Capítulo Siete

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Capítulo siete.

Observo divertida a mi hijo retorcer su cuerpo mientras parece que canta con los ojos cerrados, hay muchas mímicas de por medio, saltos y giros. Estoy muy curiosa sobre qué se supone que lo tiene tan apasionado.

— ¿Qué hace? —pregunta Eva con una taza de café en sus manos, deteniéndose a mi lado.

—No lo sé, pero se mira gracioso —Me rio y ella también lo hace—. Aun así es hermoso ¿Verdad?

—Lo es, el niño más hermoso que he visto —Sonrío complacida con su declaración—. Ahora ve y verifica que no se ha vuelto loco o está teniendo un ataque.

Me da una nalgada y asiente hacia Arthur. Bostezo y salgo al jardín dándome cuenta que está algo más frío de lo que esperaba, así que debo asegurarme que el loquito entre a casa. A medida que me acerco puedo escuchar mejor la letra.

—El rojo me envolvió, la chica del vestido me tocó —Da vueltas y luego cae de rodillas fingiendo tener una guitarra— mi mundo cayó, oh, nena. Sigue a la derecha, baja mucho más, esta fiesta comienza.

Tengo un duro momento preguntándome si mi mente es sucia y le estoy dando otro significado a la canción o si debo quedarme tranquila porque la canción habla en código sobre incitar a alguien con un vestido rojo a follar.

Sacudo mi cabeza, mi primer enfoque tiene que ser para la pequeña criatura de seis años en el suelo fingiendo ser una estrella de rock loca. Ahora está acostado en el suelo con su guitarra invisible y lo miro desde arriba, sus ojos cerrados y su pequeña boca fruncida de manera graciosa. Cuando termina y jadea agotado cómo si de verdad hubiese dado el mejor concierto de su vida, comienzo a aplaudir y grito.

Sus ojos se abren y me da una pequeña sonrisa. Me agacho y peino su cabello con mis dedos.

— ¿Qué ha sido todo eso, estrella de rock?

—Mami es algo muy, muy asombroso.

Dejo caer mi trasero sobre el césped, poniéndome muy cómoda al ver su emoción. Arthur en líneas generales es un niño demasiado entusiasta y enérgico, también demasiado inteligente y adelantado para su edad, tal vez eso lo sacó de su tía Eva.

Así que el trepa a mi regazo y cómo tantas veces, deja sus pequeñas manos en mis mejillas obligándome a verlo mientras sus ojos están muy abiertos debido a la emoción.

—De acuerdo, tienes toda mi atención —garantizo riendo rodeándolo con mis brazos.

—Leah conoce a personas geniales —comienza—. Hacen música, mami.

—Vale, dime más.

—Mami son geniales, debes ver, debes ver.

—Debo verlo. ¿Cómo se llaman los amigos de Leah?

Se ríe y prometo que rueda sus ojos cómo si dijera "mami es tan tonta a veces", pero luego me sonríe.

—No son sus amigos, mami.

— ¿Qué son?

—Súper estrellas —Presiona su nariz de la mía estando muy cerca—. Es BG.5.

— ¿Quién es BG.5?

—Mis ídolos.

—Estoy muy segura de que ni siquiera sabes qué significa esa palabra —contengo las ganas de reír y él se aleja pareciendo pensativo.

La inspiración de Andrew  (BG.5 libro #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora