⇝ Compared || YoonMin

⤷ 5

Aquel jueves por la mañana Yoongi guardaba sus cosas en el casillero cuando escuchó una curiosa conversación.

—Te apuesto todo el dinero de mi almuerzo a que no puedes invitarlo a salir.

—Eso es muy poco, que sea el de toda esta semana —reconoció a aquel chico bajito y de cabello rosa como Lee Jihoon, le tenía cierto rencor desde que Jimin le había contado cómo habían despotricado contra él.

—Bien, pero si te rechaza nos pagas tú por una semana.

—Hecho.

Al peliplata le causó desagrado saber que aquellos idiotas acababan de apostar sin importarle los sentimientos de algún pobre chico, pero como no era de su incumbencia simplemente continuó con lo suyo.

Cerró su casillero y giró la vista hacia la entrada, Park Jimin ingresaba a la institución con su sonrisa de siempre, caminó hacia él cuando ambos cruzaron miradas, pero incluso antes de que Jimin tomara aire para saludarlo, una tercera voz interrumpió.

—Jimin hyung —se acercó.

—Jihoon, ¿se te ofrece algo? —preguntó el rubio, claramente incómodo no solo con la situación actual, sino también con los hechos pasados. El chico podía no saber que Jimin lo había escuchado hablar mal de él, pero eso no quitó que pensara en lo doble cara que era.

—Verás, hace días que quería preguntarte si querías salir conmigo —el sonrojo en el chico parecía incluso genuino—, pero como soy tan tímido no me había atrevido antes —miró al suelo inocente, pero ambos chicos sabían que de inocente no tenía nada—. Entonces, ¿Qué opinas?

Yoongi no lo soportó, no sabía cómo iba a reaccionar Jimin ante aquello pero tampoco esperaba saberlo.

—¿Sabes qué opino yo? —inquirió él con voz determinada en un claro arrebato de ira, llevándose la atención de ambos menores y de los cómplices de Jihoon que se hallaban unos pasos más atrás— Que no me gusta que inviten a salir a mi novio.

Jimin lo miró sorprendido, pero Yoongi confiaba en que le seguiría la corriente. Lo confirmó cuando se acercó al rubio y plantó un beso en sus labios, sin recibir algún empujón de su parte.

—Buenos días, bebé —habló.

—B-buen día, Yoonie —contestó, claramente avergonzado.

Una voz carraspeó a su costado, y ambos voltearon a un avergonzado Jihoon.

—Lo siento, no sabía que estaban saliendo.

—Piérdete —y aunque Yoongi jamás tuvo antecedentes de haber golpeado a nadie, Jihoon no quiso quedarse cerca para ver si era cierto, y simplemente se alejó con su séquito que no tardó en burlarse de su misión fallida. Yoongi nunca pensó que estaría feliz de que una persona se sintiera humillada.