Capitulo 21

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Capítulo 21

El viento se había callado. Y en la habitación reinaba un aura lúgubre. ¡Que terrorífica energía los rodeaba!
De repente Lan Wang Ji se movió bajo el cuerpo de Wei Ying. Y le temblaron los párpados. A Wei Ying le recorrió un escalofrío y, al echar la cabeza hacia atrás, apareció una visión por encima de ellos rodeada de una cegadora luz blanca. ¡Mamá!
Fe, Wei Ying. Todavía está contigo. Nunca dudes de Mí. Yo vivo en ti y tú en mí.

¡Gracias Mamá! Lan Zhan está vivo. ¡Gracias Señor!
El corazón de Wei Ying se llenó de gratitud y ahí de rodillas junto a la cama con las manos unidas a la altura del pecho agradeció a ese dios en el que pensó que ya no creía.

La puerta del dormitorio se abrió de golpe y alguien se acercó apresuradamente.

—¿Qué sucede aquí? –exigió saber XiChen que había corrido a la habitación de su hermano al oír los gritos de Wei Ying.

Tía Mei quien también escucho los gritos entro también a la habitación.  Rodeó a Wei Ying y se acercó rápidamente a la cama de Lan Wang Ji.
—¡La fiebre ha desaparecido!
—¡Gracias a Dios! –exclamó XiChen.
Wei Ying cerró los ojos y susurró:
—¡Gracias a Dios!
Wei Ying permaneció junto a la cabecera de Lan Wang Ji toda la noche mientras el dormía.
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La mañana del domingo amaneció radiante, brillando con la nieve y el hielo.
Wei Ying miró con agotamiento el blanco paisaje mientras los Lan se preparaban para salir hacia el Aeropuerto. Tía Mei tenía que viajar de urgencia para acompañar a su esposo a una cena de negocios muy importante, los niños se quedarían a cargo de XiChen y su tío hasta su regreso en tres días.
XiChen se situó detrás de Wei Ying y puso una mano tranquilizadora sobre su
hombro. —No tardaremos, Wei Ying. ¿Estará usted bien?
El asintió con la mirada puesta de nuevo en el camino de salida.
—Bien. Nos veremos en un rato. Y… le agradezco de nuevo por cuidar de mi hermano y de encargarse de los niños, esperemos que no le den muchos problemas Wei Ying.

—No se preocupen yo los cuidare bien en su ausencia —contestó Wei Ying.

— Gracias,  sé que mis niños se quedan en las mejores manos. Después tía Mei beso a los  niños a quienes pidió que se portaran bien en su ausencia y se subió al auto en el cual ya los esperaba QiRen.

Con una última mirada a Wei Ying y los niños XiChen subió al lado del conductor, hecho andar el auto y abandonaba la propiedad.

Wei Ying contemplo el automóvil que se alejaba de la mansión y tomando a cada uno de los niños de la mano regreso al interior de la casa y se dispuso a preparar el desayuno, hoy era el día de descanso de la ama de llaves y había pocos sirvientes en la casa, no era justo darles más trabajo, así que con la ayuda de sus dos cocineritos prepararon un rico desayuno entre risas y juegos.
Después de desayunar en compañía de los niños los envió a cambiarse de ropa mientras él le llevaba el desayuno a Lan Zhan. Al entrar dejo la bandeja del desayuno en la mesita auxiliar y abrió la ventana permitiendo que el vigorizante aire refrescara la habitación, mientras alzaba la cara hacia el sol y cerraba los ojos. Un momento después Wei Ying cerró la ventana, se alejó y volvió a acercarse a la cama de Lan Zhan.

Extendió una de sus manos para tocarle la frente, pero cuando se dio cuenta de lo que iba hacer se arrepintió.
No, no iba a tocarle. Sus emociones eran demasiado fuertes e inquietantes.
El odio ciego que lo había roído los años anteriores había desaparecido, sustituido por la emoción inoportuna del cariño recordado.
¡Voluble corazón!
¡Maldita cordura!
Wei Ying despertó a Lan Wang Ji, quien aún se encontraba muy débil así que no le quedó más remedio que ayudarlo a sentarse y alimentarlo, mientras Lan Zhan lo miraba sin decir ni una sola palabra.

Lan Wang Ji no quería molestar a Wei Ying y sabía que si intentaba tener una conversación con él, el otro se iría. No… aun no era tiempo de hablar, por ahora gozaría de esta tregua forzada mientras durara, ya llegaría la hora de volver a intentar aclarar las cosas con Wei Ying.

