⇝ Compared || YoonMin

⤷ 1

—¿Quieres venir hoy a casa? —preguntó intentando hacer un movimiento después de días de pensarlo bien.

—Claro, hyung, hace rato no íbamos todos a tu casa —comentó sonriente el rubio.

¿Todos?

—Oh, sí... claro.

El timbre sonó anunciando la entrada a la siguiente clase y el grupo se disolvió para caminar cada uno a su correspondiente aula.

Jeon lo alcanzó y lo separó de Jimin y Taehyung para hablar mientras iban detrás de ellos.

—¿Eres bobo? es claro que sería raro invitarlo únicamente a él a tu hogar.

—¿Y qué se suponía que haga? Ilumíname, Jungkook todopoderoso —contestó viéndolo mal.

—Debes buscar una excusa primero —mencionó como si fuese lo más obvio—. Por ejemplo, si yo quisiese invitar a Taehyung a mi casa sin que ustedes se entrometan le diría que vaya a pasar la tarde conmigo para jugar un torneo de Overwatch o algo así.

Yoongi admitió a regañadientes que el menor tenía razón. Aquella tarea sería difícil, encontrar una actividad que solo ambos disfrutaran era como encontrar algo que a Jimin le hiciera enojar, posibilidades tan escasas.

Y ahí estaba de nuevo, comparando todo con su amigo incluso si no era su intención.

—Como sea —Jungkook lo sacó de sus pensamientos cuando ambos ingresaron al salón de clases—. Por mientras, nos vemos en tu casa —le dijo burlón.

Y Min se dio cuenta de que su madre iba a matarlo por invitar 6 personas a su hogar sin avisarle con anticipación.

En su último intento por mejorar la situación, citó a Jimin una hora antes que al resto, pero también fracasó.

Jimin:
Lo siento hyung, no puedo ir a las 3 porque tengo que ayudar a mamá con algo, pero tal vez llegue a las 5 ^^
2:40 PM

Y allí se hallaba, a las 4 y 20, mirando a un punto fijo en la pared de la cocina mientras sus amigos hacían un alboroto detrás suyo buscando el café y demás alimentos que devorar.

—Siempre amé los sándwiches de miga que prepara tu mamá —le dijo Hoseok con la boca llena.

—¿Por qué tan amargado, Yoongi? —indagó Seokjin— No es como si sonrieras todo el tiempo pero ya sabes...

—Es cierto —opinó el moreno—, tu cara está peor que otros días.

—Sólo me fastidia lo ruidosos que son... —argumentó con pereza.

—En realidad está así porque Jimin vendrá más tarde —Jungkook lo delató

Min lo fulminó— Jeon, cierra la boca.

—¿Jimin? —preguntó Taehyung que estaba recostado revolviendo su café en una taza con dibujos de flores, probablemente perteneciente a la madre del peliplata— ¿Y por qué nos invitaste a nosotros también si sólo lo esperabas a él?

—Yo no los invité, fue Jimin —se defendió.

—Hombre... no lo creo, es decir, sé que ambos son enanos y eso, pero es difícil confundirlos. Estoy seguro de que nos invitaste tú.

—Lo hizo porque eso fue lo que Jimin interpretó cuando lo invitó a solas —volvió a interrumpir el menor del grupo.

—¿Y por qué no le dijiste que no era así? —preguntó Seokjin aguantando la risa al igual que todos por lo idiota que podía llegar a ser Min cuando se lo proponía.

Yoongi estaba enfadándose, odiaba cómo la conversación giraba en torno a él.

—Le dio vergüenza —dijo Jungkook, se estaba ganando un boleto exprés a la mismísima mierda— porque le gusta Jimin.

Silencio.

—Deberías correr y eso —advirtió en voz baja Kim al menor.

—¡JEON JUNGKOOK! —Min Yoongi se puso de pie estallando en cólera y vergüenza.

—No te enojes tanto —volvió a hablar Namjoon—. Lo imaginamos de todos modos.

—Tenía mis sospechas pero estaba casi convencido —dijo Seokjin sin dejar de sonreír, recibiendo varios asentimientos calmados en una forma de decir que opinaban lo mismo.

Yoongi estaba estupefacto, en su rostro no se veía más que confusión. ¿Cómo era posible que todo el mundo supiera de su flechazo por Park Jimin?

Miró a todos detenidamente, se sentía completamente expuesto, pero en cambio a sus amigos no parecía importarles mucho.

Finalmente cayó desplomado en su silla, rendido. Se tapó el rostro y fingió sollozar en total pesadumbre.

—Vamos Yoon —animó Hoseok—. Nadie se está burlando de ti.

—Yo sí —murmuró Jungkook.

—Lo importante es que somos tus amigos y podemos ayudarte —continuó.

—No quiero su tonta ayuda —masculló sin levantar la cabeza de sus brazos donde se había refugiado, dejando únicamente a la vista sus orejas sonrojadas.

—Sabes que igual nos vamos a entrometer —obvió Taehyung rodando los ojos.

El día de Yoongi no podía ir peor.