¿Princesa?

❝ Capítulo XIII ❞

Fua, es el cap más largo que he escrito hasta ahora jajaja.
Es para compensar lo corto del anterior y parte de mi retraso, trataré de subir una actualización nueva mañana o la siguiente semana.

Espero les guste. ‹3
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Tras llegar la noche ambos habían optado por regresar al interior de la cabaña para comer algo, se sentaron viéndose cara a cara porque si, los dos eran conscientes de que en esas situaciones la incomodidad se hacía presente y aumentaba al no saber qué hacer o decir pero claro, eso no sería impedimento para joderse, porque si uno incomodaba al otro, el mismo se acercaba al contrario para molestar. El único sonido que se escuchaba en la habitación era el de los cubiertos chocar con los platos y el masticar de sus bocas.

—No deberías tomar porciones extras del té, podría hacerte daño...matarte, por ejemplo—comentó el alfa al ver al omega beber algo en una taza, sonriendo cínicamente al decir lo último.

—Y a ti te encantaría eso—mencionó achicando los ojos.—Pero te jodes, no lo hará porque es té de limón.

TaeHyung simplemente asintió, se había preocupado pues hace no mucho le había visto beber aquel té mientras ambos seguían afuera, claro que no sabía que YoonGi le había visto la cara de idiota pues lo que había tomado era nada más y nada menos que té de naranja, alto genio que era, tenía mente de tiburón; y TaeHyung no sospechaba porque eso era imposible, o sea, podía engañarlo diciendo que era chica pero no con respecto al té, al final de cuentas era muy diferente mentir porque te obligaban a mentir sobre un té que impediría tener algo con quién no querés.

La cena terminó con tranquilidad y con la misma seriedad con la que había empezado. Entre ambos se hicieron cargo de levantar la mesa, deshacerse de la basura y limpiar la loza.

—Estare en la habitación...—mencionó el pelinegro.

El castaño sólo asintió e hizo un corto sonido para que supiera que le había escuchado. YoonGi siguió su camino y subió las escaleras, una vez frente a la habitación se adentró en ella y comenzó a despojarse de sus ropas para sustituirlas por algo más cómodo.

Los minutos pasaban y rápidamente se convirtieron en horas, TaeHyung había seguido abajo frente a la chimenea leyendo un libro que había encontrado en uno de los múltiples estantes de la residencia, había llamado su atención por el hecho de que se trataba de medicina, creyó que tal vez encontraría algo útil para cuando estuviera fuera del palacio y no se equivocó, el contenido de ese libro era variado, mencionaba cuáles hierbas y vayas eran venenosas, cuáles no, que plantas ayudaban a mejorar tras un resfriado, los celos y demás. Alzó su mirada a los cálidos y coloridos movimientos del fuego delante suyo, no sabía exactamente la hora pero podía deducir que era demasiado tarde puesto que la luz del campamento de los guardias no se veía, dejando en claro que ésta había sido apagada con anterioridad y ahora ambos chicos descansaban en las tiendas que habían montado de manera improvisada.

Dejó salir un pequeño suspiro, cerró el libro tras marcar la página en donde se había quedado, se puso de pie y sacudió un poco sus prendas por si alguna ceniza o partícula de polvo había caído y adherido a ellas, dejó el libro sobre la pequeña mesa que había al centro y con tranquilidad subió al segundo piso; se sorprendió un poco al ver que el omega no se encontraba en la cama, aún así se vistió con la ropa que usaba para dormir, si el omega no quería dormir sería por algo pero él no perdería sus preciadas horas de sueño por el más bajito.

Cuando estaba por terminar de abotonar su camisa sintió unas delicadas –pero a su vez largas– manos pasar por su abdomen y dar suaves caricias al mismo, mientras a su vez sus fosas nasales eran llenadas por un dulce y encantador aroma que le atraía en demasía.