Capítulo Treinta y Seis

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Buenas, sea usted bienvenido a la #BodaDelanese. Gracias por ser parte de este momento especial, por venir bien vestido y apto para las fotos. Pase y encuentre sitio, espero haya traído sus pañuelos y regalo para los novios.

Capítulo treinta y seis.

—Oye, Will —dice Arthur de pronto dejando de ver a la televisión desde su cama de hospital.

—¿Si, pequeño? —responde inmediato William y no alzo la vista de la revista, pero estoy atenta a la conversación.

—Me quieres muchísimo ¿Verdad? porque siempre estás aquí —Ladea la cabeza a un lado—, pareces un papá.

—Te quiero cómo a un hijo —Le asegura William acariciándole la pálida mejilla.

—Ah, bueno, en ese caso, ahora te querré cómo a un papá —dice nuestro hijo de forma despreocupada volviendo la atención a la televisión.

Alzo la vista encontrándome con los ojos de William, quien me da una sonrisa temblorosa que le devuelvo. Ojalá se lo dijera, está bastante claro que Arthur lo ama.

Hay un toque en la puerta antes de que Elanese aparezca con una pila nueva de revistas, nunca las lee y si no la conociera bien, casi diría que rehúye desde que tengo uso de razón de cualquier información que pueda tener de la banda favorita de mi hijo incluso cuando Arthur habla hasta marearnos, no estoy muy segura de si ella en realidad lo escucha.

No la catalogo cómo una hater, pero definitivamente no se comporta cómo una fan, sin embargo, una vez al mes reúne una pila de revisas llenas de actualizaciones sobre la banda para que Arthur se mantenga al día.

—Gracias, tía Ela —Le sonríe Arthur tomando la primera revista que ella le extiende—. Oh, mira, en la portada alguien se casó.

—Y fue una gran boda —chismorrea mi hermana con él sentándose a un lado de la cama.

William ríe y yo ruedo los ojos, son dos pequeños chismosos que se entienden muy bien.

—Deberías casarte, tía Ela, estarías muy guapa —Abre la revista buscando la página de BG.5—, pero no con Henry, él es un tonto.

—Arthur —digo porque mi hijo tiene razón, pero más allá de comentar que no es un gran tipo, respeto la relación de Ela.

—No es tonto —acomoda Arthur no muy convencido—, pero es odioso. Cásate, pero no con él.

—Lo tendré en cuenta, sobrino.


16 de abril, 2016.

Mantengo la vista al frente y me pregunto si aún estoy a tiempo de salir de este lugar y huir lejos.

Esto es una auténtica locura.

Es un caos, un desastre a instantes de suceder si no hago un control de manera rápida.

— ¡Deja de llorar! —Se escucha el grito de Elanese por toda la suite en donde nos estamos alistando.

Ella está siendo maquillada de manera espectacular por un profesional, pero el problema es Eva que ha arruinado su maquillaje por llorar tanto, no ayuda que esté en su periodo y se encuentre tan emocional. Quiero sacudir a mi hermana mayor en este momento porque me encantaría que en lugar de estar llorando porque nuestra hermanita se casa, me diera algo de respaldo ante cada emergencia que surge en este día tan esperado: La boda Delanese.

Siento que la mañana comenzó demasiado pronto y que por alguna razón han surgido pequeños obstáculos que he ido superando porque la organizadora de la boda cayó en cama por alguna enfermedad viral y sus asistentes son buenos, pero no tan precisos cómo deberían, al final he terminado dando órdenes y moviéndome de un lado a otro.

La inspiración de Andrew  (BG.5 libro #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora