❝ Capítulo XVI ❞

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Sinceramente olvidé lo que estaba escribiendo aquí, perdón, y también perdón por actualizar otra historia antes que esta; sé que dije que no sacaría ideas nuevas antes de concluir esto pero no pude evitarlo.

¿Ya había puesto a Chan con algún papel?
Creo que no así que aquí le di uno, igual pueden corregirme si estoy mal.
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Un siervo corría como si su vida dependiera de ello, aunque no estaba del todo equivocado, dos grandes lobos le venían siguiendo. El animal tenía pocas probabilidades de sobrevivir, el lobo negro le seguía del lado izquierdo y el castaño del derecho, y cuando menos se lo esperó el lobo de la derecha se tiró y le mordió la pata trasera a la vez que el lobo negro le clavó los colmillos en el cuello.

Aquellos dos mismos lobos ahora se encontraban caminando con el siervo siendo cargado por ambos, habían batallado en demasía para lograr llevarlo en su forma animal pero lograron ingeniárselas y llegar hasta uno de los lagos del bosque, en una de las piedras que había cerca de la orilla dejaron al animal agonizante que pronto moriría y ambos entraron al agua, segundos después dos cabelleras–una plateada y otra castaña–salieron a la superficie. Ambos retiraron el agua que seguía en sus rostros e incluso movieron sus cabellos hacia atrás para evitar que el agua siguiera escurriendo.

—¿Dónde dejaste los trajes?—preguntó el castaño.

—Están por allá, en esa orilla en alguno de los árboles—respondió el pelinegro apuntando con el mentón la orilla contraria a donde estaban.

El castaño no perdió mucho tiempo y nadó hacia donde el mayor había apuntado, frunció su entrecejo al no ver rastro alguno de aquellas telas color crema, se movió de izquierda a derecha e incluso su mirada brincaba de árbol en árbol con tal de encontrar aquel –no tan llamativo– color.

—No veo nada...—musitó exasperado.

—Abre bien tus ojos, ahí las dejé.

—¿Y porqué no vienes a buscar tú en ese caso?

—¿Y quién cuidará al siervo? Podría resucitar y huir o ser robado por algún otro animal—el castaño guardó silencio, en parte tenía sólo un poco de razón.—¿Porqué no sales y buscas mejor?

Ante la mención de aquella idea comenzó a negar un par de veces.—No saldré sin nada que me cubra.

NamJoon lo miró alzando una de sus cejas.—¿Acaso te da miedo que vea que la tienes pequeña?

—No te proyectes, "amigo", no la tengo pequeña—mencionó molesto y volviendo a su actividad de búsqueda.

—¿En serio? Porque YoonGi me dijo que así era.

Ante aquello detuvo sus acciones y volteó a mirar al contrario.—¿Qué demonios? ¿Cuándo carajo dijo eso- no, ¿Porqué carajo te dijo eso?

Pudo ver una clara expresión de sorpresa que rápidamente se transformó a una divertida, y una sonora carcajada no tardó en salir.

—Por la diosa luna JA JA JAJ, no lo dije en serio pero tu reacción sólo me hace creer que es cierto.

El castaño se sintió molesto y humillado pero aquello no fue un impedimento para responder.—No lo pregunto por eso, es sólo que no puedo creer que hablen de nuestra intimidad como si fuera lo más normal del mundo.

—No lo hacemos, tranquilo—dijo ahora dejando de reír.

Él por su parte no pudo evitar rodar los ojos, dió media vuelta y apoyando sus manos en la tierra de la orilla habló.—No te me quedes viendo o será extraño.

—Lo que diga, su alteza.

Sin más, NamJoon se volteó a mirar por dónde habían llegado y TaeHyung aprovechó en salir del agua y comenzar a buscar sus prendas. Agradeció a la luna cuando al fin las encontró, un poco más lejos de la orilla, sin importar mucho la poca agua que aún seguía en su cuerpo se sacudió para hacerla desaparecer y así poder usar los pantalones que ambos habían llevado, rodeó el lago y una vez que frente a él tuvo al otro alfa le tendió sus pantalones.

¿Princesa?   Where stories live. Discover now