Cap. 22 Perdidos ante las camaras

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A la mañana siguiente Rose se despertó sobre saltada de una pesadilla. Miró el reloj que marcaban las seis de la mañana, miro a su lado y estaba Klaus, quien por fin parece que pudo dormir. 

Para no despertarlo ella se levantó con cuidado de la cama y salió de la habitación, fue rápido y en silencio a la suya para ver si los niños seguían dormidos y efectivamente aun lo estaban, luego bajó a la cocina a ver si había algo de ese tal "café" que le dio Cinco aquella vez para poder despertarse, ya que había pasado una noche no tan buena.

Rose: Ahg...donde hay de ese café cuando lo necesitas?! 

Grace: Hola cariño, que haces despierta tan temprano?

Rose: No pude dormir mas. Mamá hay café de casualidad?

Grace: No cariño, sabes que a tu padre no le gusta la cafeína.

Rose: Y a mi no me gusta tener pesadillas pero igual las tengo.  Que vida tan injusta!

Grace: Te prepararé el desayuno.

Rose: Gracias mama, iré a cambiarme. 

La pelinegra subió a su habitación para buscar su uniforme y cambiarse, solo que envés de colocarse el saco del uniforme se coloco el suéter que Cinco le había regalado en su cumpleaños. Al terminar bajo de nuevo rápido a la cocina de nuevo para desayunar.

Grace: Ya casi está el desayuno cariño.

Rose: Gracias mamá. —se sienta en la mesa—

Grace: Aquí tienes! —le entrega el desayuno—

Rose: Gracias. Oye mamá sabes cuando regresará papá?

Grace: Por ahora no cariño, podrías preguntarle a Pogo.

Rose: Ok.

—Después de que Rose desayunó aun tenia mucho sueño, así que como los demás no habían despertado salió de la mansión sin que se dieran cuenta y fue a Griddy's Doughnuts  a ver si podía comprar algo de ese café. Al llegar a la tienda, la verdad estaba vacía, ¿Quién iría a esa hora allí? Pues ella. Se sentó en las sillas de la barra.

Agnes: Hola pequeña, que se te ofrece?

Rose: Café moca con doble de azúcar. —seria—

Agnes: Claro, ya te lo traigo. —va a prepara el café—

Rose: Ahg que migraña! —se arrecuesta en la barra—

Agnes: Aquí tienes. 

Rose: —toma un sorbo de café—

Agnes: Una mala noche?

Rose: Solo una noche larga. Tengo mas migraña que vida —tomando café—

Agnes: Sabes? cuando paso noches así, me gusta tomarme un tiempo para mi.

Rose: A que se refiere?

Agnes: Bueno ya sabes, hacer cosas que me gustan, ir a lugares que me relajen, tal vez ir de compras como hacen los jóvenes de hoy.

Rose: Suena absurdo...

Agnes: También dije lo mismo cuando alguien me lo dijo, pero sabes que, si funciona. —dice con una sonrisa— solo debes intentarlo, no pierdes nada.

Rose: Tal vez, cuanto le debo?

Agnes: Oh no querida, la casa invita, espero y te haya mejorado la mañana.

Rose: Gracias, y si me hizo el día. Como es su nombre?

Agnes: Agnes, querida y tu?

Rose: Ocho.

Los jóvenes HargreevesWhere stories live. Discover now