CAPÍTULO I

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En una mañana tranquila en Danbury, EE.UU,un joven castaño dormitaba en su cama plácidamente. Repentinamente, un estrepitoso sonido sacó al joven de su letargo. Dirigió su mirada hacia el causante de su incipiente despertar y al notar que era la alarma de su celular que estaba sonando, la apagó algo adormilado y despertó. Otro día comenzaba.

Odiaba madrugar, pero tenía que apurarse o sino llegaría tarde. Hastiado, se levantó, se cepilló los dientes, se cambió y desayunó rápidamente.

Desde pequeño tuvo que comenzar a independizarse, ya que su madre trabajaba demasiado y la veía muy poco dentro del hogar. Casi nunca, para ser exactos.

Sin más, agarró su bicicleta y emprendió su camino hasta la escuela. La escuela era su espacio, su momento para despejarse debido a que amaba estudiar. El estudio era el refugio de su vida insípida a causa de su timidez.

Al llegar allí, una cara conocida le sonrió, era Winona Ryder. Winona era su mejor amiga desde pequeño. La consideraba como su hermana, pues era la única que sabía de su homosexualidad. Con Winona, eran de esos amigos que "se hacen espaldas" en los buenos y malos momentos. Sin ella todo sería más difícil ya que la joven era su apoyo en los momentos en donde Jonathan era preso de su timidez. Socializar con las demás personas junto a Winona era mucho más fácil para Jonathan que hacerlo solo.

—Hey Jon—saludó Winona—Ya es casi la hora de entrar ¿Qué pasó?—preguntó intrigada.

—Nada, solo me quedé dormido.

Winona esbozó una sonrisa.

—Típico. Rápido, entremos a clase.

Al entrar, todo surgió normal. Era un día como cualquier otro: profesores que daban cátedra, ejercicios para hacer en clase, tareas. Jonathan se sentó con Winona y comenzaron a hacer los ejercicios de matemática que el profesor había dictado.

—¡Esta materia apesta!—se quejó Winona.

—No tanto. Yo te ayudo con lo que necesites. Ya sabes que me las arreglo con las matemáticas.

Winona rió.

—No solo con las matemáticas, Jonathan...te gustan todas las materias cerebrito—sonrió mientras lo abrazaba.

En ese instante, mientras ambos compartían risas y abrazos de por medio, la puerta se abrió, dando paso a un chico alto, de ojos azules y cabello rubio. Jonathan escuchaba una voz a lo lejos que le hablaba pero no se percató en lo más mínimo de dicha conversación por una única razón: River Phoenix había entrado al aula.

Jonathan estaba perdidamente enamorado de River desde hacía cuatro años pero nunca se animó a nada más que un saludo. Creía que River iba a ignorarlo o a pensar que era un idiota. Se inclinaba más por la segunda opción.

—Jonathan, te estoy hablan...—Winona se quedó callada cuando vio cuál era el motivo de la desconcentración de su amigo—Ah, ya veo...llegó carilindo.

—Señor Phoenix, llega tarde—comentó el profesor.

—Demonios—respondió River en un susurro , caminando hacia un lugar libre donde pudiese sentarse.

Winona sonrió al ver aún la cara embobada de su amigo.

—Hey, cambia la cara que medio curso se va a dar cuenta que te gusta "Mr. lechuga" ¿Quieres que me cambie de lugar y lo llamo para que se siente aquí?—susurró en broma.

—Shh, cállate—dijo desesperado, en un susurro—No quiero que nadie sepa lo que me pasa con él.

Que difícil sería acercarse al rubio...

Doble vida (BrandisxPhoenix)Where stories live. Discover now