que había conocido; sus brazos delgados pero tonificados; sus caderas, una vez esculturales, que atraían su vista cuando caminaba, aun si le avergonzaba reconocerlo, muchas veces se había perdido observando ese cuerpo esbelto pero muy bien formado que hacia su corazón latir sin control. Cerró los ojos brevemente para calmar los rápidos latidos de su corazón hasta que su respiración se estabilizó y pudo calmar las ansias que el simple recuerdo había despertado en él.
Entonces lo miro otra vez. Tenía la cara girada hacia el como si aun dormido lo buscara; sus largas pestañas descansaban en su pálida mejilla.
Su precioso y frágil Wei Ying había sido roto por una bestia sin sentimientos. Aplastaría a los culpables con sus propias manos, si pudiera. Su necesidad de venganza le estremeció. Se acerco a la ventana y la abrió; luego cogió aire con la esperanza de que aliviara el calor de la rabia que crecía en cada uno de sus nervios. Se levantó el viento como surgido de sus turbulentas emociones, sacudiendo las ramas de los árboles, llenando la noche de susurros. Un frío cortante le acarició la cara, una indicación del cambio de estación, enviando un estremecimiento por su espina dorsal.
Lan Wang Ji mal durmió toda la noche en una silla al lado de la cama de Wei Ying, y se despertó con el cuello y la espalda rígidos, para encontrar al otro lado de la ventana, una mañana gris, nubes acumuladas encima de las copas de los árboles y las primeras gotas de lluvia golpeando contra los cristales.
Wen Qing entro con una bandeja de desayuno, su mirada estaba fija en la mano con la que Lan Wang Ji sostenía la de Wei Ying. En el rostro de Wen Qing se veían reflejados la pena combinada con un poco de lastima y un inmenso cariño, por el chico que ahora yacía dormido en la cama. Llevaba puesta una bata verde esmeralda y se había cepillado el pelo hasta hacer que brillara como seda. Como siempre, olía a rosas. Sin lugar a duda Lan Wang ji debía reconocer que era una mujer muy bella y que Jiang Cheng era muy afortunado en tenerla. No que a él le interesara como mujer, pero sabia reconocer la belleza y el enorme valor que tenía la futura esposa de WangYin.
— ¿Cuántas noches crees que aguantaras así? Si no descansas bien vas a caer enfermo y de nada le servirás en ese estado. —dijo—. Te he traído el desayuno tienes un aspecto horrible.
Lan Wang Ji aturdido y dolorido, tomo la bandeja. —Gracias.
— ¿Entonces como sigue?
—Asustado, perdido…Muy perdido.
Wen Qing se deslizo hasta una silla cercana y se sentó en ella con elegancia, observando a Wei Ying, aun se le erizaba la piel al recordar la noche que su hermano llego todo alterado sosteniendo a un pequeño niño que deliraba por la fiebre y que lloraba pidiendo a su mamá, había luchado toda la noche por bajarle la fiebre ya que por petición de su hermano no podían llevarlo a un hospital. Al día siguiente y con un inconsciente Wei Yuan, Wen Ning se marchó para ocultar al menor de su padrastro y ocultarse el también ya que si se quedaba con ella la pondría en peligro si Xue Yang descubría que estaban juntos.
Hacia ya casi seis meses que no sabia nada de su hermano, por fortuna Nie MingJue estaba sirviendo de enlace con él, ya que no estaba relacionado con Wei Ying y Xue Yang nunca sospecharía que él había ayudado a su hermano a ocultarse.  Wen Ning solo mantenía contacto con Nie Ming Jue y este estaba haciendo todo lo posible por atrapar a Xue Yang y su cómplice Ziuliu, y refundirlos en la cárcel.
—Wang Ji no me has preguntado por tu hijo…
—Se que esta en buenas manos, Wen Ning nunca le fallaría a Wei Ying si el confió en el es por que tu hermano protegerá con su propia vida a mi hijo si fuera necesario. Así que por ahora esperare a que Wei Ying se recupere y juntos iremos a recuperar a nuestro niño.
—Es verdad te lo aseguro mi A-Ning lo protegerá con su vida por que Wei Ying no es solo nuestro amigo es como un hermano para nosotros, gracias por confiar en mi hermano, no te arrepentirás te lo aseguro.

Soul BrokenWhere stories live. Discover now