Doble vida (BrandisxPhoenix)

CAPÍTULO XXIX

Dos meses habían pasado y con ellos, concluía un año de escuela. Un ciclo se cerraba. Resultaba extraño notar cómo en tan poco tiempo, todo había cambiado. River y Jonathan estaban más felices que nunca. Ya no ocultaban su amor y vivían su romance en paz. Por su parte, por increíble que pareciera, Winona y Deep eran novios oficiales. Nadie podía creer este acontecimiento. Lo cierto es que ambos eran la pareja perfecta, aún con las diferencias que tenían.

Esa noche, era el acto de graduación. River se encontraba en su casa colocándose la toga negra y el tradicional birrete del mismo color. Se observó al espejo y sonrió. Se veía ridículo, pero a la vez, su cara reflejaba el orgullo que tenía por haber finalizado una etapa. Aunque el motivo de su felicidad no tenía que ver únicamente con haberse graduado, sino también con su relación en ascenso con Jonathan Brandis. Observó la hora. Las ocho de la noche. El acto de graduación comenzaba a las nueve en punto, así es que, apurado salió en busca de Jonathan.

En su casa, Brandis estaba frente al espejo colocándose la misma ropa que Phoenix. Después de todo, era la ropa tradicional de todos los graduados en EE.UU. Esperaba ansioso la llegada del rubio quién le prometió pasarlo a buscar para ir juntos a la graduación. En ese momento, sonó el timbre. Jonathan bajó las escaleras apresurado para recibir al dueño de sus pensamientos.

—¡Hola!—dijo abriendo la puerta, en tanto lo abrazaba— Te estaba esperando...

—Lo sé— mencionó River con una sonrisa, correspondiendo el abrazo.

—¿Te ves genial lo sabías?— dijo Brandis, separándose de él unos instantes para ver su atuendo.

River dejó escapar una carcajada.

—Sabías que todos estamos vestidos de la misma forma, ¿verdad?— preguntó.

Jonathan rió.

—Sí, pero a ti la toga te queda de maravilla.

—Mira quién lo dice...—señaló el rubio depositando un pequeño beso en sus labios—¡Te queda increíble!

Brandis correspondió el beso.

—Será mejor que vayamos a la escuela— dijo— Si seguimos así, creo que ni siquiera llegaremos a la graduación—finalizó pícaro.

River sonrió seductor.

—Tienes razón—contestó—Andando...

En ese instante, Phoenix tomó a Brandis de la mano y así, sostenidos el uno por el otro, partieron a la escuela. Una vez allí, saludaron a sus compañeros y se colocaron junto a ellos en el auditorio. Era gracioso ver a todos vestidos de la misma forma. Pero en fin, así era la política de la escuela.

El director, subido al escenario, ofreció un discurso de bienvenida y el acto comenzó. Todos los presentes escuchaban atentos las palabras del mismo. Sobre todo, porque al finalizar el discurso, sería el momento de la entrega de diplomas. El discursó concluyó y los aplausos no se hicieron esperar.

Había llegado el momento, por fin los estudiantes recibirían sus diplomas de graduados. La música oficial de la ceremonia comenzó a sonar: "Pompa y Circunstancia" de Edward Elgar. Los nombres comenzaron a escucharse y los mencionados, subían al estrado a retirar su diploma. En ese instante, un nombre sobresalió de entre todos.

—Brandis, Jonathan Gregory.

Jonathan subió al escenario emocionado. Una etapa llegaba a su fin e iba a extrañar la escuela. Sobre todo, porque allí, su vida había cambiado para siempre. Con una gran sonrisa en el rostro, se acercó al director quien le entregó el diploma y una mención especial por ser el estudiante destacado del año. Brandis que hasta ese momento tenía el birrete con los flecos del lado derecho, lo cambió hacia el lado izquierdo, como era costumbre a la hora de recibir el diploma. Lo sostuvo en alto unos segundos mientras escuchaba como sus compañeros gritaban emocionados y bajó del escenario.