Dєѕαfíσѕ dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × Lectora

《Anansi》

—¿Estás bien?—preguntó el rubio a mi lado al ver que desvié la mirada de la película.

Sollocé—Si—mentí sintiendo cómo los ojos comenzaban a picarme.

—¿Estás llorando?—preguntó esta vez más preocupado.

—No—volví a mentir tratando de que las lágrimas de frustración no caigan de mis ojos.

Estamos en la mansión Agreste, exactamente en la habitación de Adrien, quedamos en ver Zootopia ya que el rubio no lo había visto, pero debí suponer que cómo la maldita sensible que soy por los animales, iba a ponerme así.

Y es que, ¡QUÉ PERRO CORAJE TENGO ATORADO PORQUE NO DEJARON ENTRAR A NICK A LOS JUNIOR EXPLORADORES SÓLO POR SER UN DEPREDADOR!

El ojiesmealda rió al comprender—¿Es por el pequeño zorro?—preguntó abrazándome por la espalda esperando pacientemente mi respuesta.

—¡No es justo! ¿Sólo por ser un depredador? ¡Estaba chiquito!—chillé dejándome consolar por el rubio.

—¡Era un zorro tan lindo!—chilló otra voz, Aria también estaba mirando la película.

Se escuchó al alguien bufar—Lindo sería si dejaran de chillar, es sólo una película—se quejó el kwami de la destrucción.

Aria cruzó sus pequeños brazos—Esa cosa ni sentimientos tiene—murmuró la pequeña ojimenta frunciendo el ceño por lo "Antipático" que es su amigo.

El rubio y yo soltamos una leve risa, ambos kwamis peleaban por todo, pero aún así son excelentes amigos, su amistad es algo extraña.

El teléfono del rubio comenzó a sonar indicando una llamada—De seguro es Nino—se encogió de hombros y tomó el teléfono que estaba al lado del televisor, afortunadamente la película ya había terminado—Oh oh—lo oí murmurar.

Hice una mueca de preocupación y me acerqué a ver su pantalla—Oh oh—murmuré yo también al ver que era una videollamada.

Me extrañé al ver que era de Marinette—Iba ir a la casa de Alya junto a Nino, Alya y Marinette, hoy iríamos a ver los fuegos artificiales—procedió a explicar al verme fuera de contexto—Pero mi padre no me dio permiso, y no creí que me llamarían—habló volviendo su mirada al teléfono.

—¿Cómo explicamos el hecho de que yo estoy aquí?—pregunté mirando la pantalla.

El movió su mano en gesto de que no me preocupara—Sólo trataré de que la cámara no enfoque tu hermoso rostro—me guiñó un ojo.

Levanté una ceja y le di una sonrisa ladina—Me halagadas, Honey—di un beso en su mejilla.

Él tomó mi mentón y dejó un suave beso sobre mis labios—Y tú me encantas, Darling—murmuró sacándome una sonrisa.

—Llamada perdida de Marinette—avisó una voz robótica que provenía del teléfono.

De fondo se escucharon las risas de Plagg, no les voy a mentir, yo también me reí.

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—Te agradezco que te preocupes por mí, pero ya no soy una niña pequeña—hablaba Alya con su hermana mayor la cual no sabía que tenía, Nora, o cómo le gusta que la llamen, Anansi—Además, papá y mamá ya me dieron permiso—explicaba tratando de convencer a su hermana mayor de dejarla salir.

Yo miraba atentamente la videollamada—Está bueno el chisme—susurré fuera del rango de visión del teléfono, Adrien levantó una ceja ante mi comentario—¿Qué? No todos los días hay chisme bueno—volví a susurrar para que no me oyeran.