Dєѕαfíσѕ dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × Lectora

《Gorizilla (Parte 1)》

—¿Me vas a contar que sucede con Adrien o seguirás evitando mirar todos sus anuncios?—preguntó Alix ya cansada de que camine con la mirada baja.

Hoy es un pésimo día, estaba en mi habitación lamentando mi existencia hasta que Alya me llamó diciendo que todas las chicas acordaron ir a la piscina hoy, no pude negarme ya que si lo hacía, sabrían que me siento mal o que algo pasó, y preguntas es lo último que quiero.

Pero veo que Alix se había dado cuenta mientras caminábamos nosotras solas hacia la piscina.

Y cómo si fuera poco ¡Todo París está llena de la publicidad "Adrien la fragancia"!

Bufé—¿Por qué crees que pasó algo con Adrien?—pregunté fingiendo una sonrisa despreocupada.

Ella frunció el ceño—A mí no me mientas, esa sonrisa es más falsa que Marinette hablando de una forma normal—se cruzó de brazos.

No pude evitar hacer una mueca al escuchar el nombre de la azabache, algo que no pasó desapercibido por la pelirrosa.

Ella puso los ojos en blanco—Ay no ¿Qué hizo Marinette?—preguntó ciertamente preocupada.

—Esto no tiene nada que ver con Marinette—mentí con algo de molestia mientras apretaba mi agarre en los tirantes de mi mochila—¿Podemos hablar de otra cosa?—pregunté apresurando el paso.

Ella puso una mano en mi hombro parando mi andar—Si no me cuentas que sucede, llamaré a Adrien y se lo preguntaré yo misma—amenazó sacando su teléfono.

Fruncí el ceño—No te atreverías—dije mirándola fijamente.

—¿Estás retándome?—preguntó con burla y mostró su pantalla que tenía el nombre de "Ricitos de oro" en el panel de llamada—Tengo el dedo en el botón de llamada~—canturreó apresurándome a dar una respuesta.

Bufé—Alix, esto no tiene que ver contigo, no quiero involucrarte—hablé tratando de que entrara en razón.

A ella no pareció gustarle eso—Si tu bienestar emocional es afectado por cabellos oxigenados, sí que me involucra—dijo y presionó el botón de llamada.

Palidecí—¡Está bien! ¡Te lo diré! ¡Pero corta la llamada!—pedí.

Sonrió y colgó la llamada—Vamos al parque que está aquí cerca, así hablaremos más tranquilas—dijo tomándome de la mano guiándome al parque.

Maldita mente masoquista por recordarme que aquí Adrien suele hacer su sesión de fotos.

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Llegamos al parque y casualmente nos encontramos a Nath dibujando la fuente, por lo que Alix no dudó en decirle lo que sucedía.

—A ver a ver a ver—habló Alix una vez que les conté lo sucedido, de una forma diferente para omitir nuestra identidad secreta—¿Me estás diciendo que el muy idiota se enojó contigo por no ir a una cita cuando claramente le dijiste que no podrías ir?—preguntó frunciendo el ceño—¿Además de que prefiere pasar el tiempo con Marinette? ¡Qué imbécil!—exclamó.

Nath puso una mano en su hombro y negó con la cabeza para indicarle que no era el momento de gritar, luego volteó a verme—¿Es por eso que estuviste rara desde hace 4 días?—preguntó preocupado.

Asentí apenada, ellos se dieron cuenta de mi comportamiento y estuvieron preocupados, debí imaginar que una sonrisa falsa sólo engañaría a los demás, ellos son mis mejores amigos, saben cuando estoy bien y cuando no.