VII

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Era hora de divertirnos un poco y no había mejor manera de iniciar el día que hablarle bonito a una bella mujer y después de seguirla y verla saludar a uno qué otro aldeano y llegar a ese lugar que conocía bien..

—¡Oh! Mira nada más qué preciosidad tenemos aquí..

—¡¿Eh?! Tú otra ve..

—Tranquila, yo me refiero obviamente a la tienda por supuesto..

—Déjate de tonterías y dime ¿Qué haces aquí?

—Es obvió no..

—¡Shisui!

—Si hermosa..

—¿A qué estás jugando?

—¿Yo?

—No, tú vecino..

—No tengo cariño..

—¡Basta!— Este tipo en verdad me desesperaba y al observarlo muy firme —¿Qué quieres?

—Supongo que sabes que estoy aquí como un cliente y cómo tal tu deber es..

—Ninguno, además no puedes entrar..

—¿Por qué no?

—Digamos qué voy a reservar el derecho de admisión..

—¡Oh vamos nena! En verdad eres cruel, te gusta romper mí pobre corazón, ¿Verdad?

—Qué te crea quién no te conozca, vete de aquí por favor Shisui— y al señalarle el camino..

—No lo haré, ya te dije que vengó aquí cómo cliente, verás necesito un par de kunais nuevos..

—No tengo..

—Bueno, qué tal unos pergaminos..

—Tampoco— él se movía hacia mí y al estar por correrlo..

—Entonces vengó por ti, ¿Qué dices?— Y al guiñarle un ojo..

—Shisui basta ya, vete..

—Dime ¿A qué le tienes miedo?

—A nada, ya que tú solo quieres provocar una pelea y no voy a permitir qué me tomes cómo pretex..

La interrumpía poniendo un dedo en sus suaves labios y al ver cómo abría sus lindos ojos chocolate —te equivocas, yo no quiero provocar a nadie, en verdad ocupó herramientas y digamos qué tú eres el complemento extra, pero está bien, no molesto más linda, te encargó lo qué te pedí, más tarde vuelvo por el pedido y tú respuesta a mi invitación.

[...]

Había intentado seguir a Shisui, en este momento no era bueno otra pelea y menos por quién era el actual hokage, pero él ya no era un niño y sabía en lo qué se estaba metiendo..

A veces y aunque no sé lo admitiera sentía envidia de él, parecía actuar tan natural cuándo se trataba de alguna chica qué le gustaba, en cambio yo no podía ni siquiera dejarla en la puerta de su casa como dios manda..

Ayer Ino se había puesto tan pesada preguntando ¿Qué hacía yo con esa chica? Cómo si yo fuera algún objeto suyo y tendría que darle explicaciones de mis actos, más bien ella era quién se había metido en un asunto mío..

Pero como caballero qué era no podía ser grosero y luego de un té había vuelto a casa..

Pero ya vería cómo buscar otra excusa para poder acercarme a Hinata y al pasar por la academia y ver a los niños correr hacia la entrada, a lo lejos veía a..

***

Un nuevo día se llegaba, anoche había pensado mucho en algún plan para intentar dejar ese rencor contra los Uchiha y viceversa, pero nada se me había ocurrido y después de un suspiro, tal vez con ayuda de alguien podría hacerlo..

La rosa y el caballero.Where stories live. Discover now