¿Una historia de amor?

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"El tipo que acabo de superar hace treinta segundos..."

Anthony se quedó a un lado y se sentó en el escalón de la puerta de atrás de la cafetería. Abrazó sus rodillas y miró con una ceja arqueada a los dos demonios que reían mucho, se hacían bromas y se palmeaban las espaldas como si fueran mejores amigos de toda la vida.

Al parecer, había muchas cosas que no sabía sobre los seres provenientes del inframundo. ¿Cuántos habría rondando por las calles con una falsa forma humana?

"Es un demonio. Básicamente, el demonio del alcohol y las mujerzuelas."

—¡Sabía que te conocía! Husk —el pelirrojo se cruzó de brazos con una linda sonrisa ante él.

—Alastor... ¿Qué haces en el mundo humano? ¡Ah, todo un negociador! ¡Te envidio!

— ¡Tú tampoco pierdes el tiempo! ¡Tu trabajo es admirable!

Se siguieron halagando sin parar por cinco minutos más. Sus risas eran escandalosas y era un milagro que nadie los hubiera escuchado hasta ese momento. El rubio suspiró entre resignado y desanimado ante esos dos demonios, quienes se habían olvidado de él.

"Parecen llevarse tan bien. Me volví invisible repentinamente."

—Oigan... Disculpen —alzó su mano con aburrimiento y decidió llamarles la atención—. ¿Ambos vienen del infierno? ¿Son amigos cercanos?

Husk resguardó sus alas y parpadeó con sus grandes ojos felinos hacia el pequeño cachorro humano. (Los consideraba cachorros si no superaban los treinta y Anthony se veía muy joven.)

—Oh, el mesero humano. ¿Lo conoces, Alastor? —lo señaló como si Anthony fuera un bebé y no entendiera que los adultos estaban hablando— ¿Por qué no se espanta al vernos?

—Es mi invocador y contratista, por desgracia —Alastor suspiró largamente como si su vida fuera un tormento.

Esa actitud solo hizo que Anthony se ofendiera y sonriera con ganas de matarlo.

—... ¿Por desgracia?

—Debo cumplir su deseo en menos de un año, luego me llevaré su alma al infierno cuando muera. Genial, ¿Cierto? —el demonio mitad ciervo se colocó las manos en la cintura e infló su pecho con orgullo ante Husker.

—Tus contratos siempre son ingeniosos —sonrió el animal alado cruzándose de brazos ante su amigo.

Alastor recuperó la concentración y decidió preguntar algunas cosas que lo intrigaban, ya que no era una situación habitual encontrarse con otros demonios en la tierra.

—Oye, no perdamos el centro. ¿Por qué estás aquí? —cuestionó a Husk ampliando sus ojos rojos— ¿También te invocaron y te llevarás el alma de alguien?

Husk se le quedó mirando, se dio cuenta que tanto Alastor como Anthony lo miraban fijamente y muy expectantes para que respondiera. El felino se rascó la nuca y se sonrojó con pena al pensar en la verdadera razón por la cual estaba en el mundo de los vivos.

—No. Vine por mi cuenta —había una historia de romance allí escondida—. De hecho, vine porque...

La había observado desde las profundidades del infierno por años y había caído ante los encantos naturales de la pequeña y dulce mujer llamada Niffty. Tanto así que rompió las reglas del inframundo y ascendió a la tierra solo para estar con ella.

—Estoy enamorado.




Dancing with the Devil ⋆ RadioDust ⋆Where stories live. Discover now