Cap. 25 No levantar sospecha

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Los hermanos estaban en el auto, viendo la hermosa ciudad que los rodeaba, muy pocas veces tenían la oportunidad de verla así. Cada uno sentía cosas diferentes, Ben estaba nervioso pues era la primera vez que salía del estado y mas que viajaba en avión, aunque para Cinco y Allison también era la primera vez pero Allison estaba mas emocionada que asustada, mientras que Cinco solo estaba enfocado en los portafolios para repasar la información que Reginald les había dado.

Rose, bueno, estaba hipnotizada con las luces de la ciudad, nunca la había visto así, las luces de los edificios, los parques, las fuentes. Podía ver la gente caminando y hablando, algunas eran parejas que iban tomadas de las manos, padres con sus hijos, personas paseando a sus mascotas a esas horas de la noche y la luna menguante hacia un espectacular show combinando con la ciudad, ella presenciaba una belleza que no conocía.

Ben: "R" —la llamo en un tono suave tocando su mano—

Rose: Si?

Ben: ¿T-tu estas nerviosa?

Rose: La verdad no, tengo hambre sinceramente.

Ben: Oh, que bien.

Rose: Sabes deberías dormir, aun falta para llegar al aeropuerto.

Ben: Ok. —se apoyo en el hombro de Rose—

Alison: Yo hare lo mismo. —bosteza— Pero me despiertan al llegar. —se apoyo sobre Ben ya que ambos estaban en el medio—

Cinco: Claro.

Luego de una hora de viaje, llegaron al aeropuerto en donde los estaba esperando el avión privado de Reginald, un gran modelo de jet que reflejaba lo adinerado que era este hombre. El conductor aparco el auto y estos se colocaron alertas y prestos para salir.

Allison: Wow que grande es ese avión!

Rose: ¿Nos darán de cenar?

Ben: Eso espero.

Cinco: Ok, a partir de ahora solo usarán sus números, en todo momento!

Allison: Es increíble! No sabia que papá tenía estos lujos! —comento ignorando la orden de Cinco—

Rose: No sabia que se podían tener.

Ben: Si, yo tampoco.

Allison: Y que estamos esperando? Vamos! 

Cinco: Espéranos. 

Allison y los demás detrás de ella, salió casi corriendo llevando su maleta a rastras para llegar a la puerta de avión en donde un hombre alto e imponente calvo esperaba en la puerta de embargo, probablemente era el guardia de seguridad, llevaba un traje muy formal y unos lentes oscuros.

Allison: Hola, soy...

Cinco: Número tres espera! —la acerca y le susurra— no puedes decir tu nombre.

Allison: Oh, cierto!

Rose: Venimos de parte de Reginald Hargreeves!

—¿Contraseña? —pregunto aquel hombre con un aire de seriedad implacable—

Rose: Suena como si estuviéramos jugando en un parque —murmuro y prosiguió a decir la contraseña— Orel uletayet kogda v.

Cinco: Yego klyuve net yedy —terminando la oración—

—Pueden pasar, deje sus maletas aquí, solo lleven las mochilas. Bienvenidos. 

Los hermanos hacen lo que les dijo el señor amablemente y entran al avión, y si por fuera parecía lujoso por dentro describía todo lo que el dinero podía hacer. Los asientos estaban distribuidos de dos en dos a cada lado del avión con una mesa en el centro para mayor acomodo. Estos estaban tapizados con cuero de color negro dándole un toque mas elegante al espacio, que por cierto lo dividía un pasillo que iba hasta la parte trasera donde se encontraba el baño, cocina, bar y entretenimiento.

Los jóvenes HargreevesWhere stories live. Discover now