Un amor de película |Logan Lerman|

Capitulo 24

Logan's P.O.V.

Eran las 3 de mañana y yo estaba golpeando la puerta _____ sin parar.

-¡Cuándo te decidirás a dejarme dormir!- gritó por centésima vez desde la sala.

-Explícame que pasó allá... por qué llorabas cuando te encontré, quién es Esteban, por qué te molesta que salga con Giuli...- me interrumpió su mirada cuando abrió de golpe la puerta; se me quedó mirándome con una expresión dura. Cambió su manchado vestido por un un pantalón y remera holgados celestes. Tenía un poco de rímel manchando su cara, señal de que lloró, y parecía que intentó limpiarlas sin mucho éxito.

-Entra antes de que te saquen una foto y digan que somos novios y nos peleamos.- agarró mi muñeca, haciéndome sentir de nuevo esa corriente que pasa por mí, y me estiró hacia ella. Me siguió mirando un tiempo antes de percatarse que aún mantenía su agarre por mi brazo, me soltó rápidamente y estuvo a punto de pedirme disculpas, pero un perro labrador saltó sobre mi derribándome.

-Au.- gemí pausadamente en el suelo, mi traje no me permitía moverme mucho, tampoco me lo permitía el perro que me lamía la cara. 

-¡Oliver a tu cama!- gritó _____ al perro. Éste se alejó de mi y corrió a una cama junto al sofá gris a un costado de la habitación. _____ me tendió una mano para levantarme y esbozó una mini sonrisa. -No está acostumbrado a las visitas.- reí por lo bajo y acepté su ayuda. Me levanté y ella caminó hasta sentarse en el sofá. Silbó dos veces para llamar a su perro y lo acarició en la cabeza.

-Me dejaste entrar para evitar rumores o para decirme que pasó.- le dije mientras me sentaba a su lado. Pude notar como endurecía la mandíbula y respiraba lentamente.

-Un poco de ambos.- intenté borrar ese espacio que nos separaba acercándome a ella, mas Oliver se me adelantó y se subió al sofá justo a su lado. -Bianca solo sabe una parte, los reporteros nada... Y yo desearía poder olvidarlo.

-No creo que hayas matado a alguien ¿no?- bromeé. Su silencio me preocupó un poco, así que volví a insistir. -¿_____?

-Realmente eres un idiota Lerman... Voy a cocinar algo... aunque sean las 3:30 de la madrugada.- se levantó y se fue a la cocina. La seguí, y ella estaba sacando algunas verduras de la heladera... Agachada; aparté y mi vista antes de que algún pensamiento inoportuno pasara por mi mente.

-¿Estás intentando evitar la conversación, no es así?- echó las verduras sobre una tabla de madera bruscamente. 

-Pásame el cuchillo, el grande.- evadió notablemente mi pregunta, pero agarré el cuchillo y se lo di. Me lo arrancó de las manos. Cortó un locote verde por la mitad y luego en pedasos pequeños, muy rapidamente; tal vez demasiado.

-No te dejaré de mirar diferente si... No lo sé, simplemente saliste con Esteban. Todos salimos con alguien y luego rompimos, lo entiendo...- 

-¡Claro que no lo entiendes!- gritó golpeando el cuchillo por la tabla, pero también golpeó su mano causándole un grave corte en su mano izquierda; las lágrimas ya le estaban saliendo antes de cortarse. Soltó el cuchillo y se recostó por la heladera. -Nadie nunca lo entiende, lo único que todos quieren es lastimarme... No necesito a nadie que pretenda entenderme.

-_____ no te preocupes estoy aquí contigo.- tomé su mano sana y le levanté la barbilla con mi mano para que me mirara. Nos quedamos a solo centímetros del otro. Podía sentir su respiración entrar en mi remera, ya que yo era un poco más alto que ella. A esta distancia pude darme cuenta de cuán perfecta y lisa era su cara, sus ojos grises parecían trasparentes; bajé mi vista a sus labios, con un poco de lápiz que resaltaba cada curva. Sentí la tentación de besarla, pero me contuve y levanté la vista de sus labios a sus ojos.

-Necesito medicamentos, y gasa.- dijo mirándome fijamente, pude notar un toque de nerviosismo en su voz. Asentimos al mismo tiempo al que nos separábamos.