Al mediodía Wei Ying había estado jugando con los niños hasta que nuevamente comenzó a sentirse frio, hacia un rato XiChen le había llamado para avisarle que pasarían por el hospital a terminar unos pendientes y regresarían por la tarde. La casa se sentía muy silenciosa ya que los niños estaban durmiendo la siesta y Lan Zhan también estaba dormido. Wei Ying subió a su habitación se recostó en su cama mientras su mente repasaba todo lo acontecido en los últimos días, así poco a poco se fue quedando dormido.

¿Joven? ¿Joven Wei?

Wei Ying abrió los ojos; parpadeando somnoliento. No había oscuridad. No
había calor. Rodó sobre su espalda y examinó los enormes ojos de Ia mucama.
La pequeña criada regordeta se retorcía las manos mientras permanecía de pie al lado de la puerta y miraba a Wei Ying a distancia.
—Lamento molestarlo, joven, pero alguien ha venido a verlo.
Wei Ying frunció el ceño y se sentó. Le palpitaba la cabeza y le ardían los ojos, parecía que no se libraría del resfriado después de todo.
¿Cuánto tiempo había dormido? No demasiado. El sol de la mañana aún derramaba todo su resplandor dorado por los cristales de la ventaba.
—¿Alguien ha venido a verme?
La criada asintió.
—Sí. Dice que es algo importante.
—¿Quién es?
—me dijo ser su tío y al parecer tiene algo importante que tratar con usted.
¿Tío Jiang había venido a buscarlo?
Según le comento XiChen cuando Wei Ying le pregunto por qué no había venido nadie de su familia a visitarlo, él les pidió que no lo vieran por el momento hasta que se hubiera adaptado a su nueva situación. ¿Qué sería tan urgente para desobedecer las indicaciones de su médico?
La sospecha y el temor se abrieron paso en Wei Ying mientras se deslizaba fuera de la
cama.
—Vamos —La mucama cogió un suéter de lana que estaba sobre el respaldo de
una silla—. Será mejor que se ponga esto. Hace un frío terrible está usted temblando. No podemos permitir que enferme usted también. El Joven XiChen se molestaría mucho conmigo.

Agradeció que la mucama le pusiera el pesado y cálido suéter.
—¿Cómo está el joven Lan Zhan?
—Está profundamente dormido todavía.
Con bastantes nervios, Wei Ying siguió a la criada por el largo pasillo, mientras bajaba por las escaleras su mirada recayó en el hombre envuelto en un largo abrigo y con sombrero que se sacudía la nieve en el tapete de la entrada del vestíbulo, Le dirigió una rápida mirada a Wei Ying mientras el vacilaba en el último escalón.
El hombre lo miró detenidamente bajo el ala de su sombrero.

— ¿Tío Jiang? —preguntó Wei Ying.

— ¡Wei Ying! mi muchacho que gusto me da verte. Te he extrañado tanto. Ven, déjame verte bien.
— ¿Cómo estás? —Jiang Fengmian rodeo el frágil cuerpo de su sobrino en un caluroso abrazo, había pensado que este día nunca llegaría. Había sido un tiempo muy largo desde que había podido sostener a Wei Ying de esta manera y en este momento la emoción le oprimía el pecho.

Wei Ying se relajó en el calor del abrazo, sentirse amado nuevamente era tan liberador que no pudo evitar que la emoción le hiciera llorar. Pero ahora eran lágrimas de alegría, de gratitud con este hombre que nunca se había rendido y que siempre había logrado rescatarlo del infierno. Primero cuando era un niño y lo saco del orfanato y ahora cuando lo busco por medio país hasta que logro dar con su paradero. Sabia por el mismo XiChen que su tío había estado todo el tiempo en contacto con Nie Ming Jue y que no escatimo en recursos para su búsqueda. Así que no tenía forma de agradecerle por todo.
— ¡Gracias por todo tío! ¡Muchas gracias! —Wei Ying se aferraba a su tío llorando con sollozos que estremecían su cuerpo.

—No llores mi niño, ya todo está bien estoy aquí y no te dejare nunca más. —Fengmian sentía un nudo en la garganta que le dificultaba hablar pero aun así no dejo de expresarle a su sobrino cuan feliz era de verlo mejor. Le conto que sus hermanos Jiang Cheng y Yan Li lo extrañaban mucho y se alegrarían de saber que estaba mejorando.

—Tío no es que no me alegre de verlo ¿Pero qué es eso tan importante que quería decirme?
—El joven Lan me llamo esta mañana para informarme de tu progreso y decidí venir a verte para decirte que si el medico lo autoriza y tu así lo deseas, puedes venirte a la casa, probablemente no te sientas a gusto estando junto al chico Lan Wang Ji y pensé en que estarías mejor conmigo.

Soul BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora