𝑷𝒓𝒐́𝒍𝒐𝒈𝒐

424 62 23
                                    

Un día en clases no pudo evitar comparar la información que recibió con su mejor amigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un día en clases no pudo evitar comparar la información que recibió con su mejor amigo.

Su libro de texto citaba: "La sal cumple la función de exaltar el sabor de los alimentos, es por eso que sin ella nuestra comida sabría insípida..."

Y así era Jimin, como la sal. El rubio nunca estaba allí para hacerse notar a sí mismo, simplemente se contentaba con enaltecer a todos a su alrededor. Tal vez era por eso que el mundo entero parecía adorar al menor, por su humilde corazón.

Pero la palabra adorar era... insuficiente. O al menos eso era lo que opinaba Yoongi cuando intentaba describir lo que sentía por él. No, no era admiración. Él... lo quería.

Ese mismo día, en otra asignatura, también lo comparó con la luz. Su profesor decía -y él se dio cuenta de que era una acertada afirmación- que nadie ponía los focos de su casa para sentarse a mirarlos, sino para que su luz ilumine el lugar. La cabeza de Min automáticamente pensó en Jimin, que no esperaba nada a cambio, ni siquiera un agradecimiento, cuando repartía consejos y apoyo a sus amigos.

El peliplata no podía comprender qué sucedía con él en ese momento. No es como si no hubiese admitido en voz alta con anterioridad que Park le gustaba porque, de hecho, aquel secreto se lo confió a Jungkook, el menor del grupo.

Había pensado que no tendría problemas al vivir de esa forma, sintiendo cosas pero sin hacer algo al respecto. Pero fue como si hubiese alcanzado un límite que no conocía y ahora su corazón se estaba desbordando.

Yoongi sabía que necesitaba manifestar su afecto para calmar sus tontos latidos, pero ¿cómo? Había pasado ya un tiempo desde que tuvo pareja, sin mencionar que todas fueron antes de salir del closet, no sabía cómo encarar a un chico y mucho menos a Jimin, que había sido su amigo por años y lo había visto desfilar con un sin fin de chicas durante su pubertad.

—Se te va a caer la baba si lo sigues mirando así —el susurro de Jeon le dio escalofríos momentáneos.

—Ni siquiera sé por qué te lo conté —resopló el mayor sin apartar la vista de la clase que se llevaba a cabo.

—Sé que me aprecias, hyung —puso mirada inocente—. Pero de verdad, deberías decírselo.

—No finjas que usas honoríficos, mocoso, es tarde para hacerte el respetuoso —Yoongi no lo estaba mirando y aun así sabía que Jungkook sonreía—. Tal vez me confiese cuando tú te confieses a Taehyung.

Lo miró esperando su cara de "tú ganas esta vez", pero al contrario su sonrisa se ensanchó más si es que eso era posible.

—¿Qué pasa si te digo... que ya lo hice?

Min enarcó una ceja— No... No, no seas mentiroso.

—Observa por ti mismo —el castaño desvió su mirada sólo un poco para saludar con la mano a Kim, que se hallaba a dos asientos de la derecha de Yoongi. El mayor siguió con su mirada hasta toparse con el chico en cuestión, al parecer Taehyung había sido atrapado observando a Jungkook y su cara se coloreaba en rojo mientras devolvía el tímido saludo.

⇝ Compared || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora