⇝ Compared || YoonMin

⤷ 7

Era lunes cuando ambos entregaron oficialmente el trabajo de literatura, por lo cual no tenían más excusa alguna para juntarse a solas.

Yoongi no podía quejarse, en la última visita a la casa del menor habían conseguido besarse de una manera más íntima, e incluso si Jimin sólo quiso experimentar no evitó que se sintiera realizado.

Había sido un enorme avance, sobre todo porque consiguieron erradicar por completo la incomodidad que surgía antes y después de besarse, como en ese momento por ejemplo, que acababan de darse unos cuantos besos fogosos en el aula mientras todos estaban en el receso.

Aquello también era un asunto importante, habían comenzado a compartir besos incluso cuando nadie los estaba viendo, cuando no tenían un público ante el cual fingir.

Y no se daban explicación alguna.

—Hyung... —y el corazón del mayor daba un vuelco al pensar que cada vez que Jimin abría la boca sería para sacar el tema a flote, le carcomía los nervios.

—¿Mmh? —musitó despegando sus labios de los contrarios hinchados.

—¿Vamos al cine? —preguntó con las mejillas abultadas pintadas de un fuerte carmín.

La propuesta tomó por sorpresa a Yoongi— Oh... sí, buena idea. ¿Hoy?

—Sí, no tengo nada en mente pero los chicos mencionaron que la cartelera de esta semana estaría genial —sonrió.

—Bueno, podemos ir antes de las 7, es lunes después de todo —¿Era aquello una cita? jamás se atrevería a preguntar.

El timbre de vuelta a clases sonó— Entonces quedamos así —asintió el menor poniéndose de pie—. Iré a clases, tengo álgebra en otro salón.

—Bien, nos vemos luego —se despidió, recibiendo un beso corto antes de verlo desaparecer entre la muchedumbre de gente.

El peliplata intentó concentrarse en sacar sus cosas, se halló a sí mismo muy atontado luego de la sesión de besos y la repentina salida a la que fue citado.

Jungkook sopló en su oído— Eres un pervertido —y se alejó unos pasos antes de que el manotazo del mayor le rozase siquiera.

—Mocoso atrevido, te voy a enseñar a respetar a tus mayores —habló enojado.

—Tú eres el atrevido —le dijo con burla pintada en su rostro—, escuché que le dijiste a Jimin que aguardara por ti mientras buscabas tu celular pero, ¡oh, sorpresa! ninguno de los dos volvió a salir del aula.

—Bueno, pero parece que tú también te divertiste, ¿no es así? o tal vez los mosquitos que pasan por la zona en la que vives son realmente enormes —habló con ironía mientras miraba el cuello del menor, quien sin quitar su divertido rostro se acomodó mejor la blusa para tapar el chupón enorme que había dejado Kim.