Capitulo 29

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_____'s P.O.V

Después de unas 50 auto-clases de yoga en el baño decidí salir, encontrándome, por suerte, con la casa vacía, exceptuando a Oliver.

La radio seguía prendida, lo que significaba que Oliver tenía hambre. Mi perro era un estúpido genio, cada vez que tenía hambre, iba y prendía a radio, y no me dejaba apagarla hasta que lo alimentaba.

¿Por qué les mencioné eso? No lo sé chicos, estaba muy nerviosa.

Caminé hasta la sala para comer algo y de paso saber la hora. 3:46 de la tarde.

-*Piip* Pues... Hola _____, esta es la 5° vez que te llamo, ¿Qué haces? ¿Quieres ir a tomar un café y hablar sobre lo que pasó? Llámame. *Piip*

Sonó el buzón de voz de mi antiguo teléfono sobre la mesa. Caminé hasta él y vi 9 llamadas perdidas, 5 de Bianca y las otras 4... De Mathias. Marqué el número de Bianca.

-"Dios amiga, ya pensaba yo que habías muerto"- atendió al segundo en el que comenzó a sonar. De fondo escuché el grito de una chica pidiendo algo, y de otra respondiendo de mala manera. Sus hermanas menores adiviné.

-"Por si no te diste cuenta hasta ahora, no lo estoy"

-"Alguien se levantó con el pie izquierdo... Como sea, ¿quieres ir a un Starbucks así charlamos un poco? Porque tenemos mucho de que hablar.''

-Creo que ya sabes lo suficiente.- suspiré al decir eso. Era cierto, ella sabía casi todo lo que me había pasado; ya no quería dar otra maldita explicación acerca de mi actuar. Tal vez sí me había levantado con el pie izquierdo.

-¡Por John Green, _____!  Sólo ve al que está a unas cuadras de tu casa en 30 minutos, te veo allí.- asentí, aunque sabía que ella no me veía.

Esperé hasta que habían pasado unos 20 minutos antes de levantarme y ponerme unos pantalones. Y ahí me di cuenta... Logan me había visto en calzones.

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-No tenías ninguna razón para ir y destruirle su vestido con muffins ______- me regañó por décima vez. Desde que llegué al Starbucks, lo único que hice fue asentir con la cabeza y suspirar. Además de sentirme un poco rara cuando mencionaba a Logan. -"Logan actuó muy extraño conmigo esta mañana, ni siquiera me miró a los ojos. ¿Crees que se enojó conmigo? ¿Crees que está incómodo por mis sentimientos hacia él?- y todas esas estúpidas cosas.

-Me juró que ya no salía con Esteban, y luego el muy idiota aparece para burlarse de mi.-

-¿Y por qué no se lo tiraste a él?

-Porque no quise ¿entiendes?.... ¿Ya me dejas pedir un café?- me cansé de escuchar como ella se quejaba. Se levantó de golpe, y antes de alejarse echando humos, me dedicó un cara de ¿Decepción? ¿Enojo? Un poco de ambos.

-¿Qué desea tomar la señorita?- dijo la trabajadora detrás del mostrador. Pedí lo de siempre, un descafeinado. Y la bebí sola, sentada en una mesa para 4 personas. Justo como cuando me separé de Giuli. Siempre que las cosas empezaban a ir bien, yo lo tenía que arruinar todo.

Al principio, cuando me había separado de Giuliana y Esteban, me culpaba a mi misma por todo lo ocurrido. Tal vez yo no fui lo suficiente para él y por eso se había ido con Giuli. Tal vez fui mala amiga con ella y se estaba vengando de esa manera. Sentía que si no fuera por mi actuar, todo hubiese continuado perfectamente.

Después llegó el enojo, el cual aún me perseguía en ese momento. Yo había hecho lo suficiente, no era mi culpa que ellos decidieran apuñalarme por la espalda.


Un amor de película |Logan Lerman|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora