Dєѕαfíσѕ dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × Lectora

《Capitana Hardrock》

—Nath, no se va a hundir, no exageres—me quejé ya que el pelirrojo me abrazaba muy fuerte por el cuello y sentía que terminaría por ahorcarme.

Estamos en la ¿Casa?... Barco, eh- hogar de Juleka, sí eso.

Estamos en el hogar de Juleka, aquí se realizará el concierto de Kitty Section, quienes competirán en el Festival Nacional de la Música.

Pero tal parece que Nath sobre un barco no es una buena combinación... a pesar de que el barco está literalmente al lado de la orilla.

—¿Dónde está Agreste? No vine a marearme por nada, si no haga algo, ustedes no se dirán ni "pio"—se quejó apoyado en el barandal del barco al otro lado de la orilla.

Lo miré levantando una ceja y me crucé de brazos—¿No dijiste que venías para dibujar a la banda?—pregunté entrecerrando mis ojos de forma acusadora.

Él me miró cómo si hubiera dicho algo absurdo—Querida, si hubiera venido a "dibujar"—hizo comillas con sus dedos—Habría traído un cuaderno y un lápiz ¿No crees?—preguntó apoyándose en el barandal.

Fruncí levemente el ceño y lo observé de pies a cabeza, no traía ningún utensilio de arte ¿Cómo no me di cuenta?

Cierta azabache pasó frente a nosotros, tropezó con una caja, me agaché al ver que su mano pasó por mi cabeza casi golpeandome, ella logró mantenerse en pie y yo pude volver a mi postura de antes.

—Ups, lo siento ________—se disculpó apenada y volvió a caminar, pero chocó con el mástil—¡Perdón!—se disculpó creyendo que era una persona y volvió a alejarse. Lo comprendía, hay bastantes cajas en el suelo y muchas de ellas se interponen en el camino.

—¡Les habla la Capitana Anarka!—exclamó una voz femenina, Nath y yo volteamos encontrándonos con una señora de cabellos grisáceos, la mamá de Juleka—¿Cómo esta quedando todo, mis jóvenes piratas? Listos para limpiar el- 

Detuvo su hablar al posar sus ojos sobre la azabache, ella se sintió algo intimidada por la mirada de la señora Couffaine.

Ella ajustó sus grandes lentes rojos—¿Qué estás haciendo con eso jovencita?—preguntó al ver que Marinette llevaba una caja en las manos.

—Ah, hola señora—saludó apenada—¡Estoy limpiando para esta noche! ¡Su barco quedará muy limpio!—sonrió mostrando la caja llena de cosas que tenía en manos.

Ella sonrió con burla—¿Limpiando?—rió ante lo dicho por la azabache, ella se desconcertó por su acción—¡En esta casa nunca limpiamos! ¿No te dijo mi hija?—preguntó mirando a la pelinegra de soslayo.

Nath hizo una mueca—¿Nunca limpian?—repitió cómo si hubiera dicho una locura.

Ella negó—Nos gusta la apariencia relajada ¡No tenemos reglas en el barco libertad!—dijo quitándole la caja a la ojiazul y tirando su contenido al suelo—¡Del caos surge la creación! El desastre es la vida—sonrió y tiró la caja, contenta por su desastre.

Sonreí—¡Bueno! ¡Esos es genial!—exclamé sentándome al lado de Juleka, la abracé por los hombros—¿Cuándo me mudo?—pregunté causando una risa en la peligris.

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Nath se quedó en la cubierta dibujando a Rosita y a Juleka mientras ambas ensayaban; cuando Juleka notó que le mareaba el barco, decidió ayudarlo a distraerse y le prestó un cuaderno y un lápiz.

Mientras tanto, yo ayudaba a Marinette y Alya a "desordenar el desorden" en la cabina donde se encuentra el timón del barco.

El teléfono de Nino comenzó a sonar, por lo que él revisó de quién era la llamada, sonrió y contestó—¿Qué pasó amigo?—saludó, la azabache a mi lado sonrió al saber que era Adrien—Wow, pero ¿Porque?—preguntó, no parecían ser buenas noticias—Qué mal, amigo; buena suerte Adrien—se despidió y colgó, la azabache se alejó decepcionada.