Desire; pjm

22

La poca luz proveniente de la ventana hizo que despertará. Esta no era mi habitación lo supe cuando vi que no era mi cama en la que estaba echada y en la que había dormido.

Alarmada me levanté, estaba desnuda, y los recuerdos de la noche pasada vinieron a mi cabeza, como si fuese un balde agua que me hubieran tirado.

- Despertaste - voltee a donde habían hablado.

Había amanecido en la habitación de Jimin, este me miro de pies a cabeza para luego morderse el labio, confundida me mire, estaba aún desnuda, rápidamente agarré la sábana que estaba en la cama para cubrirme.

- ¿Que hora es? - lo fue lo que pregunté rápidamente.

Él ya estaba vestido, traía unos pantalones jeans azules que moldeaban sus piernas, junto a una polera negra, metió una de sus manos a su bolsillo sacando su celular para fijarse la hora.

- Seis de la mañana - respondió - aún es temprano - camino hacia a mi agarrando mi cintura, sabía sus intenciones.

Lo detuve poniendo mis manos en su pecho, para luego esquivarlo.

- Debo ir a mi casa, mi mamá me va a matar si se da cuenta que no dormí en casa.

Busqué mi ropa, encontrándola tirada en el suelo, me arrodille agarrando todo, sintiendo dolor en mi entrepierna, haciendo que arruge mis cejas por aquella sensación dolorosa. Me paré lentamente fingiendo que estaba bien. Caminé hacia una puerta la cuál suponía que era su baño.

Abrí la puerta de mi casa, suspire al darme cuenta que mamá no estaba en casa, fui hacia la cocina encontrandome con una nota suya.

Heesook no dormiré hoy en casa, me quedaré con Jorge.

Había tenido mucha suerte, subí a mi habitación para luego tirarme a mi cama, mientras miraba el techó y procesaba todo lo sucedido ayer.

Había perdido mi virginidad con Jimin.

La cuál siempre decía que la perdería cuando ya este casada, había pecado, el dolor en mi entrepierna y en todo mi cuerpo no se había ido aún. Me tapé con la sábana, dormiría un rato, luego iría al colegio, no podía faltar una vez más, si no estaría muerta, si mamá se entera.

Terminé de tomar mi desayuno, deje lo que ensucie al lavadero, para agarrar mi mochila y salir de casa directo a la escuela.

Loa brazos de mi mejor amigo me tenían apresionada a su cálido cuerpo, amaba sus abrazos, eran los mejores. Besó mi frente para luego soltarme.

- Te has desaparecido últimamente Hee, ya no pasamos tanto tiempo juntos - hizo un leve puchero - ayer te llamé para salir con Jin pero no me contestaste.

- Lo siento Nam, me quede casi toda la tarde limpiando, luego me quede dormida - reí, pero que estúpida mentira dices Heesook.

Namjoon solo asintió.

- No te preocupes pequeña, ven y entremos a clases - agarró mi mano y empezamos a entrar.

Todo había trascurrido normal, el timbre sono, rápidamente guarde mi cosas en mi mochila para poder salir. Pero la mirada de Jungkook hacia que me sienta incómoda.

- Hablemos por favor, no seas así Heesook.

No le hice caso, me apresuré en guardar mis libros que eran los únicos que quedaban en mi mesa. Él parecía sincero, pero realmente se me dificultaba creerle después de todo lo que me hizo. Agarró mi muñeca deteniendome, pero rápidamente hice que me suelte.