❝ Capítulo II❞

5.5K 760 249
                                    

Al pasar de los años los tres pequeños crecieron, TaeHyung de cabellos castaño oscuro, ojos del mismo color y un gran parecido a su padre.

Lo mismo sucedía con los mellizos de los Min, ambos habían heredado la belleza de sus padres, JiMin tenía más las características de su padre, poseía un cabello rubio cenizo, ojos café claro y mejillas abultadas, YoonGi por su parte era casi idéntico a su madre, ojos oscuros y parecidos a los de un gato, labios finos y piel pálida, lo único que los diferenciaba era que él tiene el cabello rubio platino y su madre color negro.

Actualmente TaeHyung tenía 6 años, creció en su reino y a pesar que era el príncipe y futuro heredero solía llevarse bien con los niños del pueblo, algunos mayores a él, otros menores o de su misma edad.

Sucedía lo mismo con JiMin, pero el único que no corría esa suerte era el pequeño YoonGi, el hecho de ser un poco más serio le había hecho tener pocos amigos, sumándole que casi no salía del palacio por orden de su padre, aunque claro que esto no impidió que se hiciera mejor amigo de un pequeño alfa de nombre NamJoon, él era de una clase alta e hijo de la mano derecha del rey, este último mencionado no veía problema con aquella linda amistad así que era por ello que seguían siendo los mejores amigos.

Justo ahora el menor de los mellizos corría hacia el jardín tomando de la mano a un castaño, ambos iban en busca del hermano del primero, YoonGi quería enseñarle un pequeño pero asombroso descubrimiento que había descubierto cuando reía con su Joonie-hyung.

Una vez que llegaron al jardín y dieron una "larga" caminata encontraron al pequeño Minie junto con el alfa JungKook quien era su mejor amigo, de cabellos negros, ojos marrones y su típica sonrisa de conejo, como solían decir los mellizos.

-¡MINIE, TIENES QUE VER ESTO!-exclamó el menor de todos.

-¿Qué sucede Yoonie?-preguntó JiMin dejando de lado lo que estaba haciendo.

A los tres se les hacía demasiado tierno el menor de todos, NamJoon con 8 años, JungKook con 7 y los mellizos con 5, los tres pensaban que el más tierno era YoonGi, tanto por apariencia como su manera de ser.

-NamJoon Hyung tiene positos en sus mejillas-dijo como si fuera lo más maravilloso en el mundo.

-¿Positos?-preguntó está vez JungKook.

-¡Sí!-respondió asintiendo varias veces.-¿Puedes enseñarles Hyung?-

El mayor acató las "órdenes" de su donsaeng, sonrió ampliamente dejando ver unos "positos" a cada lado de su mejillas, haciendo sonreír al menor y sorprendiendo un poco a su hermano y al pequeño Kook.

-Son oyelelos-dijo el pálido manteniendo su sonrisa.

-Oyuelos pequeño-corrigió el mayor.

-Bueno eso, ¿verdad que son lindos?-

Los otros dos asintieron dándole la razón al más pequeño.

-Mi mamá tiene también, aunque solo se le nota en la mejilla izquierda-dijo el pelinegro.

-Eso es un poco raro-dijo está vez JiMin.

Los cuatro siguieron jugando juntos toda la tarde, jugaban cualquier tontería, desde las escondidas hasta "salvar a la princesa", en este último juego decían que la princesa era YoonGi, el príncipe era Nam, JungKook era el dragón que custodiaba la Torre y JiMin era la malvada bruja, este último no estaba muy contento por su papel.

Cuando llegó la hora de cenar los cuatro cenaron juntos pues sus padres estarían ocupados durante la noche y habían aprovechado para hacer una pijamada.

Después de comer el exquisito manjar que preparó YanGmi subieron a la habitación de los mellizos, no sin antes cepillarse los dientes y tomar una ducha para limpiar los restos de tierra que llevaban consigo.

El primero en dormir fue YoonGi, había terminado demasiado cansado y no pudo mantenerse despierto para jugar con sus mayores. Esa misma noche los tres prometieron hacer todo lo que estuviera a su alcance para poder mantener al menor feliz, incluso NamJoon prometió ser su mano derecha cuando crecieran así como su padre y el rey, así estarían juntos y nadie podría dañar a su donsaeng.

Después de que se aseguraron de que no había ningún monstruo bajo su cama o en el inmenso armario fue cuando se dispusieron a dormir.

¿Princesa?   Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz