Cap 32. De regreso a la academia

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Ya eran las 3pm del día siguiente y si recuerdan bien ese Lunes era la inauguración del decatlón académico, pero claro, por los acontecimientos del día anterior se había suspendido dicho evento. Los hermanos empezaron a arreglar sus cosas para irse, obviamente con mucha preocupación pues Rose no había despertado aun.

Los chicos habían ido a desayunar, los tres tenían unas ojeras que parecían bolsas negras bajo sus ojos,  ni siquiera un poco de maquillaje que Allison había encontrado podía ocultarlas. 

Ninguno habían entrado al cuarto de las chicas (que era donde estaba Rose) para no despertarla. Además habían llamado a Reginald y le habían dicho todo, a lo que el solo contestó que debían dejarla hasta que ella misma se levantara. Dejaron la puerta cerrada con llave para que ella tampoco saliera, la manera que ellos sabrían que estaba despierta seria por el comunicador que habían dejado.

Ellos estaban bastante ocupados aun dando aclaraciones ante las autoridades y papeles. Los tres se encontraban en el cuarto de los chicos esperando alguna señal de que ella había despertado, pero como la noche anterior lo que recibieron fue un toqueteo de puerta. 

Ben: Yo iré. —dijo levantándose de la cama, abrió la puerta pero no había nadie— ¿hola?

Vio en la puerta había otra nota en ella, la tomo, cerro la puerta y se giro hacia donde estaban los chicos. 

Cinco: ¿Otra nota? —pregunto levantándose del suelo— ¿Qué dice?

Ben: "Cuidado con la bestia que despertó, hay instrucciones en la habitación. Nada de poderes." 

—74

Allison: ¿Nada de poderes? ¿Acaso esta persona sabe quienes somos?

Cinco: No lo se. Pero sea quien sea parece saber lo que dice. 

Ben: Pero, ¿por que firma como 74? 

Allison: ¿Y a que se refiere con "sin poderes"?

Ben: Creo que es que no podemos, teletranspórtanos a la habitación. 

Cinco: Si es asi, entonces quiere decir que ella esta despierta. Iré a ver, papa dijo que solo fuera yo. 

Cinco salió del cuarto y se dirigió al de las chicas. Abrió la puerta con sumo cuidado y la cerro rápidamente. El olor metálico de la sangre lo invadió por completo, revolviendo un poco su estomago. Rose no estaba en la cama, que por cierto, estaba hecha un desastre al igual que la habitación. Habían cosas tiradas, rotas, rasguños en las paredes, sangre seca y charcos de la misma en el suelo, pero ella no estaba.

Cinco: ¿Rose? —la llamo entrando mas en el cuarto— Rose, soy Cinco. 

El escucho unos ruidos a su derecha, era el closet, se acerco y abrió las puertas, ahí estaba ella con las piernas pegadas a su pecho y sus manos cubriendo sus oídos.

Cinco: —suspira— me asustaste. ¿Qué haces ahí? ¿estas bien? 

Pareciera que el sonido de la voz de Cinco la aturdiera. Se lanzo sobre Cinco y ambos cayeron, el sobre su espalda y ella sobre el sosteniéndole las muñecas, Cinco por reacción la empujo y ella cayo en el suelo. Se movió rápido y se arrastró hasta debajo de la cama. 

Cinco aun reaccionando se sentó con una cara de: ¿pero que mierda Rose?. El se levanto y camino hacia la cama, se agacho y la vio en posición fetal cubriéndose los oídos.

Cinco: ¿Rose? ¿estas bien? ¿Qué fue lo que paso alla? 

Ella no contestaba solo apretaba los lados de su cabeza y ojos como si le aturdiera las palabras de Cinco.

Los jóvenes HargreevesWhere stories live. Discover now